El Correo de Burgos

FÚTBOL / Segunda División

Algo más que un punto

El Mirandés se sobrepone a las circunstancias previas el partido, deja buenas sensaciones y salva con entereza un envite complicado / El Lugo perdonó varias ocasiones en la primera parte. El árbitro anuló un gol de Urko Vera por fuera de juego del delantero del cuadro local El vasco fue una pesadilla para la defensa, pero su esfuerzo no tuvo el premio del gol

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MIRANDÉS 0

LUGO 0

MIRANDÉS: Razak; Aitor Fernández, César Caneda, Corral, Javi Cantero; Rúper (Álex Ortiz, min. 75); Jordi Pablo (Igor Martínez, min. 66), Álex García; Emilio Sánchez (Borja Docal, min. 62); Urko Vera y Juanjo.

LUGO: José Juan; De Coz, Lolo Pavón, Víctor Marco, Manu; Seoane, Pita; Ferreiro (Pelayo, min. 83), Jonathan Valle (Álvaro Peña, min. 16), Iago Díaz (Iriome, min. 59); y Luis Fernández.

Árbitro: Munuera Montero (comité andaluz). Amonestó en el bando local a César Caneda y por parte visitante a Ferreiro.

Goles: no hubo.Miranda de Ebro

La Segunda División es una categoría compleja y las circunstancias previas no sonríen, precisamente, a un Mirandés obligado a subirse a un tren en marcha. Casi con lo puesto, los rojillos deben exprimirse al máximo para salvar la fase inaugural del curso mientras gana solidez en todos los aspectos. Aún con muchas cosas que decir en el mercado de fichajes, el principal objetivo del cuadro de Terrazas es esquivar las trampas y acoplarse cuanto antes para competir en plenitud.

De momento, el bloque ferroviario cumplió ayer con el plan al sumar un dulce empate. El Lugo tuvo las mejores opciones antes del descanso, pero el Mirandés también creó peligro para llevarse los tres puntos gracias a un omnipresente Urko Vera.

Pronto se encargó el Lugo de poner las cartas boca arriba. Lo pasó mal en el arranque de encuentro el conjunto de Terrazas, aunque salió indemne. Los visitantes pudieron decantar la balanza a su favor antes del minuto 15, pero la puntería no fue la mejor aliada del bando de Quique Setién. En el primer minuto de juego, Jonatan Valle cuajó una meritoria jugada individual y Razak despejó el pase del atacante cuando ya buscaba a Luis Fernández en boca de gol.

En estos compases iniciales, el Lugo ganó todas las partidas. La posesión, el control, los uno contra uno, las acciones de estrategia, los balones divididos... no era un agobio asfixiante, pero el dominio era blanquirrojo. Después de rematar fuera sendos saques de esquina, una preciosa volea cruzada de Ferreiro no encontró puerta por centímetros.

Necesitaba un punto de inflexión el cuadro de Terrazas y lo encontró en la lesión de Jonatan Valle, el jugador más vertical y habilidoso del Lugo. Una lesión muscular apartó al mediapunta del encuentro y su equipo perdió el norte sobre el terreno de juego.

De repente, el Lugo ya no conectaba y el Mirandés dio un paso al frente. De inicio supuso un alivio para cambiar el ritmo de envite, pero después los rojillos tomaron inercia y fueron a más con y sin balón. De hecho, los locales tuvieron diez minutos para poner el partido a su favor. Dos lanzamientos de Emilio Sánchez y Jordi Pablo desde la frontal del área no tocaron red de milagro, ocasiones que rubricaban el esfuerzo de un bloque animado a balón parado y cómodo cuando conecta con sus bandas.

En una de esas acciones, Jordi Pablo envió el balón al corazón del área para que Urko Vera cabeceara el balón en carrera. El testarazo significaba el 1-0, pero el árbitro lo invalidó por fuera de juego.

Para entonces, el Lugo ya había recuperado el resuello. Lo hizo a través de la calma en la construcción y del cambio de ritmo empleado a partir de la zona de tres cuartos. En el sprint final antes del descanso los de Setién tuvieron dos ocasiones inmejorables para marcar, pero no acertaron para tranquilidad rojilla. En la primera Iago Díaz remató mordido un pase de la muerte y a renglón seguido Luis Fernández tiró por la borda su certero control dentro del área al disparar en semifallo en una posición cómoda.

El descanso le sentó bien al conjunto de Terrazas, que protagonizó una buena puesta en escena tras el receso. Así, Urko Vera creó dos opciones de verdadero peligro. Tras cabecear desviado un córner, creó con habilidad el espacio dentro del área. Cuando sólo debía acertar con el remate, la pegó mal y se apagaron las esperanzas locales.

El partido cayó en un ritmo más lento a medida que avanzaban los minutos. El Lugo nunca renunció al buen trato de balón, si bien ya no tenía la misma claridad. El empate cada vez era una posibilidad más segura y el choque quedaba expuesto a una jugada de calidad o un detalle a balón parado.  Ferreiro exigió a Razak en un disparo lejano, al igual que Luis Fernández en un lanzamiento de falta directa tan duro como centrado.

El CD Lugo parecía no tener más pólvora que la mostrada, pero Urko Vera aún se sacó un golpeo en parábola que casi encuentra la escuadra. Era la última ocasión de un partido vivo en el que el Mirandés ofreció una buena imagen.

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