El CAI examina el buen momento del Autocid Ford

DIEGO ALMENDRES / Burgos

El Autocid Ford enfila la última fase de un periodo de pretemporada que reserva emociones fuertes. Los azulones disputarán tres partidos en los próximos cuatro días, pruebas de nivel que reflejarán el estado de forma del bloque antes del arranque de la Liga fijado para la próxima semana en Lugo.

Ya tendrá tiempo el conjunto local para pensar en su inminente participación en la Copa de Castilla y León, prevista para las jornadas del viernes y del sábado. Sea como fuere, el técnico Andreu Casadevall asume esta disposición del calendario, aunque considera que esta carga de partidos no es lo mejor. «Nunca me ha gustado disputar tantos encuentros seguidos, pero en pretemporada las cosas a veces vienen así», zanja. De momento, castellano centra toda su atención en el choque de presentación que le medirá esta noche a partir de las 20,45 horas con el CAI de Zaragoza.

Los burgaleses reciben la visita de un equipo ACB, un partido que desde el curso pasado debería estar encuadrado en el calendario liguero de la elite del baloncesto atendiendo los méritos contraídos por los burgaleses en la cancha de juego. Mientras el club y la ciudad buscan fórmulas para abrir las estrechas puertas de la ACB, el choque de hoy servirá para ganar revoluciones en esta importante fase de la pretemporada. «Me lo tomo como lo que es, un partido amistoso en el que trabajaremos para crecer en situaciones técnico-tácticas», explica el técnico azulón, Andreu Casadevall.

Por el momento, Autocid cuenta por victorias sus apariciones estivales. Las solventes victorias conseguidas frente al Valladolid, el Palencia y el Clavijo de Logroño reafirman el planteamiento de un proyecto que ya ha dado muestras de su potencial. Con todo, «quedan cosas por mejorar». «En algunos momentos parece que estamos muy bien y en otros no tanto. Necesitamos mejorar en aspectos como la concentración y comprometernos a saltar siempre a la pista centrados y con ambición», señala el técnico.

Los locales podrán contar con el plantel al completo para este envite. Hasta ahora, el Autocid ha esquivado los contratiempos físicos y puede preparar con normalidad los detalles técnicos y tácticos del nuevo ejercicio. Casadevall valora esta situación, pero no quiere entrar en detalles para no ‘gafar’ la buena racha. «Es mejor no hablar mucho de ello por lo que pueda pasar. Algunos jugadores están sobrecargados, pero estamos bien», destaca.

El CAI de Zaragoza, por su parte, dispone de una plantilla de garantías para competir con holgura en la Liga ACB. Jason Robinson o Albert Fontet son viejos conocidos del Autocid de muchos duelos trepidantes en la LEB Oro. La inesperada baja del pívot georgiano Giorgi Shermadin obliga al club caísta a mover ficha en el mercado, pero cuenta en su plantel con jugadores de calidad llegados para cubrir la salida de hombres importantes. Lisch (JSF Nanterre), Goulding (Melbourne Tigers), Robinson (Gipuzkoa Basket), Sastre (Baloncesto Sevilla), Landry (Cajasol) y Jelovac (Lietuvos Rytas) completan el capítulo de altas.

Quien no podrá estar con su plantilla es el técnico maño José Luis Abós, apartado de las canchas por un problema de salud. De esta forma, Joaquín Ruiz será el encargado de dirigir al equipo aragonés en el séptimo encuentro de preparación. Los zaragozanos suman cinco victorias, algunas destacadas ante equipos de entidad como el Laboral Kutxa, Estudiantes, UCAM Murcia o Bruixa d’Or. Sólo el Valencia Basket ha doblegado al rival de turno de un Autocid motivado que no hará un planteamiento especial para este choque. Con todo, «los jugadores tienen ganas de hacerlo bien».

La respuesta de la afición

Será el segundo partido que dispute el nuevo Autocid Ford ante su afición, la cual ha respondido en la campaña de socios con 1.800 carnets lanzados. «La gente sabe que se está haciendo un esfuerzo y que se lo pasa bien. Es cierto que se ha perdido algo de masa social, pero no está mal», valora un Casadevall que no olvida la necesidad de intensificar los movimientos en los despachos cuanto antes. «El Ayuntamiento debe trabajar con el club para buscar la manera de encontrar soluciones. Las administraciones deben darse cuenta de que paseamos el nombre de Burgos por España y de que el deporte es un espejo en el que deben mirarse los jóvenes. Si después de todo lo que ha pasado metemos otra vez 2.500 personas en el pabellón, ni me imagino que habría pasado de estar en ACB», analiza.