El Correo de Burgos

FÚTBOL / Segunda

Duro castigo para el Mirandés

El conjunto rojillo cae goleado en Oviedo / Los carbayones se adelantaron en los primeros compases y Eguaras se encontró con el larguero con el 1-0 / El rival ofreció su mejor versión ante un equipo ferroviario sin fortuna en los momentos decisivos

Burgos

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REAL OVIEDO 4

CD MIRANDÉS 1

Real Oviedo: Miño, Fernández, David Fernández, Josete, Peña, Susaeta, Erice (Verdés, min. 72), Edu Bedia (Koné, min. 64), Borja Valle, Linares (Míchel, min. 58) y Toché.

CD Mirandés: Raúl Fernández, Galán, Álex Ortiz, Cantero, Eguaras (Provencia, min. 52), Rúper (Carlos Lázaro, min. 79), Kijera, Sangalli, Néstor, Alain y Ion Vélez (Abdón, min. 46).

Árbitro: Saúl Ais Reig, del comité valenciano. Mostró tarjeta amarilla al local Edu Bedia y al visitante Galán.

Goles: 1-0, Erice, min. 4; 2-0, Toché, min. 52; 3-0, Borja Valle, min. 58; 4-0, Susaeta, de penalti, min. 77; 4-1, Sangalli, min. 90.OVIEDO

Un gol encajado a los cuatro minutos de juego trastocó los planes del Mirandés ante un Oviedo que ofreció ayer su mejor versión para imponerse a los de Carlos Terrazas por 4-1. El tempranero tanto carbayón obligó a los rojillos a realizar un sobresfuerzo en la primera parte y ese desgaste les pasó factura en los segundos 45 minutos.

El Mirandés se encontró en la primera parte con un gran Real Oviedo, un equipo que abrió el campo, con buena combinación de juego por el centro y mucha profundidad. Susaeta y Borja Valle fueron una constante pesadilla para Galán y Cantero, que no encontraban la forma de parar a los extremos azules.

El sistema local tardó poco en tener éxito. A los cuatro minutos de juego, Rúper se vio obligado a cortar en falta una internada de Edu Bedia. Susaeta fue el encargado de botar el libre directo a unos 25 metros de Raúl Fernández, que logró desviar con los puños el certero disparo del vasco para enviarlo fuera por la línea de fondo. De nuevo Susaeta puso el balón a Borja Valle, pero su volea rebotó en la defensa burgalesa. Entonces, el esférico llegó a pies de Erice para batir a Raúl de un fuerte disparo.

El Oviedo jugaba muy cómodo ante la defensa de tres del Mirandés y obligaba a los de Terrazas a hacer un gran esfuerzo físico, corriendo detrás del balón. Y ese desgaste era peligroso para la segunda parte.

Los rojillos se recuperaron del mazazo del gol y poco a poco fueron haciéndose con el balón, que de mano habían cedido al Oviedo. El partido estaba abierto y muy bonito para el espectador. Edu Bedia intentó el disparo, pero Álex Ortiz se interpuso para atajar el peligro. Lo mismo hizo Miño, que despejó con los puños un balón al área de Alain en una falta lateral desde la derecha. La primera ocasión clara de los de Carlos Terrazas llegó a los 18 minutos, en un potente disparo de Eguaras que se fue al larguero.

Sangalli tomó la batuta desde la banda para buscar el empate, pero en la primera ocasión no logró finalizar una jugada personal y, en la segunda, Miño se adelantó para cortar su centro a Alain. Su tercer intento fue mucho más claro, con un pase a la boca de gol que Néstor tocó con el pecho, pero Miño evitó que el balón entrase sobre la misma línea de gol.

La suerte se alió con los locales a los siete minutos de la reanudación. Una genial incursión de Susaeta por la banda acabó en un pase a boca de gol que Linares remató de tacón, sin éxito, aunque el balón llegó en el segundo palo a Toché. El ariete no falló con todo a favor y subió el segundo gol al marcador.

La tímida reacción del Mirandés, en una jugada entre Alain y Abdón en el área pequeña que acabó en córner, tuvo la réplica en el tercero del Oviedo al aprovechar en una contra Borja Valle un pase de Toché y batir a Raúl en su desesperada salida.

Provencio pudo acortar distancias en un remate de cabeza en el área solo ante Miño a pase de Alain, pero el centrocampista no estuvo atinado y remató fuera poco antes de que llegase la sentencia definitiva en forma de penalti.

Galán tocó con la mano en el área y Susaeta no desperdició la ocasión de cerrar el partido. El Mirandés sufría físicamente tras el esfuerzo de la primera parte y el cuarto gol acabó con la moral de los rojillos.

Néstor puso a prueba a Miño en un fuerte disparo, pero el meta ovetense respondió a la perfección. El gesto de desolación del delantero burgalés ante esa acción reflejaba la situación del equipo burgalés sobre el césped del Carlos Tartiere. Los tres minutos de prolongación sirvieron para que Sangalli acertase por fin ante la meta de Miño y subiese al marcador el gol del honor para un Mirandés que se aleja un poco más de su objetivo del play off.

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