Aurreko no se resintió de la lesión

Mikel Aurreko regresó a la competición el sábado en Guijuelo después de superar una lesión muscular que le ha tenido apartado de los terrenos de juego en las últimas semanas. Su vuelta estuvo en duda hasta última hora, ya que Fede Castaños no quería correr riesgos. Finalmente tuvo el OK del equipo médico y estuvo en el once inicial. Tuvo un gran susto mediada la primera mitad después de realizar un golpeo. Notó una sensación extraña en la zona de la lesión. «No fueron más que adherencias, que son muy habituales cuando ha habido una rotura de fibras. Me acerqué a la portería y le pregunté si le dolía. Como me dijo que no le dije que no se preocupara. Luego en el descanso le volvimos a tratar y pudo acabar el choque sin excesivos problemas», comenta Joaquín Sáez, masajista del Burgos CF.

Asegura que todo lo que le ocurrió al guardameta vasco a lo largo del partido es «muy normal», así como que se le cargue más de lo habitual la zona. «Hace un gesto raro para tratar de no forzar en los golpeos y eso también provoca que se cargue más», explica. Así las cosas, Mikel Aurreko podrá trabajar con normalidad durante la semana y si no sufre ningún contratiempo podrá jugar ante el Real Valladolid B.

En la enfermería blanquinegra hay en este momento dos hombres, Sergio Esteban y Gabri Gómez. El primero comenzará a trabajar con el grupo a finales de esta semana, mientras que el cuerpo técnico espera que el delantero catalán pueda entrenar con el grupo desde mañana. Sufrió una contractura en la zona de los isquiotibiales, lo que provocó que se perdiera el partido de Guijuelo.

Con la baja segura de Cristian por sanción, el regreso de Gabri Gómez es fundamental, ya que de lo contrario Fede Castaños se quedaría sin delanteros específicos y debería buscar una solución de urgencia.