FUTBOL / Tercera División
El Burgos CF esquiva el peligro
El cuadro blanquinegro se muestra superior al complicado La Granja y logra su premio gracias a un tanto de Gerica / Pablo Álvarez desperdicia un penalti en el 77 / La incertidumbre obliga a los de Calderé a sufrir más de lo esperado
CD LA GRANJA 0
BURGOS CF 1
CD La Granja: Truji, Adrián, Pluma, Míchel, Xavi, Kike, Otero (David Martín, min. 80), Guiller, Iván Yubero (Aleix, min. 78), César Bravo y Ricardo (Brais, min. 63).
Burgos CF: Aurreko, José Ángel, Jesús Muñoz, Nacho Tomás (Saúl, min. 58), Maureta, Héctor, Sergio Torres, Pablo Álvarez, Gerica, Carralero (Chietino, min. 79) y Arkaitz (Pacheta, min. 54).
Árbitro: Rivera Guerra (colegio castellano-leonés). Amonestó a los jugadores del Burgos CF Héctor, Carralero, Saúl y Chietino. Expulsó con roja directa al local Trujillo en el minuto 77.
Goles: 0-1, min. 56: Gerica.
La Granja (Segovia)
La salida a La Granja exigía la mejor versión del Burgos CF. Campos como El Hospital ponen en juego puntos que pueden convertirse en oro en la lucha por el primer puesto de la tabla, un compromiso que encerraba una trampa reconocible para los pupilos de Calderé.
Por eso, el éxito conquistado ayer colma los deseos de un bloque capaz de madurar la victoria y adelantarse en el marcador antes de meterse en un embrollo por perdonar más de la cuenta, incluido un penalti (otro más a la lista) con 0-1 en el marcador.
El conjunto de El Plantío dejó a las claras en la primera parte su intención de buscar la victoria. Lejos de mostrar un fútbol brillante, el Burgos CF se mostró como un bloque sólido y con las ideas claras. La presencia de José Ángel, Sergio Torres y Gerica en perjuicio de Chietino daba forma a una apuesta firme por el buen trato en la salida del balón.
Sin embargo, tardó el combinado visitante en hacerse con el mando de la situación, puesto que el adversario apuró sus intentos en el arranque con un par de incursiones solventadas sin agobios por Aurreko.
Hubo que esperar al minuto 9 para que el Burgos creara su primera opción seria. Fue en un lance resuelto por Gerica desde la frontal que encontró la buena respuesta del portero Trujillo.
Una vez se dejó ver en las cercanías del área segoviana, el combinado de Ramón María Calderé mejoró sus prestaciones. Si bien no tuvo la continuidad necesaria para sembrar la duda en La Granja, sí evitó cualquier susto inesperado a la espera de materializar en gol alguno de sus futuros intentos.
A partir del minuto 20, los ayer rojillos disfrutaron de su mejor momento. Primero, Carralero cruzó en exceso una buena oportunidad y después Arkaitz remató por encima del larguero un envío a balón parado. El dominio era visitante y los acercamientos, aunque contados, también llevaban el sello de El Plantío.
A falta del premio, al menos el Burgos había encontrado el camino a seguir. El equipo conocía la necesidad de imprimir una marcha más en su juego en campo rival, mientras Aurreko vivió con tranquilidad una primera parte en la que sólo los pequeños errores en la entrega dieron aire al conjunto segoviano.
Reafirmado en su planteamiento, los de la ribera del Arlanzón dieron una vuelta extra de tuerca tras el descanso. Arkaitz perdonó el 0-1 en un cabezazo, mientras que José Ángel y Torres también probaron sin fortuna. La Granja sólo ofreció respuesta en un lanzamiento lejano de Kike.
Llegado este punto, Calderé decidió mover ficha y la jugada encontró recompensa de forma inmediata. Nada más ingresar en el partido en sustitución de Arkaitz, Pacheta cocinó la acción que Gerica culminó el 0-1 de certero remate. Después de 55 minutos, el combinado de El Plantío pudo cantar el deseado gol.
El Burgos no iba a cambiar su planteamiento. Era La Granja quien debía dar un paso al frente en una tarde que, hasta el momento, era de claro color blanquinegro. Una nueva incursión de Carralero alimentaba a los visitantes, quienes manejaban el marcador, el crono y el ritmo del partido.
Cierto es que La Granja comenzó a disfrutar de mayor presencia en campo rival, pero sólo el conjunto burgalés podría complicarse el partido. De hecho, Carralero originó la mejor oportunidad blanquiazul en una pérdida de balón que obligó a Aurreko a realizar la parada de la tarde con una mano salvadora.
El susto fue monumental, pero en la siguiente acción el Burgos tuvo la sentencia. Pablo Álvarez se plantó ante Trujillo, quien le derribó en su salida. Penalti ejecutado por el atacante, uno más que se une a la lista del gafe que persigue al combinado de El Plantío desde los once metros.
Aún con 15 minutos por delante y La Granja con un jugador menos, el partido se abrió de forma muy peligrosa. Aunque Pacheta dispuso de otra buena oportunidad, la incertidumbre del marcador impidió al Burgos respirar tranquilo y celebrar su importante victoria hasta que el árbitro decretó el final en el minuto 50.