El Correo de Burgos

BALONCESTO

Tres cuartos primorosos y un título

El San Pablo Inmobiliaria se corona como campeón de la Copa de Castilla y León después de cuajar 30 minutos brillantes / La reacción morada llegó muy tarde / El acierto exterior y Huskic premiaron el buen hacer azul

La plantilla del CB Miraflores posa con el trofeo conquistado ayer en Palencia.-MARÍA GONZÁLEZ / CB MIRAFLORES

La plantilla del CB Miraflores posa con el trofeo conquistado ayer en Palencia.-MARÍA GONZÁLEZ / CB MIRAFLORES

Burgos

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PALENCIA  82

SAN PABLO INMOBILIARIA  91

Palencia: Bas (13), Zamora (22), Rodríguez (19), Otegui (7), Barnes (4) -quinteto inicial- Engstrom (5), Valge (-), Maldunas (10), Pérez (2).

San Pablo Inmobiliaria: Soluade (10), López (12), Martínez (14), Vega (14), Huskic (21) -quinteto inicial- Brine (5), Steinarsson (4), García (4), Gibson (2), Álex Barrera (5). Árbitros: Carpallo y González.Eliminados: El burgalés Steinarsson.Parciales: 16-27; 37-50 (descanso); 56-73 y 82-91 (final).Este San Pablo Inmobiliaria se empeña en alimentar la ilusión. El campeón de la Copa Castilla y León confirmó las buenas sensaciones transmitidas durante una pretemporada culminada con su gran actuación en el torneo regional. Ayer logró una victoria de mérito ante el potente Palencia. Lo hizo, además, después de ofrecer 30 minutos brillantes en los que llegó a mandar por 20 puntos.

El cuadro burgalés carburó desde el arranque, apoyado en un alto porcentaje en el lanzamiento a canasta. Soluade marcó el ritmo y asumió la responsabilidad anotadora, bien secundado por Edu Martínez en el exterior y por Huskic bajo los aros.

El 5-12 de salida reafirmaba el planteamiento del equipo de Epi. Los burgaleses se mostraron muy cómodos y circularon el balón con fluidez para rascar en cada acercamiento a la canasta contraria. Mientras, la defensa debía multiplicarse debido a que Palencia optó por cargar su juego sobre los grandes hasta que apareció Zamora.

Ni siquiera las continuas visitas moradas a la línea de tiro libre alteraron al San Pablo Inmobiliaria. Gracias, en parte, a los fallos acumulados por el rival. Los ayer blancos contestaron al intento de reacción palentino tras el 20-8. El 8-0 local dio paso a un 0-7 para cerrar el primer cuarto con un interesante 27-16.

Además de mostrar acierto, los visitantes cargaron con fe el rebote ofensivo para entrar en el segundo cuarto con buenas sensaciones. No le quedaba otra al Palencia que pisar el acelerador y el partido entró en una fase en la que los árbitros tomaron protagonismo. Si Carpallo está en la cancha todo puede suceder y la carga de personales señaladas a los burgaleses frenaron su ritmo.

Al descanso, el Palencia había lanzado 17 tiros libres, por 2 de un San Pablo que siempre encontró el camino a seguir para mantener su ventaja intacta. Y es que el rival se empeñó en desperdiciar sus oportunidades para alegría de un conjunto burgalés que siguió a lo suyo.

Un triple de Javi Vega llevó el 38-26. Para entonces, el choque entró en un correcalles del que salió vencedor el Miraflores. De hecho, el conjunto de El Plantío quiere sacar el máximo rendimiento a la velocidad de las transiciones, aunque ello implique el riesgo de cometer imprecisiones y pérdidas de balón. El caso es que los blancos aprovecharon el intercambio de golpes para alcanzar el descanso con el 37-50.

El receso sentó bien a los de El Plantío. Lejos de llegar el arreón morado, tres triples consecutivos de Edu Martínez y Soluade catapultaron al San Pablo Inmobiliaria hasta el 39-59 en el arranque del tercer cuarto. Los de Epi tocaron techo y se trataba de mantener el nivel para evitar la resurrección local.

Fue entonces cuando apareció Huskic. El serbio entró en acción para reducir a cenizas los intentos del rival. Anotó de cerca, de lejos, asistió y reboteó. El ‘23’ se hizo el dueño de la situación y los burgaleses tocaban el título con el 56-73.

Solo una debacle evitaría el éxito de los ayer blancos. Palencia, por fin, dio con la tecla en el último periodo con un Dani Rodríguez desatado. De poco le sirvió a los locales el liderazgo del base, la intensidad mostrada en defensa y la permisividad arbitral. Los morados remaron hasta el 74-80, pero dos triples de Javi Vega certificaron el triunfo de un cuadro burgalés preparado para la liga.

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