El Correo de Burgos

BALONCESTO / Copa Castilla y León

Remontada de campeón

Autocid supera en la segunda parte 18 puntos en contra para levantar el trofeo regional / Coppenrath, con 22 puntos, sostuvo a un conjunto burgalés exigido por un incómodo rival

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Burgos

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QUESOS CERRATO    69

AUTOCID FORD    72

Quesos Cerrato Palencia: Miki Feliú (12), Nick Barbour (8), Xavi Forcada (7), Albert Moncasí (14), Guillermo Rejón (4) -quinteto inicial- Carles Bravo (4), Quique Garrido (9), Roger Fornás (10), Charles Abouo (1).

Autocid Ford: Albert Sàbat (9), Antonio Peña (6), Jorge García (12), Jeff Xavier (11), Taylor Coppenrath (22) -quinteto inicial- Pep Ortega (2), Romà Bas (4), Juan Aguilar (4), José Manuel Bartolomé (-), Sergio Olmos (2).

Árbitros: Carpallo y González.

Eliminados: Rejón y Fornás.

Parciales: 16-13; 35-21 (descanso); 57-47 y 69-72 (final).

ALBERTO CALLEJA / Palencia

Autocid Ford se convirtió, por segunda vez en su historia, en campeón de la Copa de Castilla y León tras remontar ante el Quesos Cerrato de Palencia una desventaja de 18 puntos. Coppenrath, MVP del campeonato con 22 puntos (17 de ellos tras el descanso), condujo a su equipo hacia la victoria. El anfitrión, que defendía el título conseguido el año pasado en Valladolid, fue a menos tras el descanso y no supo defender la zona impuesta por Casadevall, disposición que hizo mucho daño a los de Lezkano.

Palencia Baloncesto comenzó implantando su estilo, defender fuerte y correr fácil. Gracias a ello pudo escaparse ligeramente en el marcador, inspirado por un gran Barbour que veía el aro como una piscina. A falta de seis minutos para el final del primer cuarto Andreu Casadevall se veía en la obligación de pedir tiempo muerto para evitar que los locales estuviesen tan cómodos en la cancha del pabellón Marta Domínguez.

Y es que el bagaje no era pobre sólo en defensa al permitir al Palencia anotar. En ataque dos puntos de Jeff Xavier eran el único botín conseguido para el 10-2. Tras el receso Autocid pudo reaccionar hasta ponerse 12-10 y aguantar así el arreón de salida de Palencia.

A pesar de que Quesos Cerrato  quiso implantar un partido a muchos puntos y de contragolpes fáciles, las defensas se asentaron y durante los tres primeros minutos del segundo cuarto solo hubo un punto (17-13). Jorge García anotó la primera canasta en juego en forma de triple, pero fue puro espejismo porque Palencia volvió a tomar el mando del choque. Un gran Fornás, con 8 puntos al descanso, ayudó a Quesos Cerrato a abrir la brecha en el marcador. Las 13 pérdidas del Autocid Ford fueron clave para que el resultado al descanso fuese de 35-21.

Tras la reanudación Quesos Cerrato Palencia continuó imponiendo su estilo de defensa para acabar con transiciones rápidas. La escuadra que dirige Lezkano se sentía como pez en el agua y el cuadro de El Plantío no encontró la fórmula para obligar al rival a atacar en estático. A falta de 4 minutos para el final del tercer cuarto un triple de Barbour dejaba el marcador  53-39 y después Sàbat anotó un tiro libre que puso a los ayer naranjas en los 10 puntos de desventaja (57-47).

Entonces, Coppenrath quiso asumir el protagonismo. Autocid, consciente de las limitaciones de Palencia en el poste sin el concurso de Otegui,  insistió con su ‘cinco’. Nacho Lezkano pidió tiempo con 57-49 a falta de ocho minutos para el final del choque, pero el propio Coppenrath puso a los visitantes a cuatro de distancia (59-55).

El equipo palentino, atascado en ataque, sólo anotó cuatro puntos en cinco minutos. Autocid Ford se metió en el partido con el 61-61 y un codazo de Rejón a Coppenrath supuso la quinta personal del rival, pero el de Vermont tuvo que abandonar la cancha un instante a causa de la brecha producida.

Lezkano buscó soluciones, pero los naranjas dieron la vuelta a la situación con el 63-65 a 2:40. La igualdad era máxima y todo se decidió en el último minuto. Entonces, Jorge García anotó un triple  fundamental que puso a Palencia contra las cuerdas con 21 segundos por delante.

Los morados no quisieron forzar el triple y se la jugaron al tiro libre tras recortar distancias. El pulso de Jeff Xavier no tembló desde el 4.60 y, ahora sí, obligó al Quesos Cerrato a apostar por un lanzamiento lejano desesperado a tres segundos para el final. Esta acción no tuvo premio y certificó el envío de la copa con destino Burgos, dando por bueno el sufrimiento.

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