Un amor que parece imposible

BURGOS

Puede que haya pasado el último tren para que Pep Ortega volviera a vestir de azul en El Plantío con su tercer club tras CB Atapuerca y CB Tizona. Los tiempos marcados por el San Pablo Inmobiliaria en el mercado de fichajes no han coincidido con el planteamiento del ala pívot catalán, quien ha optado por mover ficha y jugar las dos próximas temporadas en el CB Prat.

Después de militar en cinco equipos las dos últimas campañas (Estudiantes, Manresa, Trouville, Aix Maurienne Savoie y Breogán), Ortega buscaba estabilidad y la continuidad necesaria dentro de la cancha. Por eso, solo se planteaba jugar en Burgos, en Lugo o en su Cataluña natal. Finalmente, volverá a vestir la camiseta del Prat.

«Echaba de menos estar en mi tierra y con mi gente después de una serie de asuntos familiares que me han marcado. Últimamente no me he sentido tan cómodo fuera de casa», explica.

Ortega, de 32 años de edad, reforzará a un Prat cuyos objetivos son modestos. Sin embargo, valora de forma positiva este nuevo paso en su carrera. «Es un club humilde. Conozco sus puntos fuertes y sus puntos débiles porque he trabajado allí, pero me han dado todas las facilidades y jugar en mi tierra es una felicidad», comenta.

Sin embargo, el ex capitán del Autocid muestra su tristeza por no cumplir su deseo de jugar en El Plantío «al menos un año más». «Esperé la llamada de Burgos porque es mi casa. Es donde más años he jugado y me siento identificado con la afición y la ciudad. Siento como si fuera de allí», apunta.

Han pasado dos años desde que Ortega dijera adiós al Autocid para aprovechar su oportunidad en ACB. Tras el adiós del Tizona al concierto profesional, la irrupción el pasado verano del CB Miraflores abrió una puerta inesperada. Demasiado tarde. «Cuando me llamó Andreu -Casadevall- ya tenía contrato en Uruguay y no pude volver, pero en el ambiente quedó la sensación de que surgiría otra oportunidad antes o después», recuerda.

El caso es que esa opción nunca más se dio. «Al volver de Uruguay volví a hablar con Andreu y me dijo que esperara un poco. Me fui un mes a Francia y después él se marchó al CAI. Seguí en contacto con el club, pero al final no pude esperar más y acepté la oferta de Lugo», recuerda.

Ahora, con la temporada finalizada, Ortega aguardó una propuesta del San Pablo que no llegó. El club burgalés se centró en la renovación de Javi Vega y, apalabrada la continuidad del madrileño, no ha habido margen para negociar con un Pep Ortega que la próxima temporada jugará por primera vez como rival en El Plantío desde fichara por el CB Atapuerca en 2011. «Todo ha sido extraño, pero con los años he entendido que el baloncesto es un negocio. Creía que había un sentimiento mutuo y, a pesar de todo, no tengo nada en contra del CB Miraflores», zanja.