Combate nulo en El Montecillo

Árbitro: Salguero Castillero. Mostró tarjeta amarilla a los locales Borja Collado y Obispo, así como al visitante Máiquez

Goles: No hubo.

Arandina CF: Álex; Borja Plaza, Fernando, Sergio, BorjaCollado; Ruba, Obispo, Adri (Gustavo, min. 85), David Álvarez, Berni (Mato, min. 81) y Zazu (Terleira, min. 63).

Algeciras CF: Josemi; Máiquez, Benítez, Víctor González, Merino; Melchor, Manzano (Pavón, min. 65), Mario, Javi Chico (Berlanga, min. 86), Willy; Joselu (Gabri, min. 85). La eliminatoria entre la Arandina y el Algeciras se decidirá en el Nuevo Mirador. Se consumieron lo 90 primeros minutos en El Montecillo en un partido con poco fútbol y mucho viento. Ambos contendientes jugaron con un enorme respeto y las ocasiones brillaron por su ausencia. Las más claras tuvieron color visitante. Los de casa estuvieron mejor en la segunda mitad, aunque sus únicas armas ofensivas fueron las jugadas a balón parado y los saques de banda de Obispo.

Los dos conjuntos estuvieron más preocupados de no encajar que tomar la delantera en la eliminatoria.A la Arandina le quedan 90 minutos en campo contrario, ante un oponente que estará apoyado por su afición y en un partido en el que al cuadro burgalés le sirve con no perder para lograr el ascenso.

El vaso está medio lleno, aunque se prevé un encuentro harto complicado para los intereses ribereños en el Nuevo Mirador. Las espadas siguen en todo lo alto y los dos vestuarios están convencidos de que tienen las opciones intactas para lograr el ascenso.

Javier Bermúdez apostó por jugar con Zazu como referencia ofensiva, mientras que Gustavo y David Terleira iniciaron el choque en el banquillo. Los dos equipos comenzaron con prudencia. Había mucho en juego y a ambos les costó soltarse. En los primeros minutos fueron los andaluces los que tuvieron algo más de protagonismo, aunque posteriormente llegó otra fase en la que la Arandina tomó el mando.

Un cuarto de hora costó que llegara la primera oportunidad de verdadero peligro y fue rojiblanca. Una buena combinación entre Joselu y Melchor dejó a Javi Chico solo en el área. El disparo del visitante se encontró con una excelente respuesta por parte de Álex.

A raíz de esta ocasión, el choque perdió intensidad y ritmo. Las asistencias tuvieron que saltar al campo para atender a Josemi y Merino, lo que ayudó a que el juego se enfriara.El viento dificultaba el juego de ambos contendientes y las llegadas a las áreas eran escasas.

El centrocampismo era protagonistas y los errores superaban a los aciertos. Ninguno de los dos contendientes quería arriesgar en exceso, ya que había mucho respeto entre ambas escuadras.

Los minutos fueron pasando sin que nada de interés sucediera sobre el terreno de juego. Las imprecisiones en los últimos metros eran continuas.El partido ofrecía poco. Los errores condicionaban el juego de ataque de ambos adversarios. No obstante, eran los andaluces los que pisaban el área burgalesa con mayor asiduidad.

De los blanquiazules no había noticias en ataque, aunque ahora le tocaba jugar a favor de viento y quizás se podría aprovechar de las circunstancias para probar a un Josemi inédito a lo largo de la primera mitad.

En los primeros minutos de la reanudación, la Arandina dio la sensación de dar un paso adelante. Sacó dos saques de esquina casi de forma consecutiva y trató de meter el balón al área desde cualquier posición. El guión del choque cambió y los riebereños adelantaron sus líneas apoyados en el aire a favor.

Definitivamente, la Arandina estaba un escalón por encima de su oponente. Zazu comenzaba a hacer daño en la punta de ataque y las jugadas a balón parado se multiplicaban en la portería de Josemi. Incluso los saques de banda se convertían en una opción para los de casa gracias al viento y la fuerza de Obispo.

Sergio Noche tuvo una buena opción en el 55 en un saque de esquina, aunque su remate no cogió portería. La respuesta del Algeciras fue contundente. En una llegada de Willy por la banda izquierda, el balón le llegó a Melchor, que solo ante Álex, resbaló cuando se disponía a fusilar la portería burgalesa.

Pese a esta oportunidad, seguía siendo el cuadro de la capital de la Ribera el que dominaba de forma territorial el choque, aunque no acababa de crear ocasiones de verdadero peligro.

Mediada esta segunda mitad, la balanza se equilibró y el centrocampismo se volvió a imponer sobre el terreno de juego.El encuentro se volvió a atascar y comenzó a faltar frescura en ambos equipos. En un saque de banda largo de Obispo, la Arandina tuvo una buena opción y fue otra vez Sergio Noche el que no supo aprovechar un balón suelto en el área.

La estrategia se convertía en la mejor arma de los locales, que no acababan de crear ocasiones de importancia. Se llegó a los minutos finales con las fuerzas justas y con la sensación de que todo se decidiría en la vuelta. Incluso fueron los visitantes los que llegaron menos fatigados, lo que les permitió evitar el previsible acoso local en el tramo final del choque.

Así las cosas, el cuadro gaditano tuvo una gran oportunidad de desequilibrar la balanza en el minuto 90. Un buen centro desde la banda derecha llegó a Gabri, que solo en el segundo palo, no fue capaz de batir a un Álex bien colocado que agradeció la falta de contundencia en el remate del delantero del Algeciras. No hubo tiempo para más y ninguno de los dos contendientes fue capaz de perforar la portería contraria, por lo que el capítulo