El Correo de Burgos

Balonmano / Asobal

Derbi a cara o cruz para el Top Ribera

El Villa de Aranda se juega esta tarde media vida en el envite regional contra el Cuatro Rayas / Será un duelo de urgencias entre dos rivales empatados a puntos en la general que luchan por la permanencia

Burgos

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D. O. C. / Burgos

Media vida se juega esta tarde el Top Ribera en el derbi regional contra el Cuatro Rayas. Con el agua al cuello en el tramo final de la primera vuelta de competición de la Liga Asobal llegan ribereños y vallisoletanos a un duelo de alto voltaje (Príncipe de Asturias, 20,30 horas) en el que el perdedor sufrirá un duro golpe moral de cara a sus opciones de permanencia en la categoría.

Ambos rivales llegan a la contienda empatados a 6 puntos en la tabla clasificatoria (los mismos que tiene el Puente Genil, ahora en puestos de descenso). La situación de extrema necesidad de los contendientes convertirá el encuentro en un choque a cara o cruz en el que los puntos en juego valdrán su peso en oro.

Los de Jacobo Cuétara apelan a su condición de locales para intentar inclinar la contienda de su lado. No les está yendo demasiado bien la campaña ante su afición, pero no se pueden permitir un tropiezo más para mantener vivas sus opciones de salvación. El pasado fin de semana los burgaleses fueron capaces de poner fin a una negativa racha de tres derrotas consecutivas sumando un punto en su duelo ante el irregular BM Aragón (31-31) en un encuentro que perfectamente pudieron llevarse los ribereños.

De hecho, el preparador del cuadro burgalés aseguró que los primeros minutos firmados en Zaragoza fueron los mejores del equipo en lo que va de temporada. «Demostramos que podemos competir contra cualquiera», explica el asturiano. «Cuando mantenemos la concentración en lo colectivo, somos iguales o superiores a cualquier rival. El problema viene cuando perdemos esa concentración», matiza Cuétara.

Lo que en campañas anteriores se había convertido en la inmensa mayoría de las ocasiones en garantía de éxito, jugar en casa, se ha vuelto este curso en contra de los burgaleses por la presión añadida que les genera. «Estamos compitiendo mejor fuera de casa, ya que en Aranda tenemos demasiada ansiedad que debemos aprender a canalizar, ya que cuando las cosas van bien este pabellón es un infierno para los rivales y ahora mismo no lo es», sostiene el técnico.

 

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