El Correo de Burgos

FÚTBOL / Segunda B

Cruz para la Arandina

El cuadro ribereño deja una buena imagen en Ponferrada, pero cae en un tramo final de partido frenético / Los blanquiazules se mostraron inseguros en defensa y lo pagaron con su cuarta derrota consecutiva en Liga

La Arandina cayó en El Toralín.-TWITTER / @@SDP_1922

La Arandina cayó en El Toralín.-TWITTER / @@SDP_1922

Burgos

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SD PONFERRADINA  3

ARANDINA CF 2

SD Ponferradina: Olmedo; Adán, Gonzalo (Goldar, min. 35), Xisco Campos, Abel Moreno; Andy, Chavero; Caiado (Rayco, min. 76), Cidoncha, Juanto (Menudo, min. 57); Figueroa.

Arandina CF: Nacho Zabal; Edu Payá, Rubén Garcés, Sergio Noche, Mauri (Charlie Took, min. 46); Pablo, Saúl (Leo Ramírez, min. 69); Carlos, Omar, Rubén Arroyo (Jefté, min. 59); Javi López.

Árbitro: López Parra, colegio cántabro.

Tarjetas amarillas: A los visitantes Mauri, Rubén Garcés y Carlos.

Tarjetas rojas: No hubo.

Goles: 1-0, min. 34: Chavero; 1-1, min. 73: Carlos; 2-1, min. 78: Andy; 3-1, min. 83: Héctor Figueroa; 3-2, min. 87: Leo Ramírez.PONFERRADA

Cuarta derrota consecutiva en Liga para una Arandina que vio cómo se le esfumaban las opciones de puntuar en un final verdaderamente enloquecido de encuentro en El Toralín. Pudo caer la moneda de cualquiera de los dos lados en los minutos decisivos, pero la suerte sonrió a los de casa.

Arrancaba el encuentro con mayor dominio de la Ponferradina en la medular. Los locales, en plena fase de recuperación tras un malísimo inicio de temporada, avisaban con un disparo de Moreno que se marchaba desviado.

La Arandina trataba de mover bien el esférico cuando lo tenía en su poder, pero sin excesiva profundidad y perdiéndolo con rapidez ya que el encuentro estaba derivando hacia un monólogo de los locales.

Una sedé que no tardaría en plasmar su claro dominio del juego y los acercamientos a puerta con un gol, logrado por Chavero al paso por el minuto 34. Una internada por la derecha de Caiado permitió que llegara la bola al medio leonés para que, de cabeza, rematase al fondo de las mallas.

Justo después los locales se veían obligados a realizar un primer cambio por lesión de Gonzalo. Y con la Arandina todavía groggy, el colegiado López Parra anulaba una diana a Héctor Figueroa por fuera de juego.

Tras el descanso, la Arandina cambió la disposición táctica y logró apoderarse en cierta manera del control y manejo del cuero. Así, gozó de una clara para empatar tras un fallo de Goldar, pero Olmedo sí anduvo seguro bajo palos y rechazó la posibilidad. Fue el acicate que necesitaban los burgaleses, que a partir de ahí se crecieron y empezaron a pensar que sacar bote del Toralín era un opción tangible.

La Ponferradina era un quiero y no puedo ante una Arandina que olía sangre por la sorprendente inseguridad mostrada por su rival. De esta manera, el cántaro se acabó rompiendo y Carlos, tras un robo en la media, se acabó plantando solo ante Olmedo y le batió para establecer el empate. Y de ahí a la locura.

El cuarto de hora final fue una oda a los hermanos Marx. Un ida y vuelta sin compasión ni verdades que desató a unos y a otros pero que, para mala fortuna de la Arandina, se acabó saldando de forma favorable a los leoneses.

En la marabunta de errores encadenados, Andy hizo el 2-1 para los locales con un zurdazo desde el interior del área en el 78. Cinco minutos después y, a pesar de las protestas de los burgaleses por entender falta previa, Menudo robó un balón que acabó sirviendo en bandeja para Héctor Figueroa, que volvió a anotar.

Todo parecía estar finiquitado pero un lanzamiento de falta de Leo Ramírez le devolvió la incertidumbre al partido y la fe a la Arandina. En esa tesitura, el ritmo aumentó y se pasó a un toma y daca frenético en el que los burgaleses, finalmente, no pudieron pescar.

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