Ayuntamiento y Dragados sellarán su acuerdo la próxima semana

BURGOS El rugby burgalés aún no puede celebrar el regreso a la normalidad en los trabajos de remodelación del campo de San Amaro pero, al menos, respira aliviado tras el avance completado en la mañana de ayer por el Ayuntamiento de Burgos y la empresa adjudicataria de las obras.El conflicto creado a causa de la reconstrucción de la grada aún no se ha resuelto, pero ambas partes se han citado para el miércoles día 20 de enero para zanjar esta polémica de una vez por todas.Después de varias semanas de desencuentro, el equipo de Gobierno y la firma Dragados han encontrado la senda a seguir en las conversaciones y la tirantez ha dado paso a un nuevo escenario que invita a pensar en positivo. Solo algunas «divergencias» relacionadas con aspectos técnicos impidieron alcanzar ayer un acuerdo definitivo y reactivar así los trabajos en esta zona del complejo.Por eso, representantes del Ayuntamiento prefieren mantener la cautela y esperar al desarrollo de una próxima reunión.Lorena de la Fuente, concejal responsable del área de Deportes del Ayuntamiento de Burgos, mantiene el discurso de los últimos días. Sin embargo, la tensión se ha relajado tras la reunión de ayer. «La idea es llegar a un punto intermedio y la intención de las dos partes es resolver esta cuestión el próximo miércoles», explica.Cabe recordar que el equipo de Gobierno lamenta la postura de Dragados con respecto a la reconstrucción de la grada de San Amaro cuando la empresa logró la adjudicación de las obras tras incluir esta mejora en el proyecto general de remodelación del complejo reservado a la práctica del rugby.El calendario marcado en el programa de inversiones financieramente sostenibles exigía a la empresa entregar la dotación antes del 31 de diciembre, pero a 15 de enero tampoco han finalizado los trabajos previstos en la zona de juego. Una de las soluciones que el Ayuntamiento ofrece a Dragados es ampliar los plazos iniciales y recuperar la marcha normal de las obras con el fin de zanjar la cuestión lo antes posible.A la espera de que constructora y equipo de Gobierno alcancen un acuerdo definitivo, a lo largo de la semana se han desarrollado diversas actuaciones en el campo de rugby, tanto en el terreno de juego como en la zona perimetral.Mientras tanto, el Aparejadores se arma de paciencia y se adapta a un problema agravado por las malas condiciones que presenta su ‘casa’ provisional, el anillo de las pistas Purificación Santamarta. El club valora que los trabajadores municipales hayan adecentado el terreno de juego en los últimos días en una semana complicada de entrenamientos.El UBU se ejercitó el lunes en Pallafría, descansó martes y miércoles y ayer realizó trabajo físico en San Amaro. Hoy se desplazará a Valdorros y, antes de medirse el domingo al Uribealdea en un partido crucial, el club valora la posibilidad de completar una sesión técnica mañana por la mañana en Rubena coincidiendo con las horas reservadas para la cantera.