El San Pablo se reinventa

Árbitros: Muñoz García y Zamora Rodríguez.

Eliminados: No hubo.

Parciales: 15-22, 27-37 (descanso), 50-60 y 66-76 (final).

Breogán Lugo (66): Matulionis (2), Jeff Xavier (6), Dani López (10), Pep Ortega (19), Samb (5) -quinteto inicial-, Wright (10), Álex López (6), Rakocevic (4) y llorente (4).

San Pablo Inmobiliaria (76): Augustas Peciukevicius (7), Maresch (7), Edu Martínez (12), Javi Vega (12), Toncinic (10) -quinteto inicial-, Vilanova (-), Huertas (15) y Fornas (13).Se preveía un encuentro harto complicado para el San Pablo Inmobiliaria por varios motivos: sus bajas, la calidad del rival y la racha negativa que arrastraba.Sin embargo, la mejor versión del conjunto burgalés salió a la luz en Lugo. Se mostró siempre muy superior a un Breogán que nunca estuvo a la altura. Fue un triunfo del colectivo, de un equipo que supo sacar petróleo de los puntos débiles de su oponente y apretar los dientes cuando los Pep Ortega, Dani López, Jeff Xavier y compañía forzaron la maquinaría.

El San Pablo simplemente fue mejor. No importó que solo contara con una rotación de 8 jugadores. Todos aportaron su granito de arena e hicieron del rebote la mejor arma para tener siempre la situación bajo control -acabaron con 16 capturas más su oponente, logrando 17 ofensivas-.

Las cuatro derrotas consecutivas ya son historia. Regresó el equipo del que la afición burgalesa quiere disfrutar y el objetivo es que no se vaya.

El choque comenzó con desacierto por ambos bandos, aunque fue el San Pablo el que cogió las riendas del marcador desde el inicio. Los errores en el tiro protagonizaron los primeros minutos, aderezados con las dos faltas de Samb, que en poco más de dos minutos se tuvo que ir al banquillo para evitar males mayores.

El guión del choque cambió con el avance del partido. Los burgaleses ajustaron el punto de mira y llegó un 0-8 que provocó el tiempo muerto del cuadro lucense. Los gallegos no encontraban el camino hacia el aro castellano, mientras que el rebote era cosa de un San Pablo mucho más lúcido en ataque. El conjunto de Burgos era mejor en ambos aros, lo que le permitía gozar de una cómoda ventaja.

La balanza en el juego se equilibró en cuanto Breogán encontró a sus pívots. El marcador se redujo (11-15), aunque antes de que llegara el final del primer cuarto el conjunto que entrena Epi amplió la brecha hasta el 15-22 con el que acabó el primer acto.

La alternancia en su defensa y el dominio en las capturas, permitía al San Pablo Inmobiliaria tener la sartén por el mango. Los burgaleses, mucho más a gusto sobre el terreno de juego, se mostraron superiores a su adversario también en el inicio de la segunda manga. De esta forma llegó la máxima con un triple de Huertas a falta de cinco minutos para el descanso (20-32).

A partir de ese momento, el conjunto castellano entró en un bache ofensivo que le mantuvo varios minutos anclado en el 32. Mantuvo alta la intensidad en defensa, así como siguió dominando el rebote, lo que le bastó para mantener la distancia y llegar al descanso con una notable ventaja (27-37).

Tras el descenso la situación se puso aún más a favor del conjunto castellano. Un 2-8 de inicio dejó un marcador de 29-45. El banquillo lucense trató de poner fin a la sangría con un tiempo muerto. San Pablo se mostraba superior en todos los aspectos, ante un oponente que no acababa de encontrar el camino.

En un arranque de raza por parte de los gallegos, llegó un 5-0 que dejó la brecha en 11 puntos (41-52). Epi no quiso que Breogán se metiera en el partido y solicitó tiempo muerto para cortar el ritmo de su oponente, que seguía muy lejos en el marcador.

Pero Pep Ortega se echó el equipo a la espalda y el parcial para los gallegos siguió aumentando hasta llegar al 9-0 (44-52). Los veteranos del conjunto lucense tiraban del carro para buscar la remontada. La diferencia, por primera vez en muchos minutos, bajaba de forma continuada de los 10 puntos y Toncinic cometía la tercera falta personal.

San Pablo mantenía el tipo y la calma. Se mostraba acertado desde la línea de tiros libres y seguía mandando en el marcador pese al arreón local. La escuadra burgalesa nadaba y guardaba la ropa. Aguantó con sobriedad y llegó a los 10 últimos minutos de partido con una ventaja de 10 puntos (50-60).

Al San Pablo le tocaba administrar su diferencia y supo aguantar la presión de los locales. Se llegó al ecuador de este último cuarto con el conjunto de Epi con una ventaja de 11 puntos (57-68), lo que parecía suficiente para que el conjunto de El Plantío se llevara el choque.

Los nervios se instalaron en el equipo gallego, que se veía impotente ante un oponente sereno y con las ideas muy claras.Pese a los intentos a la desesperada de Breogán, los del Pazo Dos Deportes nunca tuvieron opción de luchar por el partido, ya que la diferencia no hizo más que aumentar. Ya en los minutos finales, los de Lugo pudieron maquillar el marcador y dejar la diferencia en los 10 puntos.