El Atrio no esquiva su mal fario

ATRIO BUPOLSA 2 – CEBREREÑA 2

El fantasma de la derrota volvió a sobrevolar San Amaro. Pero esta vez no se salió con la suya. El Atrio Bupolsa rescató sobre la bocina un punto ante la Cebrereña en una batalla en el que contrajo muchos más méritos que su rival de turno para hacerse con el triunfo. Pero a este equipo le ha mirado un tuerto. Domina el esférico y cuenta con argumentos suficientes para hacer hincar la rodilla a cualquier rival, pero se muestra completamente negado de cara a puerta. Y a punto estuvo de quedarse con un palmo de narices.

Hasta en dos ocasiones se adelantó el cuadro abulense en el marcador (sacando petróleo de sus escasas aproximaciones a la meta de Gato), pero los burgaleses sacaron fuerzas de flaqueza para evitar la debacle ya en tiempo de descuento.

Los anfitriones fueron claros dominadores de la situación durante la primera mitad. Salvo unos primeros compases de tanteo los burgaleses se adueñaron de la posesión del esférico y suyas fueron todas las ocasiones en el área rival.

Adri desató las hostilidades en el 19 con un disparo a la media vuelta que se marchó por encima del travesaño. Los abulenses respondieron acto seguido en su único acercamiento peligroso del primer acto, un balón en profundidad de Ruba sobre Juli por encima de la defensa local. Con todo a su favor, solo y con el balón botando, el atacante de la Cebrereña disparó flojo y centrado sin problemas para Gato.

A partir de ese momento solo hubo un equipo sobre el terreno de juego, el Atrio Bupolsa. Por ambición más que por calidad, pero el partido se volcó en el campo de los abulenses. Los de Pechu lo intentaron con disparos lejanos de Marcos (en acciones a balón parado) y de Dava, pero en todas ellas el balón se marchó fuera de los tres palos.

Aún sin demasiada claridad, el Bupolsa seguía insistiendo. Y pudo adelantarse en el marcador en el 34, cuando el colegiado no dudó un instante en sancionar con penalti una entrada de Juanma sobre Adri. Juan, que ayer actuó de salida como delantero centro, fue el encargado de lanzar la pena máxima. Pero el meta de la Cebrereña le adivinó las intenciones y atajó el balón.

El panorama no varió tras el paso por los vestuarios. El Atrio ponía toda la carne en el asador frente a una Cebrereña bien plantada atrás y que esperaba su ocasión a la contra. Y en los primeros minutos acorraló en su campo a los abulenses.

Adri pudo abrir la lata en el 46 a centro de Cristian. Pero el balón le botó demasiado y no pudo precisar su remate en el segundo palo. Tampoco acertó de inmediato Juan en un balón botando dentro del área que envió por encima del larguero.

Perdonó y lo terminó pagando. La ley del fútbol. Terleira dejó una vez más patente su olfato de killer del área. Apenas había intervenido hasta el momento, pero marcó las diferencias. El delantero de la Cebre recogió un balón muerto en el área tras un despeje de la zaga local y lo cruzó de volea a la base del palo contrario para hacer el 0-1 en el 62.

Un mazazo para un necesitado Atrio que pese al duro golpe encajado no bajó la cabeza. Óscar y Átomo buscaron la igualada, que finalmente llegó en el 75 tras una falta que botó con picardía Dava, quien abrió el balón a la derecha. Pablo lo puso al segundo palo, donde Átomo lo empujó a placer al fondo de las mallas.

El tanto encendió los ánimos de los burgaleses, que se lanzaron con decisión a por el tanto de la victoria, algo que probaron Átomo y Adri. El choque se jugaba íntegramente en el terreno de juego de los abulenses, pero cumplido ya el tiempo reglamentado los visitantes aprovecharon una falta para coger desprevenido al Bupolsa. YMario Juez, cruzando el balón de cabeza, estableció el 1-2. Todo parecía sentenciado, pero en una acción de raza iniciada por Bellido el balón llegó al segundo palo, donde apareció Átomo para batir a Juan por debajo de las piernas en el 92.