El Correo de Burgos

BALONCESTO / Adecco LEB Oro

Autocid desata la tempestad

Apoyado en un perfecto esfuerzo defensivo, un histórico 20/30 desde la línea de tres puntos catapulta a un conjunto azulón que acaricia la final

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

AUTOCID FORD    94

BREOGÁN LUGO    54

Autocid Ford: Pep Ortega (10), Albert Sàbat (23), Antonio Peña (14), Anton Maresch (3) -quinteto inicial- Romà Bas (15), Juan Aguilar (1), Jeff Xavier (13), Mareks Mejeris (6), Taylor Coppenrath (7), José Manuel Bartolomé (-).

Breogán de Lugo: Roeland Schaftenaar (3), Dani Rodríguez (7), Pablo Almazán (5), Haukur Palsson (2), Tyrus McGee (7) -quinteto inicial- Adrián Chapela (11), Alejandro Bortolussi (3), Adrián Laso (8), Álex López (8).

Árbitros:  Morales y Rupérez.

Eliminados: Los locales Olmos (min. 34) y Mejeris (min. 40).

Parciales: 29-9; 56-24 (descanso); 80-35 y 94-54 (final).

DIEGO ALMENDRES / Burgos

Autocid desató sobre Breogán la cólera del campeón. El equipo burgalés se lanza al vacío en busca de su tercera final por el ascenso a ACB después de cuajar un perfecto ejercicio colectivo engrandecido con un porcentaje de acierto espectacular. Los azulones anotaron 13 de sus primeros 16 lanzamientos desde la línea de tres puntos para acabar de raíz con las ilusiones de un rival magullado y salvar así el factor cancha en la eliminatoria.

Por momentos, El Plantío olía a napalm. El bombardeo fue continuo y llegaba desde todos los lados. Hasta 20 aciertos clavó el cuadro de Casadevall con un porcentaje del 67 por ciento. Brillante. Histórico. Pero todo se fraguó atrás, donde había que apretar hasta provocar el cortocircuito en el adversario.

Al Breogán se le apagó la luz y, superado, recurrió a la dureza mal entendida con Bortolussi, Laso  y Almazán como estandartes de un estilo peligroso que puede marcar el camino para próximos compromisos. A Autocid le aguarda en Lugo una difícil defensa de su preciosa ventaja y queda por comprobar qué criterio seguirán los colegiados de turno.

 Todos los planes del Breogán se vinieron abajo en cuatro minutos, los que tardó el conjunto castellano en situar el 16-2 de salida. Albert Sàbat marcó el camino a seguir desde el perímetro, ayudado por un Peña omnipresente en el arranque y colosal en el tramo final. Todo salió a la perfección en ataque, pero el brillo de la anotación no debe despistar la labor defensiva del bloque local.

Si los celestes se desangraban en aro propio, cada visita a la zona azulona se convirtió en un reto. Autocid echó el resto con una defensa intensa y física que ahogó a su contrincante. Manos y más manos taponaban las líneas de pase y ralentizaban la circulación de balón de un conjunto visitante con 11 pérdidas al descanso. Para entonces, el bloque de Lisardo Gómez ya deambulaba sobre la cancha.

Ni siquiera los lanzamientos liberados socorrieron a un Breogán  hundido desde el tramo final del primer cuarto. Cuando parecía que la ventaja se había asentado, un nuevo arreón liderado por Jeff Xavier abrió la herida hasta el 29-9.

¿Qué podía hacer Lisardo Gómez para frenar lo que se le venía encima? De momento, Michel Diouf se quedó a resguardo en el banquillo visitante en vista de que no hacía falta forzar a su pieza más preciada. Por contra, Andreu Casadevall se llimitó a dar continuidad a las rotaciones establecidas, porque todos contribuyeron a la causa. La fiesta ya había comenzado.

El ataque apenas notaba los cambios introducidos en la alineación de la artillería porque el fuego era incesante. El rival se dio una nueva oportunidad de meterse en partido, pero la respuesta fue aún más contundente. La lluvia de triples contuvo el último amago celeste y desató la locura en El Plantío.

Maresch clavó el noveno para situar el 43-20 en un parcial abierto de 16-4 que fijó el marcador en el 56-24 del intermedio. Con la labor completada, pocas conclusiones positivas podía traer la segunda mitad. En otras cosas, porque la frustración del Breogán podría ocasionar lances incómodos.

Breogán se enfanga

Por un momento, los visitantes quisieron enfangar el choque, pero cuando el juego volvió a su cauce la diferencia ya era de 40 puntos (73-33). No merecía la pena la guerra de guerrillas, aunque algunos buscaron las cosquillas a los azulones incluso con el partido acabado. Quizá ya jugaban el tercer encuentro de la serie antes de tiempo.

Los gallegos sumaron tres antideportivas en el tercer cuarto y la mayor virtud del Autocid fue mantener el pie en el acelerador. El ritmo defensivo no decayó y Peña dio continuidad al festival del triple para situar una nueva máxima (80-35) antes de iniciar el último periodo.

En vista del desarrollo del envite, burgaleses y gallegos firmaron el armisticio después de un parcial de 1-1 en cinco minutos. En realidad se trataba de una tregua, porque ahora más que nunca Breogán Ribeira Sacra promete rearmarse para la próxima batalla. El resultado de ayer asegura su  mejor versión porque, aunque el marcador escuece, a los celestes les duele de verdad el orgullo. Queda una para alcanzar el objetivo y será la más complicada de conseguir. El viernes llega la primera oportunidad.

tracking