El Correo de Burgos

BALONCESTO / Leb Oro

La oposición gallega dura un cuarto

La intensidad defensiva que mostró Autocid durante todo el choque volvió a ser clave para que la balanza cayera del lado azulón

Jeff Xavier intenta una canasta de forma acrobática.-SANTI OTERO

Jeff Xavier intenta una canasta de forma acrobática.-SANTI OTERO

Burgos

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Autocid llega al parón liguero con una nueva victoria y buenas sensaciones (la próxima semana descansa y la siguiente no hay competición debido a la Copa Príncipe). Ayer se llevó por delante a un Leyma Coruña que sólo aguantó el primer cuarto. Una vez más, la defensa actuó como pilar fundamental en la victoria burgalesa. El poder de contención azulón fue minando el juego gallego, que a partir del segundo cuarto siempre estuvo un escalón por debajo de los locales. Poco a poco la diferencia se fue estirando.Cuando ambos entendieron que el choque estaba sentenciado, la distancia se estabilizó.

Era un partido peligroso, aunque los locales no dieron opción a la sorpresa. Trabajaron desde el primer minuto y el marcador cayó de su lado por su propio peso. Taylor Coppenrath volvió a ser un hombre fundamental tanto en un aro como en otro, pese que al final cada uno de los integrantes del cuadro burgalés puso su granito de arena.

Con una rotación exterior menos debido a la baja de Maresch, Feliu tuvo que multiplicar sus minutos, mientras que en alguna fase del partido Sabat hizo las veces de escolta. El cuadro local supo sobreponerse a esta circunstancia y fue superior a su oponente en todas las facetas del juego.

Autocid afronta este periodo de descanso con los deberes hechos. Volvió a demostrar que cuando su maquinaria funciona a pleno rendimiento hay muy pocos equipos que le puedan parar. Ahora sólo falta que logre esa regularidad que tanto se ha echado en falta esta campaña. INICIO IGUALADO

Comenzó Autocid con una buena intensidad defensiva y gozó de las primeras ventajas, aunque la reacción gallega no tardó en llegar. El equipo coruñés aprovechaba sus virtudes y movía con velocidad el balón, lo que le servía para anotar con asiduidad. El intercambio de canastas protagonizó los siguientes minutos y se llegó al tramo final del cuarto con los dos equipos en un pañuelo. Ninguno era capaz de llevar las riendas, de imponer el ritmo, por lo que la igualdad mandaba.

Sin embargo, fue Coruña el que se mostró más acertado en los últimos compases del primer asalto, lo que le permitió afrontar con ventaja el segundo cuarto (19-22). Autocid no acababa de estar cómodo en la pista, lo que le impedía mandar en el marcador. El cambio de guión llegó de inmediato.

Los de casa dieron una vuelta más de tuerca a su defensa en el segundo cuarto. Coruña ya no lo tenía tan claro y el cuadro de Andreu Casadevall pasó a tener la sartén por el mango. Los argumentos ofensivos gallegos tenían menor contundencia, lo que aprovechó Autocid para ponerse por delante gracias a un parcial de salida de 7-0, con dos triples consecutivos de Jorge García.

El banquillo visitante pidió un tiempo que además de parra la sangría provocó la reacción de su equipo. Llegó un 0-6 y la igualdad se volvió a instalar en el marcador. Coruña se aferraba al partido, aunque las circunstancias ya no eran las del primer cuarto. Los de casa seguían apretando los dientes cuando les tocaba defender sabedores de que la victoria pasaba por mostrar un alto nivel en la contención.

El trabajo de Autocid iba dando el esperado fruto, aunque lo hacía poco a poco. El conjunto coruñés no quitaba el pie del acelerador y provocaba que la ventaja no acabara de ser importante. El problema para los gallegos estaba en ataque y es que no lograban encontrar el camino hacia el aro burgalés.

Así las cosas, la escuadra que entrena Andreu Casadevall se plantó en el tramo final del cuarto con ventaja, que pudo aumentar en los últimos instantes, pero que se quedó en 7 puntos en el descanso (38-31), la máxima ventaja hasta el momento. RUPTURA

El guión continuó de la misma forma en el tercer cuarto. La defensa de Autocid maniataba a un oponente que no encontraba la fórmula para anotar. De esta forma la diferencia comenzó a subir. Primero Sabat y posteriormente Coppenrath, muy superior en la zona pese a los centímetros de los jugadores gallegos.

La brecha alcanzó su máxima expresión mediado el cuarto con el 53-33. 20 puntos que evidenciaban la superioridad de los locales. El partido parecía roto, aunque los gallegos no tiraban la toalla y mucho menos bajaban los brazos. Mutakabbir trataba de tirar del carro visitante, aunque sus puntos no eran suficientes.

Llegaron las rotaciones y la diferencia siguió en manos de los azulones. Se llegaba al final del cuarto y la distancia estaba siempre cercana a la veintena. El choque parecía visto para sentencia, más cuando Costa en el último suspiro del parcial ponía otra vez la máxima en el marcador (64-44). Autocid había doblado en puntuación a su rival en este cuarto y el choque parecía más que encarrilado para el equipo de El Plantío.

Coruña mantenía el listón alto, aunque más con el objetivo de caer con decoro que porque creyera en la remontada. Sus guarismos ofensivos eran pobres y, de no mediar una reacción desproporcionada, parecía imposible que la tortilla se volteara. El choque bajó en su intensidad y la distancia entre ambos contendientes siempre estuvo cerca de los 20 puntos.

El pescado estaba vendido, aunque había que llegar al final del choque. Las rotaciones fueron continuas y mientras los de casa trataban de poner la guinda y agradar al público, el cuadro gallego buscaba una derrota lo menos abultada posible. Ninguno de los protagonistas dudaba que la victoria se quedaría en casa. Así fue y la diferencia estuvo a punto de superar los 20 puntos, aunque al final no atravesó esa barrera (81-61).

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