BALONMANO / Asobal
El Villa de Aranda se atasca en Cuenca
El cuadro de Jacobo Cuétara cae en un partido sin fluidez ofensiva / Los ribereños compitieron a remolque del rival tras el 11-11 / Muñoz tiró del carro burgalés en una tarde difícil
GLOBALCAJA CIUDAD ENCANTADA 22
VILLA DE ARANDA 19Ciudad Encantada: Ibáñez, Vainstein (2), Mendoza (-), Alves (-), Rafael López (6), Valles (2) y Sergio López (4) -equipo inicial- Fernández (-), Tolmos (-), Hugo López (-), Zejak (2), Pérez (-), Frade (3), Martínez (3), Vial (-).Villa de Aranda: Santana, Canyigueral (2), Peciña (1), Moyano (1), Muñoz (7), Sánchez (1) y Cakic (1) -equipo inicial- Part (1), Moreira (1), Revin (-), Nantes (4), Ramos (1) y Martín (-) . Árbitros: Peñaranda y Yagüe. Amonestaron a los locales Vainstein, Mendoza y Rafael López, y a los visitantes Moyano y Revin.Parciales cada 5 minutos: 1-2; 2-3; 4-4; 7-6; 8-7; 10-8 (descanso); 10-9; 13-11; 16-13; 18-15; 19-17; 22-19 (final).CUENCA
El Villa de Aranda cerró su semana más extraña de la peor forma posible. El conjunto ribereño tenía la posibilidad de situarse a un paso de la tercera plaza de la clasificación en la Liga Asobal, pero regresó de su visita a Cuenca con una derrota en el zurrón.Los gualdiazules, quienes afrontaban este envite con las ausencias de Oswaldo y Mejías, debían abstraerse del ruido generado tras confirmarse la próxima salida del técnico Jacobo Cuétara. Sin embargo, casualidad o no, lo cierto es que los burgaleses nunca se encontraron cómodos sobre la cancha de El Sargal.El GlobalCaja Ciudad Encantada necesitaba los puntos en juego para distanciarse de la zona peligrosa de la clasificación y se mostró más certero que su rival en los momentos importantes.
Y eso que el Villa de Aranda mandó en el arranque con una buena puesta en escena. Los gualdiazules impusieron su criterio en los primeros compases liderados por Javi Muñoz, pero el parcial inaugural de 1-3 no tuvo la continuidad necesaria.En una primera parte en la que ni unos ni otros se mostraron cómodos en labores de ataque, fueron los locales quienes se hicieron con la iniciativa en el juego. Cierto es que el marcador siempre se caracterizó por la igualdad y que ninguno de los dos contendientes disfrutó de ventajas superiores a los tres tantos. Sea como fuere, los manchegos tomaron el mando.El Villa de Aranda se vio abocado a competir a remolque a pesar de neutralizar la primera ventaja local. Pero a partir del 7-7 los burgaleses siempre fueron un paso por detrás.
Un arranque conquense de 3-0 se convirtió en un muro imposible de superar para los pupilos de Cuétara, a pesar del tanto del omnipresente Muñoz para aliviar el problema al descanso (10-8).En la segunda parte, poco o nada cambió. Los visitantes apretaron los dientes para igualar a 11 en un partido que ya tenía definida su tendencia. El Globalcaja no dio respiro a los castellanos, quienes vieron cómo sus esfuerzos quedaron reducidos a anécdota con el 16-12.Restaban 15 minutos para el final y el Villa de Aranda necesitaba encontrar de inmediato la inspiración que nunca acabó de llegar. Los gualdiazules remaron contra corriente hasta el final y llamaron a las puertas de la remontada con el 18-17. Los burgaleses hicieron la goma y en ese constante toma y daca acabaron cediendo ante un Globalcaja que se da un respiro.