El Correo de Burgos

BALONCESTO LEB Oro

El talento azulgrana decide

El San Pablo se deshincha en el último cuarto después de dominar todo el partido

Peciukevicius busca un compañero en una acción del partido.-SANTI OTERO

Peciukevicius busca un compañero en una acción del partido.-SANTI OTERO

Burgos

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Árbitros: Uruñuela y Quintas.

Eliminados: No hubo.

Parciales: 26-22, 48-42 (descanso), 66-61 y 77-84 (final).

San Pablo Inmobiliaria (77): Augustas Peciukevicius (4), Anton Maresch (16), Edu Martínez (13), Javi Vega (2) y Matija Poscic (2) -equipo inicial-, Roger Villanova (7), Justas Sinica (9), Filip Toncinic (16) y Roger Fornas (8).

FC Barcelona B (84): Barton (10), Peno (10), Mbay (9), Dedovic (5),Sulejmanovic (11) -equipo inicial-, Lakovic (10), Vila (2), Marc García (21), Moix (3) y Mazaira (3).El San Pablo Inmobiliaria comenzó su andadura por la LEB Oro con una derrota. Cayó ante un Barcelona B más talentoso, que supo aferrarse al partido e hizo valer su calidad en el último cuarto. Hasta entonces, el conjunto de Andreu Casadevall había llevado siempre la manija en el marcador. Pero flaqueó en el peor momento y sus opciones se vinieron abajo en los últimos minutos.

El cuadro local llegó a gozar de hasta 11 puntos de ventaja en el tercer cuarto, pero no supo hacerla buena. Su oponente llegó vivo a los momentos cruciales, justo lo que quería evitar el conjunto de Burgos. Fue entonces cuando el talento de los azulgrana salió a relucir. Por contra, al equipo azulón le faltaron ideas, acusó el esfuerzo realizado y evidenció la evidente falta de rodaje.

El comienzo de Liga será duro para un conjunto que llega en inferioridad de condiciones. Con mucho que acoplar, el San Pablo Inmobiliaria estuvo cerca de conseguir su primera victoria, aunque le faltó rematar. Tuvo la ocasión de romper el partido en más de una ocasión, pero la dejó escapar. Su adversario se mantuvo vivo y en los momentos de la verdad estuvo más entonado, lo que le bastó para llevarse un choque en el que la afición de El Plantío trató de poner su granito de arena, pero no fue suficiente.Igualdad inicial

La igualdad fue la tónica dominante en el primer cuarto. Los dos equipos comenzaron intensos. Querían meterse en el partido cuanto antes, aunque ninguno logró imponer su juego de forma clara. El marcador se mantuvo en distancias cortas y la manija en el electrónico iba alternando de un equipo a otro.

La línea exterior burgalesa funcionaba con un entonado Edu Martínez a la cabeza, aunque en la zona, a los azulones les costaba hacer daño. Mbay dominaba la pintura y ni Poscic, ni Javi Vega encontraban la manera de hacer daño al filial azulgrana. La igualdad se mantenía, aunque un triple de Edu Martínez permitió a los de Andreu Casadevall acabar este primer cuarto con cuatro puntos de diferencia (26-22).

Los dos equipos estaban muy parejos y, aunque el San Pablo Inmobiliaria trataba de forzar la máquina en defensa, no podía con el talento barcelonés. Sin embargo, en el inicio de la segunda manga el cuadro local pareció encontrar la tecla. Comenzó a tener un juego más equilibrado y sus hombres interiores acompañaron.

La escuadra castellana llegó a gozar de 10 puntos de diferencia (35-25) en los primeros compases, aunque llegó la reacción azulgrana. La diferencia fue decreciendo, a lo que se unió la tercera de Matija Poscic. Andreu pidió dos tiempos muertos casi consecutivos con el 37-32 y con el 40-37. No le gustaba lo que veía y trataba de corregir a los suyos, aunque no daba con la clave.

El juego local mejoró en el tramo final del cuarto, lo que posibilitó que la diferencia al descanso fuera de cinco puntos a favor de los de casa (45-40). Todo estaba por decidir, aunque era el San Pablo Inmobiliaria el que seguía con la sartén por el mango. La brecha era escasa, más ante un rival con tanto baloncesto como el Barcelona B.

El conjunto castellano volvió a saltar con fuerza en el tercer cuarto. Pese a que fueron los catalanes los que hicieron la primera canasta, los de casa se mostraron más entonados. San Pablo trataba de crecer desde la defensa y lo conseguía, aunque de forma intermitente. Volvió la máxima con el 57-47.Sin embargo, cuando parecía que los burgaleses podían abrir brecha llegaba la reacción visitante.

Los locales siempre llevaban la voz cantante en el marcador. Tiraban de intensidad en ambos aros para doblegar a un oponente más pausado. Los de casa iban poco a poco ganando la partida pese a su inferioridad bajo los aros. Un triple de Maresch a 3:40 para el final del tercer cuarto ponía la máxima (62-51), aunque un 1-5 en contra volvía a estrechar el marcador.

El Inmobiliaria San Pablo era incapaz de romper el partido, pese a que daba la sensación de que estaba un escalón por encima de su rival. La calidad del cuadro catalán le hacía resurgir en los momentos críticos, en los que los de casa no acababan de machacar. Se llegó al final de este tercer cuarto con el marcador en un pañuelo otra vez (66-61).

Mal comenzó el último cuarto para los de casa. Era un presagio. Fornas logró la primera canasta, pero dos triples consecutivos de Marc García redujeron la diferencia a la mínima expresión (68-67). Faltaban más de 8 minutos para el final y el Barcelona B se acercaba peligrosamente. Nunca había estado por delante en el marcador, pero llegaba con fuerza. Casadevall trató de frenar el ímpetu visitante con un tiempo muerto.

En la siguiente jugada Lakovic hacía otro triple y ponía por delante a los azulgrana por primera vez en el choque. Los nervios llegaron a la escuadra de Casadevall y el Barca B quería aprovechar su oportunidad. Sin embargo, la igualdad se volvió a instalar en la cancha. Los errores se multiplicaron en uno y otro bando. Faltaban ideas y sangre fría. Los nervios empequeñecieron ambos aros.

Con el 74-74, Marc García, el jugador más determinante de los azulgrana, anotó otro triple que a falta de un minuto para el final complicaba sobremanera el partido a los de casa. Maresch volvía apretar el marcador desde la línea de tiros libres, mientras que Barton dificultaba aún más las cosas para el San Pablo Inmobiliaria con otro triple. La serenidad había llegado al bando visitante en el momento preciso y los de casa no encontraron el camino adecuado.

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