FÚTBOL / Segunda División B. Grupo I
Nueve meses después
La última victoria del Burgos CF lejos de El Plantío se produjo el 23 de febrero en Coruxo / Tras su regreso a la catagoría de bronce al equipo le cuesta horrores ganar fuera de casa
Nueve meses han tenido que pasar para que el Burgos CF vuelva a ganar lejos de El Plantío. Ha sido un largo embarazo que comenzó el 23 de febrero, fecha en la que el Burgos venció en la localidad gallega de Coruxo por 1-2 y ha concluido el 23 de noviembre en Villaviciosa, donde el conjunto blanquinegro se llevó los tres puntos ante el Lealtad. En su regreso a Segunda División B los partidos a domicilio se le han atragantado a la escuadra local.
Ni con Ramón María Calderé la pasada campaña, ni con Fede Castaños en el actual curso, el equipo carbura cuando juega lejos de su estadio. Es una de las asignaturas pendientes de un Burgos CF que se muestra mucho más fiable en El Plantío. El proyecto ha cambiado, la filosofía es otra y la plantilla es muy diferente, pero los males contra los que luchaba Calderé se parecen mucho a los problemas contra los que tiene que lidiar Fede Castaños cada dos semanas.
Hasta el partido del pasado domingo en Villaviciosa, la escuadra de la ribera del Arlanzón acumulaba 11 salidas sin ganar -5 el pasado curso y 6 en el actual- en las que sólo había conseguido 3 goles, todos ellos logrados en esta temporada. Los números cantaban y el Burgos CF se había convertido en un rival asequible cuando jugaba a domicilio.
El entrenador y los conceptos futbolísticos han variado, pero el atasco se mantiene. Calderé insistía en que si el equipo quería dar un paso hacia adelante necesitaba puntuar fuera, mientras que los argumentos de Fede Castaños son similares, ya que sabe que sólo con los puntos de casa al equipo no le basta para mirar hacia arriba.
Lo importante en este momento es que la racha ha concluido, aunque lo que ahora falta por conseguir es que el Burgos CF vuelva a ser un equipo competitivo como visitante. Parece que va camino de ello y en sus últimas cuatro salidas sólo ha perdido un encuentro -lo hizo en Logroño ante el UD Logroñés-. La falta de confianza ha sido en varios momentos el punto débil del equipo. Conforme se iban acumulando las derrotas, más dudas surgían en el vestuario burgalesista. El equipo de Calderé llegó sin gasolina al tramo final de la pasada campaña, mientras que con Fede Castaños al Burgos le ha faltado carácter en varios encuentros como foráneo.-MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA-