El Mirandés, a dar carpetazo a la maldición de Montilivi

El Mirandés viaja a tierras catalanas con la intención de dar la vuelta a las estadísticas. El cuadro rojillo quiere acabar de una vez por todas con la maldición que le persigue en Montilivi desde su ascenso a la categoría de plata nacional (18,00 horas). La escuadra de Carlos Terrazas quiere hacer pagar al Girona los platos rotos del tropiezo del pasado fin de semana ante su afición. Aunque tiene por delante una contienda harto compleja.

Los burgaleses intentarán recuperar su mejor versión para dejar en el olvido la afrenta recibida en Anduva. Si bien no parece el rival más propicio para retornar a la senda del triunfo. Y es que enfrente tendrán a un contendiente en su mejor momento de la temporada.

Los anfitriones encaran este duelo pletóricos de moral. Tras una primera parte de la competición más que irregular (muy lejos de sus aspiraciones de partida) el cuadro que dirige Pablo Machín ha metido el turbo. De hecho, una magnífica racha de resultados en los dos últimos meses del curso (saldados con 4 victorias y 3 empates) les ha metido de lleno en la pomada por la promoción de ascenso.

Así las cosas, los catalanes se han situado a tan solo tres puntos de los rojillos en la general y buscan un nuevo golpe de efecto ante su afición para colocarse a tiro de piedra de la frontera que marca la disputa del play-off.

El duelo se plantea como un choque de estilos en Montilivi. Los gerundenses han sido capaces de escalar posiciones a velocidad de vértigo sobre la base de un complejo entramado defensivo que les ha permitido erigirse como uno de los equipos menos goleados de la categoría (solo han encajado 23 dianas, solo superado en esta faceta por el líder, el Leganés).

Machín plantea un sistema táctico una línea de 5 defensas (con carrileros muy largos) que le está dando muy buenos resultados. Lo que contrasta con el atrevido planteamiento futbolístico de Terrazas en la presente temporada.

Dos de los equipos más en forma de Segunda División frente a frente en un atractivo duelo con mucho en juego. Los burgaleses necesitan un golpe de efecto para recuperar el crédito. No terminan de dar con la tecla en Anduva, pero llegan a Girona con la vitola del mejor visitante de la categoría. Y esta última circunstancia se agarra como un clavo ardiente el conjunto rojillo para intentar sacar adelante en encuentro muy exigente.

Los de Terrazas se han conjurado para poner punto final a sus malos resultados en el municipal de Girona, del que han salido derrotados en sus tres visitas.

Las bajas volverán a ser, una semana más, un importante caballo de batalla para los burgaleses. Carlos Terrazas no podrá contar con el concurso de uno de sus mejores referentes ofensivos, Néstor Salinas, que tiene por delante todavía un largo proceso de convalecencia.

Ni con el defensor Gaffoor, que fue intervenido quirúrgicamente la pasada semana por una fractura en el pómulo que se produjo en el último partido a domicilio.

A la lista de bajas por lesión se suma la del defensor Galán, que cumple hoy el segundo de los dos partidos de sanción que le impuso Competición por su expulsión en Albacete.

Además, y pese a estar en perfectas condiciones físicas, Carlos Terrazas ha dejado fuera de la convocatoria a un hombre fijo en las alineaciones en los últimos meses, Javi Cantero (su puesto lo ha ocupado Josu Hernáez).

También Pablo Machín tendrá problemas para configurar el equipo titular con el que intentará dar continuidad a los buenos resultados de las últimas jornadas. El técnico del Girona tendrá las bajas seguras de Felipe Sanchón y Rubén Sobrino, que una semana más sigue recuperándose de sus respectivas lesiones.

La más que probable novedad en el once del equipo gerundense será la del defensa Pedro Alcalá, que vuelve después de cumplir sanción, así como la de Lekic que cubrirá la baja del sancionado Mata en la punta de su ataque.