RUGBY / División de Honor B
El UBU Aparejadores sabe sufrir
El XV universitario vence en el difícil campo del Oviedo al aprovechar su dominio en los primeros compases y echar el resto en el tramo final / Las patadas de Devlin sellan el éxito
Pablo Sáinz carga contra la defensa rival.-ISRAEL L. MURILLO
REAL OVIEDO 7
UBU APAREJADORES 11 Real Oviedo Rugby Club: García, Bores, Cano, Delgado, Moreno, Díaz, Gonzalga, Valdés, Menéndez, Guerediaga, González, Arenas, Morán, Juesas, Lahore. También jugaron Oliveira, Carlos Menéndez, Hernández, Delgado, Nicolás, Pintado y Gallego.UBU Aparejadores Rugby Club: López, Fuente, Caballero, Sáinz, Estébanez, Wheeler, Carrasco, Murré, Prada, Devlin, Soria, Camarero, Sicilia, Barriuso y Domínguez. También jugaron Obregón, Djosseu, Cors, Lucio, Hernando, González y Gadea.Árbitro: Eki Fanlo.Tarjetas amarillas: Al jugador del UBU Aparejadores Andrés Caballero en el minuto 54 por falta reiterada de equipo.Tanteo: 0-5, min.21: ensayo de Joel Soria; 7-5, min. 64: ensayo de Cano transformado por Menéndez; 7-8, min. 70: golpe de castigo de Devlin; 7-11, min. 75: golpe de castigo de Devlin.
OVIEDO
El UBU Aparejadores rompió en Oviedo su racha de tres partidos sin ganar gracias al buen ejercicio colectivo firmado en uno de los campos más exigentes del Grupo A. El XV gualdinegro pescó a domicilio en Naranco, donde el rival tan sólo había cedido una derrota hasta el momento.Ni siquiera las ausencias de Bruscantini (por lesión) y de David Martín (sancionado) mermaron a un equipo burgalés en el que destacó la presencia de Erve Djosseu en el banquillo.De esta forma, los universitarios llevaron el control del juego en los primeros compases. El partido se jugaba en campo asturiano y, tras una primera incursión castellana cerca de la línea de marca, fue Joel Soria quien premió el esfuerzo del equipo al posar el balón en la línea de marca rival.A pesar de que Devlin no pudo completar la acción, la ventaja adquirida debía reafirmar al UBU Aparejadores en su ímpetu. No le quedaba otra al Oviedo que sacudirse el dominio y, aunque se liberó del acoso gualdinegro, no encontró la fórmula para igualar el marcador.
El juego se igualó y todo podía ocurrir en una segunda parte abierta. Los asturianos golpearon primero al lograr un ensayo transformado que les daba ventaja antes de encarar el momento decisivo.Ese 7-5 a falta de 15 minutos para el final exigía un esfuerzo extra por parte del equipo burgalés. En estas situaciones, el acierto con el pateo es fundamental y Devlin es un seguro de vida para la causa universitaria. El australiano devolvió la delantera al UBU con un lanzamiento centrado y cómodo y repitió éxito a renglón seguido para aportar algo de tranquilidad con el 7-11.
Con cinco minutos por delante, el Oviedo se volcó sobre la defensa del Aparejadores. El XV gualdinegro apretó los dientes y, a pesar de que el rival dispuso de una melé a cinco metros en el último suspiro, los de Murré sellaron el triunfo que les se sitúa a dos puntos del tercer puesto ocupado por el Bera Bera.