El Correo de Burgos

BALONCESTO / Adecco LEB Oro

Naufragio bajo el diluvio

En mitad de un festival anotador, Autocid Ford cede su tercera derrota ante un Ourense que sí supo explotar su momento / En un partido con 29 triples, los visitantes tuvieron acierto y madurez

Coppenrath intenta superar a GuillermoRejón en un lance del partido de ayer.-RAÚL OCHOA

Coppenrath intenta superar a GuillermoRejón en un lance del partido de ayer.-RAÚL OCHOA

Burgos

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AUITOCID FORD  91

OURENSE 95Autocid Ford: Albert Sàbat (15), Anton Maresch (6), Miquel Feliu (3), Michel Diouf (14), Taylor Coppenrath (18) -quinteto inicial- Lluìs Costa (2), Jeff Xavier (16), Juani Jasen (2), Jorge García (11) y Sergio Olmos (4).Club Ourense Baloncesto: Pedro Rivero (7), Salva Arco (15), Chase Fieler (6), Eduardo Martínez (11), Deividas Busma (8) -quinteto inicial- Cristian Díaz (2), Guillermo Rejón (11), Tyler Brown (19), Marcos Suka Umu (14), Ben Allison (2).Árbitros: Quintas y García.

Eliminados: No hubo.

Parciales: 24-23;49-43 (descanso); 71-66 y 91-95 (final). Autocid se acordará de la victoria que se dejó ayer en el camino. Más allá de su incidencia en una clasificación cada vez más dolorosa, el equipo azulón perdió la ocasión de situarse definitivamente en la rampa de lanzamiento. Lo tuvo en la mano y se le escapó, un golpe demasiado duro para un grupo que ya estaba magullado y que necesita refuerzos positivos.

Fue un bello intercambio de golpes resuelto con un diluvio de triples, de todos los colores. Un total de 29. Baloncesto a toda velocidad en la primera parte, un ritmo vivo ayudado por el alto porcentaje de acierto de ambos contendientes. Ourense propuso y Autocid, aunque tardó un par de minutos en poner la maquinaria en marcha, aceptó el escenario planteado después de guardar de las faltas personales a un Coppenrath que comenzó con mal pie.

Fue una guerra sin cuartel iniciada a partir del 2-7 de salida. Y si hay alguien que interpreta a la perfección este guión, es Albert Sàbat. El gerundense, como pez en el agua, asumió el protagonismo de un cuadro local que quiso ser paciente en las contadas ocasiones en las que hubo un 5x5 organizado.

Fiable en la circulación y el lanzamiento, la escuadra burgalesa necesitaba ajustarse el cinturón en defensa para disfrutar de la montaña rusa. Maresch sufrió en su emparejamiento con Salva Arco y Ourense aguantó el tipo. De la misma manera que los azulones firmaban un 12-4 para firmar su primera ventaja (14-11) los albiazules respondían con 0-8 que obligaba a los de casa a empezar de cero (14-19).

No hubo tregua y, con el partido lanzado, un Sàbat que ya sumaba 12 puntos dejó el protagonismo a otros compañeros. Y en esas aguas movedizas Jeff Xavier es el rey. Autocid quiso correr cada centímetro de la pista. El grupo de Casadevall cerró su aro y se lanzó en cada transición, pero no rompió la goma. Por mucho que trabajara bien sobre las líneas de pase y controlara el rebote defensivo, los lanzamientos liberados de Ourense, un par de decisiones arbitrales más que discutibles y alguna pérdida de más asentó las diferencias en un marcador que no paró de crecer (34-27).

Por momentos, el partido se convirtió en un correcalles que pudo ser definitivo. Sin embargo, la diferencia no dejó de estirarse y encogerse para alcanzar el descanso con el 49-43.

Sabía Casadevall que, antes o después, Autocid levantaría el pie del acelerador. Quiso el cuadro local imponer un baloncesto más sosegado, en el que la paciencia y la buena circulación fueran sus señas de identidad. Se trataba de encontrar a los grandes bajo los aros, pero olvidó correr y anotar desde fuera.

Salva Arco y Martínez lideraron el primer arreón visitante cuando el sol más calentaba. El 55-43 no fue suficiente para acabar con la resistencia gallega, como tampoco lo fue el 63-52 a falta de 3:45 para el final del tercer cuarto. En menos dos minutos, Martínez y Rivero pusieron el partido en un puño con el 64-61, como lo hizo Suka sobre la bocina para clavar otra daga. Nadie imaginaba que era el principio del fin.

Cinco puntos de ventaja (71-66) no era la renta deseada para un Autocid que no dio crédito a lo que iba a ocurrir. Brown, en un minuto, se sacó tres triples consecutivos para dejar noqueados a los burgaleses, el cuarto encadenado con el de Suka. Los de casa merecían un resultado muy favorable y se vieron con un 71-75 que les puso contra las cuerdas.

El problema no era que Autocid estuviera tocado, sino que Ourense estaba crecido. Los albiazules ofrecieron una sensación de control total ayudados por sus continuos aciertos. Los de casa remaban contracorriente y, aunque un triple de Diouf colocó el 87-88, Autocid estaba seco. El bloque de García de Vitoria mantuvo la compostura y se llevó la victoria porque supo aprovechar su momento. Ahora queda comprobar cómo reaccionan los de El Plantío.

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