El Correo de Burgos

Fútbol / Segunda B

Rumbo al infierno

El Burgos CF cabalga hacia la autodestrucción / Cede de forma injusta ante el Palencia, que envía a los blanquinegros al farolillo rojo (a 5 puntos de la salvación) / Paco Fernández parece sentenciado y Mandiola se perfila como su sustituto

Álvaro Antón intentó echarse el equipo a las espaldas en la segunda mitad, aunque el Burgos CF se encontró con las intervenciones de un Alejandro que salvó al Palencia-Raúl G. Ochoa

Álvaro Antón intentó echarse el equipo a las espaldas en la segunda mitad, aunque el Burgos CF se encontró con las intervenciones de un Alejandro que salvó al Palencia-Raúl G. Ochoa

Burgos

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BURGOS CF 0 - CD PALENCIA 1

Este Burgos está lanzado en una imparable carrera hacia la autodestrucción. Ni siquiera haciendo más méritos que su oponente de turno es capaz de regalarse una sonrisa. Y el proyecto agoniza apenas un mes después del arranque de la competición oficial. Con el equipo ocupando el farolillo rojo de la tabla clasificatoria tras su enésima derrota (esta vez inmerecida) a manos de un Palencia que llegaba a El Plantío con pleno de derrotas.

Y sin demasiados motivos para la esperanza. Es evidente que en la plantilla hay jugadores de calidad, pero no se ha conseguido hasta el momento, y han transcurrido ya 6 jornadas, un funcionamiento colectivo convincente. Sobre todo en una defensa con una incontrolable tendencia a la verbena y que se derrumba como un castillo de naipes al menor soplo de viento.

La escuadra mejoró sus argumentos ofensivos. No le faltó actitud, ni ambición, sobre todo en la segunda mitad, aunque es un grupo desprovisto de carácter para reponerse de los golpes.

Tras el enésimo varapalo el equipo queda en una situación que empieza a ser algo más que preocupante, hundido en el pozo de la general, lo que pone a su técnico a los pies de los caballos. La directiva se reunió ayer de urgencia al término del encuentro, pero Barriocanal aseguró que no se iba a tomar ninguna decisión en caliente con respecto a su futuro. Hoy le espera una tensa asamblea con una afición de uñas que pidió su dimisión y la del entrenador en varias ocasiones.

De momento, y por tercer partido consecutivo, Manix Mandiola, una de las opciones de la directiva el pasado verano, vio por tercera jornada consecutiva al equipo desde las gradas. Y se perfila como el sustituto de un Paco Fernández que, a expensas de la comunicación oficial, parece sentenciado.

No escaparon de la quema los jugadores, increpados por un buen número de aficionados que les esperaban en el exterior del estadio. Alguno de ellos (y el propio presidente) recibió más que palabras de una parroquia indignada y resignada.

Con mucho ritmo arrancó una contienda entre dos rivales con el agua al cuello. No se había cumplido el primer minuto de juego cuando ambos contrincantes habían buscado la meta contraria, los blanquinegros con un disparo de Jorge Fernández tras el saque de centro y los palentinos con un chut con rosca de Zapata desde el vértice del área grande que no encontró los tres palos.

El Burgos CF intentaba dominar el partido desde la posesión del esférico. Y la apuesta pareció salirle bien, esta vez sí, al cuadro blanquinegro, quien se hizo con la manija en la zona ancha desde el pitido inicial.

Una buena combinación de todo el frente de ataque local finalizó con una buena oportunidad para los de Paco Fernández. Dani Gómez cedió en profundidad sobre la incorporación de Jorge Fernández, quien ganando la línea de fondo sirvió al primer palo. Allí apareció Adrián para empalmar el balón con la izquierda, aunque su disparo se marchó ligeramente por encima del travesaño.

El Palencia, que llegó al Plantío con un poblado entramado defensivo, confiaba todas sus opciones ofensivas a lanzamientos lejanos como los protagonizados por Rodri y Zapata (sin encontrar la portería de Toni).

Álvaro Antón y Jorge Fernández intercambiaban constantemente sus posiciones para intentar generar zozobra en la hasta el momento retaguardia más frágil del grupo. Pero el CD Palencia fue ajustando sus peones en la última línea para obstaculizar con mayor solvencia las intentonas de los anfitriones. De hecho, la presencia en campo contrario de los burgaleses iba perdiendo eficacia.

Los problemas no tardaron en aparecer. Jorge García tuvo que dejar su puesto sobre el terreno de juego por un golpe con un contrario que le afectó a la visión. Paco Fernández dio entrada a Carlos Ramos, con lo que retrasó a Uxío al puesto de central.

Y de inmediato pudo golpear el cuadro blanquinegro en un balón en profundidad de Cusi sobre la internada de Jorge Fernández, cuyo chut cruzado con la izquierda salió lamiendo el poste de la meta del Palencia.

Sin embargo, los fantasmas de las dudas en la retaguardia del Burgos CF no tardaron en hacer acto de presencia. Fue el primer desajuste de la zaga local, en un centro de Chuchi desde la izquierda al segundo palo, donde Durántez, libre de marca, disparó cruzado desde el vértice del área chica. Toni repelió el balón, que cayó de nuevo a los pies del centrocampista palentino, que volvió a intentarlo con un disparo con rosca que se marchó desviado.

Un susto que generó zozobra en las gradas, demasiado acostumbradas a pifias de este calibre que han costado ya innumerables disgustos al cuadro de Paco Fernández.

La acumulación de efectivos ofensivos no daba por el momento el resultado esperado al conjunto local, incapaz de abrir la lata de la defensa palentina.

Al menos hasta que Álvaro Antón, tras bajar el balón y alzar la cabeza en busca de un compañero, puso un buen servicio al corazón del área en el 39. Allí el ariete canario Adrián, que ganó por arriba a su par, cabeceó el esférico, que fue despejado en una gran intervención por Alejandro García (el hermano gemelo del defensor blanquinegro Jorge). Pero fue un espejismo, puesto que el Burgos no daba con la tecla y se difuminaba poco a poco para desesperación de la grada, que mostró su desaprobación cuando sus jugadores tomaron el camino de los vestuarios.

Adrián desató las hostilidades en el segundo tiempo tras recoger un balón rechazado en un saque de esquina. Rodeado de defensores no pudo precisar el canario, que disparó a las nubes.

Siguió insistiendo el Burgos CF, ahora más ambicioso. Dani Gómez avanzó por el costado izquierdo y sirvió el esférico hacia el punto de penalti, donde apareció llegando desde atrás y en posición inmejorable Carlos Ramos, que cabeceó de forma defectuosa con todo a su favor. Pero no lograban los locales imponer su ley en la zona ancha y el balón circulaba sin dueño. En esta tesitura, y con un empate que no servía de nada al Burgos, Paco Fernández decidió quemar todas sus naves dando entrada al ariete Montero en el puesto del lateral Andrés. El asturiano metió toda la pólvora en el campo en una clara apuesta por la victoria. El choque ganó en intensidad. Álvaro Antón probó fortuna en el 66 con un lanzamiento desde más de 40 metros cuando vio a Alejandro adelantado, pero el meta tuvo tiempo de retroceder para abortar el peligro (pues el envío llevaba buena dirección).

Los blanquinegros habían dado un paso adelante, pero dejaba desguarnecida su endeble línea defensiva. Para fortuna del Burgos enfrente había un rival con muchas dificultades y completamente romo en los últimos metros.

Los anfitriones habían volcado completamente el partido en el terreno de juego palentino, pero carecían de precisión en la zona de definición. Álvaro Antón asumió el mando de las operaciones lanzando a sus compañeros, pero sin conseguir transformar las acciones en jugadas de peligro.

Fito Miranda, que acababa de saltar al terreno de juego, dispuso de una gran oportunidad a centro de Adrián. Pero su disparo a bocajarro lo repelió bien el mejor jugador del Palencia, su meta, que evitó el tanto blanquinegro en el 82.

Estaba volcado el Burgos en ataque, desguarneciendo su endeble retaguardia. Y su apatía defensiva les salió cara en una acción en la que el Palencia salió con la pelota jugada desde atrás sin ninguna oposición. Hasta que cayó en los pies de Inestal, que avanzó por el centro y cargó su pierna izquierda para sacarse un disparo raso y ajustado a la base del poste que batió a Toni.

La historia de todos los días. A falta de 6 minutos el cuadro visitante, en su única aproximación al área rival, dio la puntilla a los de Paco Fernández. A la desesperada buscó la igualada Cusi con un zapatazo desde la frontal que desvió la defensa visitante a saque de esquina.

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