El Correo de Burgos

BALONMANO / Asobal

El Villa de Aranda reacciona tarde

El equipo ribereño no tuvo su tarde y fue a remolque del rival tras un inicio prometedor / La mejoría no fue suficiente para sumar

Burgos

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MMT SEGUROS ZAMORA 24

VILLA DE ARANDA 23

MMT SEGUROS ZAMORA: Alberto Miranda, Sebas Ceballos (1), Isma Juárez (1), Fer, Reyes (5), Peli (3), Octavio (7), Salinas (5), Andrés, Posado, Iñaki, Miguel del Camino (2).VILLA DE ARANDA: Díaz, Cabanas (6), Redondo, Diego Camino (4), Markel, Santana, Muñoz, Sánchez (4), Megías, Moreira (1), Prella, Dos Santos (4), Pazin, Lazic, Patrianova (4), Guille.Árbitros: Antonio Merino Mori - Francisco Javier Moyano Prieto. Excluyeron a los locales Alberto Miranda, Diego Cristian, Esteban Joaquín, Jesús Iñaki Domínguez y Miguel del Camino. Por parte visitante a Diego Camino, Markel Beltza, Víctor Megías y Nikola Lazic.Parciales cada cinco minutos: 2-4 / 3-5 / 5-7 / 7-7 / 11-7 /14-9 / 16-11 / 17-12 / 19-14 / 21-17/ 23-18 / 24-23.ZAMORA El Villa de Aranda no fue capaz de doblegar al recién ascendido MMT Seguros en un encuentro errático y gris de la escuadra arandina, que solo en el tramo final fue capaz de acercarse en el marcador a base de empuje y de aprovechar el bajón físico que sufrió el equipo local, muy escaso de rotaciones. El bloque de Jacobo Cuétara estuvo bloqueado durante muchos minutos y solo estuvo a punto de sacar un empate en el último suspiro.

El encuentro tuvo tres partes diferenciadas. El duelo fue igualado en sus inicios con un balonmano de alto nivel en las porterías. En ese intercambio de golpes era el Villa de Aranda el que estaba más cómodo siempre con uno o dos goles a favor. Pero tras eso emergió la figura del portero local Alberto Miranda. Sus paradas permitieron creer a los zamoranos que empezaron a crecer en ataque ante un cuadro burgalés que recibió un parcial de 7-0 para verse abajo 13-7.

Cuétara se vio obligado a pedir un tiempo muerto antes de que el encuentro terminase de romperse. Ese pequeño parón momentáneo ayudó al Villa de Aranda para parar esa sangría e irse al descanso con un 14-9 que dejaba todo por decidir en la segunda parte aunque obligando a los burgaleses a remar mucho.

Tras el asueto, el Villa de Aranda no era capaz de recortar distancias y tuvo que salir de la defensa 6:0 que no le estaba funcionando. Cuétara proponía una defensa 5:1 que se le atragantaba al Balonmano Zamora, pero aun así las distancias se mantenían en torno a los tres o cuatro goles. Las exclusiones empezaron a hacer mella en ambas escuadras, ya que los colegiados pitaron hasta siete en este segundo periodo.

Ante eso, Cuétara decidió quemar todas las naves y hacer una defensa mixta inutilizando al mejor jugador del Balonmano Zamora, Octavio Magadán, haciéndole un marcaje individual que le impedía participar en el juego. Restaban ocho minutos, y esa situación unida al bajón físico del equipo local permitió a Villa de Aranda ver ese resquicio de debilidad y lanzarse de cabeza a por el partido.

Tocaba remar contra corriente y poner más corazón que cabeza para remontar. Los 300 arandinos que animaban desde las gradas trataban de alentar a los suyos ante una hinchada local que pese a ser muy superior en número, llegando a los 1.500 aficionados, veía que los puntos podían escaparse. Villa de Aranda empezó a recortar distancias y se plantaba en el último minuto solo con un gol de desventaja.

Y ahí faltó tranquilidad. Los arandinos tuvieron dos ataques para empatar. En el primero de ellos perdieron la pelota en la línea de nueve metros en un mal pase, y en el segundo ya con solo quince segundos para poder atacar, el colegiado decretó pasos en el ataque.

Con esos pasos se esfumaban las opciones de puntuar en la cancha del recién ascendido MMT Seguros. Un conjunto local que celebraba de forma efusiva su primera victoria en el último mes y medio. Mientras, el Villa de Aranda se iba ovacionado por su afición por el coraje demostrado en el tramo final, pero con el mal sabor de boca de saber que los muchos minutos de bloqueo en la primera parte fueron los que decidieron la contienda.

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