El protagonista que no quiere serlo

BURGOS

La final de la Copa del Rey de rugby de la temporada 2015/2016 tiene todos los ingredientes para convertirse en una cita para la historia. El estadio José Zorrilla de Valladolid reunirá en la mañana de hoy -13,00 horas- a más de 26.000 espectadores divididos entre chamizos y queseros para disfrutar de un derbi pucelano en el que el burgalés Jorge Molpeceres asumirá la responsabilidad de impartir justicia.

Un Entrepinares-El Salvador no es un partido cualquiera y más si se trata de una final de Copa. Molpeceres reconoce que éste es un acontecimiento «especial», hasta el punto de que su rutina habitual ha cambiado para afrontar este compromiso en las mejores condiciones.

«Un encuentro como éste lleva más preparación», explica. «Hacemos un estudio de los equipos y hemos pedido consejo a algunos compañeros más experimentados», indica Molpeceres, quien se encuentra concentrado desde ayer con el resto del conjunto arbitral.

A sus 29 años de edad, el burgalés será protagonista de un acontecimiento muy importante con el objetivo de pasar desapercibido. Asegura no sentir ningún tipo de presión porque está acostumbrado a dirigir partidos de División de Honor y también cuenta con experiencia internacional. A pesar de ello, su presencia en la cita supone una gran oportunidad. «Estoy contento por estar en la final de Copa. No lo esperaba», explica.

Molpeceres reconoce que un derbi pucelano es un partido «diferente» por la «rivalidad» existente en Valladolid, capital del rugby español. Con todo, se muestra tranquilo. «En este mundo nos conocemos todos», apunta.

Ni siquiera la presencia de 26.000 personas en las gradas altera al burgalés, acostumbrado a arbitrar «con menos gente» o, incluso, «con muy pocos espectadores». «No supondrá un problema. El ambiente que haya alrededor me dará un poco igual en cuanto me meta en faena y esté concentrado», afirma.

Su designación para este partido supone un paso más en su prometedora carrera. Sin embargo, rechaza todo tipo de halago. «Decir que soy el árbitro español con más progresión es mucho decir y esas cosas no van conmigo. En este caso han considerado que soy el apropiado, pero hay compañeros que tienen más nivel que yo», zanja.

El colegiado local se formó como jugador en la cantera del Ferroplás, pero una lesión le invitó a seguir la tradición familiar en el mundo del arbitraje. Afincado en Barcelona («soy burgalés y me siento burgalés»), Molpeceres disfrutará hoy de una experiencia única después de participar el pasado mes de marzo en el Campeonato de Europa sub 18.