Un Madrid plano solo gana con ayudas al Granada (1-0)

La tercera victoria consecutiva no dejó nada contento a nadie en el Bernabéu. Solo un gol y ni siquiera de Cristiano, que necesitaba dos para situarse como máximo goleador en la historia del Madrid. Tuvo que ser Benzema el que rescatara al Madrid (1-0) de una pésima tarde ante un rival que realizó un excelente juego y que se vio castigado por un colegiado que decidió dejarle sin premio al anular un tanto de El Arabi en la primera mitad.La hora del café en una calurosa y apacible tarde de domingo se le atragantó al Madrid, esclavo de la levedad en su juego y de su falta de acierto ante un rival al que le endosó nueve tantos la pasada temporada. De goles iba la tarde, porque la parroquia blanca esperaba otro saco de goles en la portería rival. No solo no llegaron, sino que el público la tomó con el equipo, al que recriminó su pobre entrega y su falta de elaboración. KROOS, DESAPARECIDOCon Kroos desaparecido y con Modric como único eje en el que se amparaba el equipo, el Madrid solo vivía de su empuje hacia la portería de Andrés Fernández, contra el que se estrellaron Cristiano, Benzema y Modric. El juego valiente del Granada, que se atrevió a presionar a su rival pudo dar frutos a los ocho minutos en un intento de rematar al que no llegó Edgar y que despejó Marcelo en boca de gol. Lejos de reaccionar, el Madrid seguía plano y pidiendo penaltis, como el que se solicitó a Cristiano, que fue a chocar contra un defensa.Con el Granada disputándole la zona ancha al Madrid, llegó la jugada del partido. Fue un centro de Success que El Arabi remató al fondo de la portería. El árbitro señaló fuera de juego, pero la posición del jugadoor del Granda, por detrás del balón, le habilitó en lo que fue un gol legal (m. 20). CRISTIANO, DESESPERADOTampoco esa acción sacó de la siesta al equipo de Benítez, muy parco en el juego y muy lejos de las entregas del encuentro ante el Betis o frente al Espanyol. La sala de máquina estaba tiesa y todo el juego se limitaba a las acciones que pudieron hilvanar Benzema y Cristiano. El portugués llegó a desesperarse ante la falta de balones. Tampoco fue la tarde que, tanto él como la afición esperaban. Es más, tuvo que ver cómo el Granada perdía otra clara ocasión en la botas de Success, que trató de superarr con una vaselina que se marchó fuera a Keylor Navas después de una majestuosa asistencia de El Arabi que le plantó solo ante el meta costarricense.Luego se sacó un centro desde la izquierda que Benzema cabeceó al fondo de la portería (m. 55). El gol calmó unos ánimos muy exaltados, aunque no frenó el ímpetu del Granada, que volvía a ver cómo Navas le sacaba otro balón a El Arabi (m. 59). Nada cambiaba la aciaga taerde del Madrid. Se fue Kroos y entró Kovacic, pero el guión ser el mismo en una segunda parte en la que el Madrid buscó darle al partido una velocidad más, aunque sin éxito. Benítez no tuvo más remedio que echar mano de Cheryshev y de Casemiro para salvar los muebles.El Madrid acabó el encuentro pidiendo la hora y metido en su área. Mal síntoma de un equipo diseñado para no sufrir demasiado, y menos en casa y ante un rival inferior en teoría porque el Granada cuajó un excelente en encuentro, pero se quedó sin premio por el árbitro y por Keylor Navas, el nuevo dueño de la portería blanca. Hasta Cristiano se fue cabizbajo en la que iba a ser su tarde. El portugués buscaba salir del campo con el esmoquin de máximo artillero de la historia del club y se quedó sin premio. El de su equipo fue excesivo.