El MVP de los aficionados

Pablo de la Fuente es, sin duda, el MVP de los aficionados al deporte. Este burgalés nacido en 1978 recupera su rutina en el centro de empresas de Burgos de La Caixa después de vivir de forma intensa como voluntario el reciente Mundobasket de España. Una experiencia especial, pero no la única en una cita importante para un fijo de las convocatorias de la selección española en sus últimos acontecimientos.De la Fuente ha seguido al combinado nacional en dos Europeos y dos Mundiales. Todo empezó en Turquía, en 2010, un evento que se convirtió en la mejor excusa para organizar las vacaciones junto a su pareja, Laura Miguel. «Articulamos el viaje para que pudiéramos ver varios partidos de la primera fase», recuerda.España no pudo revalidar el título conseguido en Japón en 2006, pero la vivencia fue única. «Nos gustó el ambiente que se vive en estos torneos. Recuerdo que coincidimos con la afición de Lituania y un grupo se empeñó en que nos intercambiáramos las banderas. Después volvimos a encontrarnos una noche y acabamos en un yate en una fiesta organizada por su Federación», apunta.Casualmente, Lituania fue el escenario del Eurobasket de 2011. Pablo y Laura volvieron a organizar sus vacaciones en función de Gasol y compañía, otra grata experiencia rubricada con el título continental. Aunque ‘falló’ en los Juegos Olímpicos de Londres al considerar que resultaría complicado hacerse con un bono, en 2013 volvió a reencontrarse con España en el Europeo de Eslovenia. «Allí se sufrió más, pero merece la pena hacer este tipo de cosas», zanja.Muchos son los recuerdos acumulados por Pablo y Laura en estas aventuras, pero uno de los mejores aspectos es la accesibilidad de las estrellas españolas. «En el Mundial de Turquía conseguimos acceder a una zona reservada después de perder contra Francia y estuvimos hablando con ellos. También en Lituania y Eslovenia nos fotografiamos con los jugadores en el hotel... con los años vas conociendo los trucos para acercarte a ellos, pero con educación y buenas maneras no hay problema», indica.Sin embargo, el Mundobasket de España ha permitido al burgalés conocer un gran acontecimiento deportivo desde dentro. «La Caixa patrocinaba el programa de voluntariado y, a través de la intranet, se ofreció a los trabajadores la posibilidad de entrar en el proceso de selección. Completé un curso telemático y me llamaron. Éramos 2.300 voluntarios, de los cuales el 10 por ciento trabajamos en La Caixa», explica.Ya en Madrid, asignaron a De la Fuente un puesto en el área de organización y marketing para desarrollar su labor en la fan zone de Colón. «Mi obligación era hacer que la gente estuviera bien y ayudar en lo que pudiera, desde bailar con las animadoras a disfrazarme de mascota», explica.Ya en la fase final, su labor se centró en facilitar la labor a los periodistas internacionales, aunque también hubo tiempo para disfrutar del baloncesto. «Adquirí un bono que te garantizaba una entrada si España avanzaba en la competición. También nos dieron entradas a los voluntarios, sobre todo de cuartos de final», añade.Con España fuera de juego antes de lo esperado, el torneo aún podía ofrecer emociones fuertes con un equipo de Estados Unidos que es «de otra galaxia». Pero aún quedaba el poso amargo de la frustración. «Durante la preparación vi una euforia excesiva, con marcadores tan abultados como engañosos. Cuando el campeonato arranca todo es diferente porque los rivales van a más, crecen y aprenden de tus virtudes», comenta. «Tampoco fue positivo tener una primera fase muy tranquila, sin esos sustos que hacen que estés alerta. No sé si el partido de Francia se preparó bien o no, pero está claro que todo salió mal en nuestro campeonato», lamenta.La vida sigue y en 2015 se disputa un nuevo Eurobasket. Las dudas rodean a España, pero De la Fuente estará en la convocatoria. «¿Por qué no? Aunque no estén los primeros espadas, es una buena manera de conocer gente y otros lugares», zanja.