ACB enfría las ilusiones de un CB Tizona que mantiene la calma

DIEGO ALMENDRES / Burgos

El CB Tizona daba por hecho que encontraría un sinfín de obstáculos en el camino que conduce a la ACB a través de los despachos. Por eso, la entidad azulona asume con naturalidad las contundentes declaraciones realizadas al diario Marca por la secretaria general de la Asociación de Clubes.

Esther Queraltó avanzó que la Liga será estricta con la sociedad burgalesa en su empeño por suavizar las condiciones de entrada en la elite. El principal escollo a salvar por el CB Tizona es el canon de entrada y ACB parece dispuesta a cerrar de nuevo las puertas a Burgos. «La cuota de entrada está vigente desde la temporada 1992/1993 y fue fijada en 2.404.048 euros. Esa cantidad se mantuvo hasta 2003, cuando se decidió actualizarla conforme al IPC, encontrándose a día de hoy en 3.123.48,92 euros», indicó a Marca.

La estrategia del CB Tizona pasa por encontrar fórmulas más flexibles para asumir las durísimas condiciones planteadas, pero las palabras de Queraltó enfrían el ambiente. «Las normas de la competición son claras y ACB no las interpreta, las aplica siguiendo los acuerdos establecidos en la Asamblea General», afirmó para añadir después que «todos los clubes admitidos como socios desde 1993 han abonado la cuota de entrada fijada, además de aportar el fondo de regulación de ascensos y descensos (1,5 millones de euros)».

Esta circunstancia no afecta al planteamiento de un CB Tizona que mantiene la cautela en todos los asuntos relacionados con las gestiones realizadas tanto en el aspecto económico como en el administrativo. Una vez finalizadas las celebraciones tras el ascenso deportivo y anunciada la intención de apurar las opciones de jugar en ACB, la directiva fijó un margen de tiempo en el que será hermética en sus valoraciones.