El Correo de Burgos

BALONCESTO

Más luces que sombras

España, sin Pau Gasol ni Llull, vence con comodidad en el Coliseum en el estreno de su gira de preparación previa a los Juegos Olímpicos

Mirotic lanza a canasta por encima de la defensa de Angola, ayer.-SANTI OTERO

Mirotic lanza a canasta por encima de la defensa de Angola, ayer.-SANTI OTERO

Burgos

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ESPAÑA  85

ANGOLA  61

España: Ricky Rubio (2), Rudy (-), San Emeterio (5), Mirotic (19), Reyes (13) -quinteto inicial- Navarro (3), Calderón (6), Claver (2), Diop (4), Hernangómez (8), Ribas (7), Abrines (16).Angola: Morais (3), Santos (11), Paulo (4), Joaquim (11), Moore (8) -quinteto inicial- Domingos (2), Gonçalves (2), Sousa (10), Fernando (4), Ambrosio (-), Manuel (2), Ndoniema (4).Árbitros: Pérez Pizarro, Bultó y Pérez Niz.

Eliminados: No hubo.

Parciales: 22-13; 43-26 (descanso); 64-49 y 85-61 (final).BURGOS

Esta vez, España no sufrió los apuros vividos el pasado año contra Venezuela en su segunda visita al Coliseum. El conjunto de Scariolo cumplió con su objetivo el amistoso celebrado ayer frente a Angola y la afición burgalesa también sacó provecho de esta nueva experiencia internacional. Todos contentos, salvo un Ricky Rubio que dio el susto en el segundo cuarto. Aparentemente, sin importancia.

Las bajas de última hora de Pau Gasol (por asuntos burocráticos relacionados con su nuevo contrato NBA) y de Sergio Llull (por un leve esguince) fueron dos pequeños reveses agudizados por las ausencias ya conocidas de Marc Gasol y de Sergio Rodríguez.

Esta circunstancia obligó a Scariolo y a los aficionados a buscar el lado positivo y a ver el vaso medio lleno, pese a todo. Era el momento de disfrutar de los grandes clásicos y de las estrellas emergentes que piden paso con fuerza.

Angola fue el invitado de excepción de un partido que perdió parte del atractivo que sí disfrutó el España-Venezuela de 2015. La subcampeona de África no pudo hacer frente a una España que tiene un mes por delante para ultimar su puesta a punto.

Acoger un partido inaugural de una gira tiene su parte buena. Las expectativas y la ilusión que genera el inicio del camino olímpico adornan un espectáculo de por sí interesante. Sin embargo, la primera toma de contacto con la competición deja en evidencia los aspectos a mejorar por el grupo, ya sean físicos, tácticos o aquellos detalles relacionados con la chispa y la continuidad.

Aún así, hubo muchos detalles positivos y momentos brillantes para el espectador. España quiso correr siempre que pudo y sacó petróleo de la insultante superioridad ejercida por Reyes y Mirotic bajo los aros. El equipo de Scariolo, que falló sus primeros 10 intentos desde el triple, entendió que jugar cerca de la canasta facilita las cosas y puso tierra de por medio gracias a su pareja interior. Entre los dos sumaron 14 de los 20 primeros puntos de una España cómoda a la que le bastó un aceptable nivel defensivo para mantener a raya a su rival (20-9).

Cada vez que los de Scariolo metían el balón en la pintura, sacaban algo positivo. O canasta, o falta. También las dos cosas en muchas ocasiones. Sin embargo, el ritmo bajó con la entrada de las rotaciones. A pesar del buen nivel mostrado por el debutante Diop, el combinado local perdió revoluciones en el inicio del segundo cuarto y Angola aprovechó el bajón para mantener la distancia.

España necesitaba recuperar cuanto antes el dinamismo y, de paso, ‘pinchar’ un poco a un rival que no estaba por la labor de entrar al trapo. Tras unos minutos de desconcierto y un par de detalles de Hernangómez, el conjunto de Scariolo comenzó a carburar. Una leve mejoría defensiva fue suficiente para ganar ritmo en aro contrario y entre Abrines y Ribas abrieron la lata desde el 6,75. Ello, unido al regreso a pista de Reyes y Mirotic, permitió a España escaparse hasta el 43-26 del descanso.

Todo parecía encauzado tras el intermedio. España disfrutó de ventajas que rondaron los 20 puntos (51-32), pero poco a poco Angola se metió en dinámica positiva gracias a su acierto exterior. Así, tres triples impulsaron a los africanos para situar el 55-47 a 2:56 del final del tercer cuarto. Scariolo se vio obligado a llamar a los suyos al orden y fue suficiente para reordenar ideas y recuperar el pulso en el marcador.

Superado el bache, España inició el último periodo con el partido decidido (66-49) y se trataba de mantener el pistón en el tramo final, con alguna pequeña licencia en favor del espectáculo. La ventaja ya estaba estabilizada y Burgos se dedicó a disfrutar de una traca redondeada con ocho puntos consecutivos de Abrines que ponían la guinda a la cómoda victoria de España en el Coliseum.

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