El Correo de Burgos

Fútbol / Tercera

El Beroil no sale de su depresión

El Bupolsa se adelanta ante el Ávila con un tanto de Cachorro, pero tras el empate llegaron los nervios y terminó pidiendo la hora

Pekas protagoniza una arrancada perseguido por un defensor del Real Ávila-Israel L. Murillo

Pekas protagoniza una arrancada perseguido por un defensor del Real Ávila-Israel L. Murillo

Burgos

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El Beroil Bupolsa sigue sin escapar de la pesadilla que le aleja, una semana sí y otra también, de las opciones de regresar a la senda del triunfo. El combinado blanquinegro parece abonado al empate en Pallafría. La escuadra de Jairo de la Riva firmó ayer tablas con el Real Ávila en el encuentro aplazado en su día por el temporal de nieve. Y con ello dejó escapar una inmejorable oportunidad para recuperar el crédito y la confianza en sus opciones para afrontar el final de la temporada sin apuros clasificatorios.

No atraviesa el combinado burgalés, encaramado en las posiciones de privilegio de la general durante toda la primera vuelta del campeonato, por su mejor momento. Ni mucho menos. Ni en lo futbolístico ni en lo anímico. Pues el equipo se desmorona al primer contratiempo, negado como se encuentra en su batalla con el gol.

Los de Jairo de la Riva, que acumulan ya ocho jornadas consecutivas sin saborear las mieles del triunfo, pusieron toda la carne en el asador desde el pitido inicial frente a un rival que apuraba al máximo sus opciones de permanencia. El entrenador del Beroil había presenciado en directo el choque del Ávila del pasado domingo en Castañares y tomó buena nota de la peligrosidad de los visitantes, crecidos tras los últimos resultados.

Así las cosas, los anfitriones saltaron a la cancha con todas las alertas activadas y una buena predisposición para plantear una dura batalla física en la zona ancha para no dejar maniobrar a su oponente.

Aún así, pronto avisaron de sus intenciones los visitantes. Álex, el más talentoso de los jugadores del Ávila, fue el encargado de desatar las hostilidades en el minuto 4 con una volea desde la frontal que botó a pocos metros de la portería y que obligó a Álex a despejar con apuros a saque de esquina.

La réplica del Beroil en un choque muy intenso y disputado llegó de inmediato tras una larga combinación entre Dava y Guti, que cedió el balón sobre Abad, cuyo disparo en buena posición se marchó a las nubes.

Superado el cuarto de hora de juego continuaba el intercambio de golpes en un duelo en el que ninguno de los contendientes conseguía imponer su ley. Miguel, en buena acción personal, se marchó con facilidad de Cristian y se plantó solo en el área, aunque su definición careció de calidad y echó el balón por encima del marco burgalés.

En los últimos minutos del primer acto el Beroil comenzó a ganar terreno y controló mejor la situación. Guti, en posición forzada y con su pierna izquierda, remató mordida y junto al palo un buen servicio de Cristian, que había ganado la línea de fondo por la izquierda. Acto seguido probó fortuna Dava desde la frontal y luego Diego Abad, quien se adelantó a su par en el primer palo, pero mandó fuera un envió de Zamora desde la derecha.

Más puntería tuvo sin embargo Cachorro, que volvía al equipo tras cumplir su sanción, nada más reanudarse el choque. El central adelantó al Beroil en el marcador con un soberbio testarazo picado y cruzado en un lanzamiento de falta lateral botado por Zamora desde la derecha.

Un balón de oxígeno para un necesitado Bupolsa. El tanto dio nuevos bríos a los de Jairo de la Riva, que durante unos minutos dieron la sensación de poder sentenciar la contienda.

Fue un espejismo, puesto que en cuanto el Real Ávila se repuso del golpe el miedo cambió de bando. Los visitantes le metieron una velocidad más al choque y comenzaron a llegar con cierto peligro, aunque sin finalizar las jugadas, al área burgalesa. De esta forma provocaron tres córners en un abrir y cerrar de ojos.

Y de uno de ellos, en el 63, partió el tanto del empate. La defensa blanquinegra despejó un balón a la frontal del área, donde apareció Álex para conectar una soberbia volea con la derecha que se coló por la misma escuadra haciendo inútil la estirada del cancerbero local.

Quedaban muchos minutos por delante y los nervios hicieron acto de aparición en las filas burgalesas. Bruju, ex jugador del Beroil, lo intentó en una falta desde la frontal que se marchó ligeramente desviada. El mismo jugador botó acto seguido una falta lateral que cabeceó el central Marco y que se marchó fuera por muy poco.

Fue la última ocasión de peligro de un duelo en el que el Bupolsa terminó pidiendo la hora. El domingo tendrá una nueva oportunidad para desafiar al destino.

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