El UBU no afloja

UBU APAREJADORES  28

UNIVERSIDAD DE VIGO  19

UBU Aparejadores: Obregón, Fuente, Caballero, Christensen, Estébanez, Djosseu, Aristemuño, Campbell, Camarero, Álvarez, Henderson, Sáez, Imo, Álvaro González y Martín. También jugaron Lucio, Gustavo González, Visiers, Domínguez, Sánchez y Soria.

Universidad de Vigo: Moure, Prieto, Muñiz, Juan Manuel Rodríguez, López, Filgueira, Salgado, Tatafu, Riveiro, Adolfo Rodríguez, Gutiérrez, Caride, Abadía, Villegas y De Cabo. También jugó: Oliveira.Árbitro: Santiago Merino.Tarjetas amarillas: Al jugador local Jorge Fuente en el minuto 53 por falta reiterada de equipo.

Tanteo: 7-0, min. 15: ensayo de Henderson transformado por Álvarez; 14-0, min. 18: ensayo de Imo transformado por Álvarez; 14-7, min. 23: ensayo de Tatafu transformado por Adolfo Rodríguez; 21-7, min. 35: ensayo de Camarero transformado por Álvarez; 28-7, min, 49: ensayo de Gustavo González transformado por Álvarez; 28-12, min. 60: ensayo de Muñiz; 28-19, min. 64: ensayo de Muñiz transformado por Adolfo Rodríguez.BURGOS

El UBU Aparejadores estrenó el nuevo campo de San Amaro con una entretenida victoria ante una Universidad de Vigo que dejó una buena imagen en su paso por Burgos. En un partido abierto, los gualdinegros tuvieron pegada, lograron su objetivo y sumaron cinco puntos valiosos para el cruce del play off.

La tarea no era sencilla, ya que los burgaleses se midieron a un conjunto peligroso y libre de presión. El XV local presentó novedades con las ausencias de Tito López y Jan Ferreira, mientras que el cuerpo técnico optó por dar descanso a los alas Soria y Domínguez en un envite en el que el Universidad de Vigo quiso ser protagonista de principio a fin.

Los visitantes apostaron por el juego a la mano y la continuidad en las acciones ofensivas. Era un rugby dinámico, abierto y con riesgos. Cualquier error de cálculo o fallo en la transmisión dejaba a los burgaleses en situaciones cómodas de contraataque. Sin embargo, los rojiblancos se llevaron el mérito de competir en campo contrario durante varias fases.

El UBU tuvo que emplearse a fondo en defensa para frenar las carreras gallegas. Los vigueses recorrieron muchos metros con el oval y practicaron la evasión con brillantez. Los de casa estaban obligados a estar finos con los placajes y en esa tarea Jorge Fuente se gustó para contener el ímpetu rival.

El UBU quiso sacudirse el dominio con dos golpes de castigo que Álvarez no pudo incrustar en la ‘H’. Sin embargo, cada vez que los burgaleses alcanzaban la línea de 22 lo hacían con peligro y en cinco minutos encauzaron el envite. Tras una touche, el equipo gualdinegro llevó el oval de lado a lado y Henderson rubricó la conquista en el ala. Y, a renglón seguido, Martín abrió la puerta por el centro y asistió a Imo para ampliar una ventaja afianzada con las patadas de Álvarez.

Quedaba por ver la respuesta del Universidad de Vigo tras el 14-0 y los rojiblancos no defraudaron. Los visitantes siguieron a lo suyo, se rearmaron y empujaron con fe para recortar distancias y demostrar que seguían vivos en el partido.

El balón era gallego, pero el UBU contuvo con fuerza y se mostró lúcido en labores de ataque. Tanto, que montó una contra de libro para asegurar su liderazgo antes del descanso. Todo nació en un golpe de castigo en la 22 propia. Los burgaleses firmaron una transición perfecta con un impecable juego a la mano rubricado con la cabalgada de Sáez y el posado de un Dani Camarero asentado en la posición de medio melé.

Con el 21-7, los burgaleses no querían sustos en la segunda parte ante un rival generoso en el esfuerzo y liderado por el tanque Tatafu. El UBU aprendió la lección y jugó en el campo contrario en los primeros minutos, hasta asegurar la victoria y el bonus ofensivo gracias al ensayo del veterano delantero Gustavo González. Ahora sí, el 28-7 parecía que iba a acabar con la resistencia viguesa, pero ni por esas.

Jorge Fuente vio la amarilla en el minuto 53 y la acción espoleó a un conjunto gallego que mantuvo siempre su nivel de juego sin importarle el marcador. El Universidad de Vigo aprovechó su superioridad numérica para protagonizar un nuevo arreón que sí encontró el premio que buscaba. El primera línea Muñiz, uno de los más destacados, necesitó tres minutos para posar el oval en dos ocasiones en la línea de marca burgalesa y estrechar el marcador.

El resultado nunca peligró porque los visitantes no estaban para remontadas y porque los burgaleses manejaron la situación con calma. El 28-19 dejaba un margen de seguridad para afrontar el tramo final de un partido en el que los de San Amaro se instalaron en terreno vigués para evitar apuros y disfrutar con todas las garantías del nuevo parón antes de encarar un tramo final de temporada que ofrecerá emociones fuertes.