«El proyecto era una locura, pero se han hecho bien las cosas»

BURGOS

Anda muy atareado Andreu Casadevall en su misión de mantener al CAI de Zaragoza en la Liga ACB. Sin embargo, el técnico catalán sigue de cerca las aventuras del San Pablo Inmobiliaria y celebra la clasificación del equipo burgalés para disputar el play off. «Nadie hubiera imaginado estar a estas alturas en una situación tan privilegiada», destaca.

El preparador habla con conocimiento de causa, puesto que es uno de los padres de un conjunto creado contra natura y fuera de todo plazo lógico. «Cuando me reuní en Madrid con la directiva les dije que este proyecto me parecía una locura, pero se han hecho bien las cosas», señala.

 

Casadevall, que dejó Burgos el pasado mes de noviembre después de ocho años en el banquillo de El Plantío, aún tiene fresco el trajín llevado en agosto y septiembre. «No teníamos tiempo y fueron días de locos. Había que hacer un equipo y ni siquiera teníamos camisetas o balones», recuerda.

Aquellos tiempos de nervios y tensión merecieron la pena. Finalmente se dio forma a un plantel «competitivo», aunque los jugadores necesitaban un tiempo de adaptación. «Se superó esa fase y gracias al buen trabajo de Epi se ha cerrado una temporada sensacional», apunta. El preparador catalán subraya la aportación de su sucesor y el «compromiso de los jugadores».

«Jugadores con experiencia como Javi Vega, Rafa Huertas, Anton Maresch o Roger Fornas han ayudado mucho al grupo con la aportación de otros como Edu Martínez o Vilanova», explica. Y es que esa unión era básica para que los nuevos entraran con facilidad en la dinámica del grupo. «Los extranjeros han trabajado bien y el equipo ha quedado en tercera posición por méritos propios», apunta.

El San Pablo Inmobiliaria ha conseguido lo que era inimaginable el pasado mes de septiembre, cuando el mayor triunfo era ver a once profesionales entrenando en El Plantío como si nada hubiera pasado en el verano. Pero la época estival dio para mucho y dejó herido al baloncesto burgalés después de que el Tizona se echara a un lado para centrarse en los litigios abiertos en defensa de sus derechos.

«La directiva del San Pablo era novata, pero ha seguido la inercia del anterior proyecto y ha sabido conectar con la afición», indica un Casadevall que considera «muy importante» este aspecto. «A pesar de todo lo que ha ocurrido, Burgos sigue queriendo baloncesto y eso debe suponer un toque de atención para los que están arriba. Hay toda una afición y toda una ciudad detrás de esto y no se puede desperdiciar», advierte.

Llegado este punto, Casadevall valora el rendimiento mostrado por un proyecto serio. «Con ganas y dedicación las cosas salen bien», concluye. Sin embargo, el San Pablo quiere seguir haciendo historia y contará con el apoyo de su ex entrenador. Ya sea desde la distancia o en persona, si su apretada agenda le permite volver a la que siempre será su casa.