El Correo de Burgos

Fútbol / Segunda División

El Murcia trunca los sueños del Mirandés

Los rojillos sufrieron un importante revolcón en La Condomina que les deja prácticamente sin opciones de luchar por el play-off de ascenso

Burgos

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 A. CREMADES / Murcia

Poco pudo hacer el Mirandés en su visita a la Nueva Condomina para evitar salir goleado. El Real Murcia, por momentos, bordó el fútbol. El equipo de Julio Velázquez, desde el inicio, llevó una velocidad más, además de estar mucho más centrado que un Mirandés algo indolente y demasiado contemplativo, que veía cómo los murcianos, una y otra vez, llegaban con peligro y anotaban todo un carrusel de goles. 

Una dinámica durísima para los de Anduva, que hizo que el primer acto llegase a su fin con un 3-0. El partido estaba resuelto, pero el Murcia quiso hacer sangre y los visitantes cada vez iban a menos, lo que les llevó a seguir encajando goles hasta completar un doloroso quinteto.

El cuadro pimentonero salió desde el inicio sin especular y esperar a ver cómo iban los primeros minutos y se lanzó a un ataque arrollador, intentando buscar el gol desde el pitido del colegiado. De este modo, el primer aviso lo dio a los tres minutos Saúl con un disparo cruzado a pase de Malonga. 

El Murcia se sentía a gusto y el Mirandés excesivamente nervioso e impreciso en el pase. Así, un momento de confusión en los centrales visitantes hizo que el esférico le llegase a Wellington Silva y este, después de amagar dos pasos, le mandó el balón a Kike García que, de un punterazo fuerte sorprendía a un Bernardo que no se lo esperaba y encajaba el gol.

El Murcia golpeó primero y además dominaba con claridad, pues un Mirandés demasiado relajado se dedicaba a intentar sacarla con balones muy lejanos buscando a un solitario Goiria, que se daba de bruces con los centrales granas. Y es que a los de Carlos Terrazas les faltaban ideas y, sobre todo, acierto en los pases entre líneas. Los desmarques de ruptura arriba de Goiria y Muñiz apenas eran vistos por Iván Agustín y Garmendia, que estaban más dedicados a las tareas defensivas que a otras labores. El Real Murcia quería más y Wellington Silva era una pesadilla por la banda derecha. Koikili apenas podía pararlo y el Mirandés cada vez se metía más en su campo, defendiendo un resultado que le era negativo.

Los minutos pasaban entre un equipo que dominaba con claridad y otro que no se mostraba capaz de pararle los pies. El único remate con cierto peligro del Mirandés en todo el primer tiempo sería ya en el minuto 40 en un balón de Ríos para Goiria que este, sin pararse, remató fuera. 

 

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