El Correo de Burgos

Fútbol / Segunda B

Vitamina para seguir soñando

El Burgos CF firma una notable reacción liderada por Fito Miranda que le permite dar la vuelta al partido ante la Arandina CF

Álvaro Antón festeja con rabia el tanto que dio al Burgos los tres puntos en el derbi ante la Arandina-Israel L. Murillo

Álvaro Antón festeja con rabia el tanto que dio al Burgos los tres puntos en el derbi ante la Arandina-Israel L. Murillo

Publicado por
DANIEL ORTEGA CEBRECOS
Burgos

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BURGOS CF 2 – ARANDINA CF 1

El Burgos CF se aferra a la vida como a un clavo ardiendo. El combinado blanquinegro sigue apurando, con la agonía como fiel compañera de viaje, cada oportunidad de mantener intactas sus opciones de salvación. Pero a costa de una Arandina a la que deja muy tocada en el furgón de cola.

Ayer capeó el temporal como un naufrago que se resiste con fiereza y orgullo a entregarse a la parca. Aunque una vez más solo fue capaz de reaccionar cuando los más negros augurios sobrevolaban El Plantío y los ribereños se habían adelantado en el marcador.

Cuando el fútbol no es un argumento suficiente es necesario que el corazón entre en la ecuación. Y el Burgos CF puso la casta necesaria para salvarse de la quema liderado por un Fito Miranda que revolucionó la contienda y sacó a los suyos del atolladero. Con los tres puntos sumados el cuadro capitalino sale del descenso directo (ocupa ahora la plaza de play-out).

Mandiola, obligado por las circunstancias -las ausencias de dos de sus baluartes, Prosi y Andrés- tuvo que hacer encaje de bolillos en la retaguardia y la medular para conformar un once inédito ante una Arandina también lastrada por las bajas (de hecho no pudo ni completar la convocatoria).

Sin que ninguno de los dos conjuntos lograra hacerse con la manija en la zona ancha comenzaron a sucederse las acciones en ambas áreas. Los blanquinegros, tratando de hacer valer su condición de locales, intentaban combinar con paciencia pero sin tino en busca de un agujero en la zaga ribereña. Mientras, los arandinos buscaban la espalda a la zaga blanquinegra con lanzamientos en largo sobre Jefté.

Fueron los visitantes quienes primero buscaron la portería rival con un lanzamiento potente, pero muy centrado, de Leo Ramírez desde la frontal que atajó sin problemas Toni. La réplica de los anfitriones llegó de inmediato en un centro de Diego Suárez desde la izquierda que Adrián, de volea, no acertó a precisar entre los tres palos.

La más que delicada situación clasificatoria de ambos conjuntos, con el agua al cuello y hundidos en puestos de descenso, se traducía en un exceso de prudencia de los dos bandos, más preocupados en proteger su retaguardia que en buscar perforar la contraria.

En esta tesitura el juego distaba mucho de enamorar a las gradas en lo que suponía el estreno como dirigentes del Burgos CF de los nuevos componentes de la directiva que encabeza José Luis García.

Los locales intentaron ganar metros más por empuje que por claridad y al cuarto de hora de juego reclamaron un penalti sobre Armiche que el trencilla no apreció.

En la siguiente acción el extremo canario, tras superar a Took con un sombrero, probó fortuna con una volea desde la frontal que se perdió por encima del larguero.

Pero los de Mandiola, sin su faro sobre el césped, parecían una máquina desajustada. Sólo la conexión canaria Armiche-Adrián conseguía sacar al equipo de la monotonía. A cuentagotas y sin demasiada claridad.

Ni siquiera un consumado especialista en el balón parado como Álvaro Antón pudo sacar provecho de un libre indirecto. El tedio se apoderaba de la parroquia blanquinegra, que reclamaba más intensidad a su equipo.

Pero no estaba el día para florituras, atascado como estaba en la creación del juego -sin que Álvaro Antón ni Ramos asumieran protagonismo con el esférico-. Más bien para atarse los machos en defensa y mantener su puerta a cero ante los visitantes, que con su juego vertical generaron un buen número de saques de esquina bien defendidos por el Burgos CF.

Solo Armiche tenía las ideas claras. A la media hora lo intentó en acción personal por el centro que concluyó con un disparo raso que blocó en dos tiempos Nacho Zabal.

Menos mal que la defensa blanquinegra mantenía a raya a los arandinos, con Omar y Carlos Portero como hombres más incisivos.

En la cabeza de Ramos, a centro cómo no de Armiche, estuvo la última acción local del primer acto, aunque su balón peinado fue despejado a córner por la zaga amarilla.

Un bagaje ofensivo paupérrimo con el que parecía imposible que ninguno de los dos conjuntos deshiciera el empate inicial.

No pudieron empezar peor las cosas para los blanquinegros tras el paso por los vestuarios. Parecían haberle metido una marcha más a su juego, pero un grave error defensivo le costó caro. Cusi se hizo un lío en la salida del balón. Saúl presionó al cántabro y le arrebató el esférico, que abrió al costado izquierdo sobre la incorporación de Jefté, quien no falló en el mano a mano con Toni, batiéndole de disparo raso y cruzado.

Un puñetazo en la boca del estómago para el Burgos CF. Mandiola movió ficha de inmediato dando entrada sobre el césped a Fito Miranda en el puesto de Armiche.

Y resultó providencial, pues el talentoso jugador catalán devolvió las tablas al marcador en el primer balón que tocó. El empate llegó en el 56 tras una buena falta puesta por Jorge Fernández al corazón del área que Adrián estuvo a punto de remachar. En el posterior saque de esquina, tras un disparo de Dani Gómez junto a la base del poste y un balón rechazado, Fito recogió un balón muerto que empalmó con violencia, raso y ajustado al poste, para hacer el 1-1. Volver a empezar.

El catalán cambió por completo la cara del Burgos CF. Hipermotivado y omnipresente contagió al equipo por completo. El empate despertó a las gradas. Y a los blanquinegros, que de inmediato metieron más pólvora al campo con el ingreso de Montero.

El punto era un botín que servía de poco a los dos contrincantes. Y también Ferreras quemó sus naves, aunque con objetivos más conservadores.

El Burgos CF arriesgaba y pudo golpear de nuevo en el 65 en una buena volea de Ramos desde la frontal que se marchó lamiendo el poste de la meta de Nacho Zabal.

Los blanquinegros volcaron el partido en el terreno de juego de los ribereños. Jorge Fernández lo volvió a intentar en un golpe franco que se perdió junto al palo.

Y acto seguido Fito Miranda, con un sensacional y violento golpeo desde la corona del área, hizo emplearse a fondo de puños a Nacho Zabal. Sin solución de continuidad Carlos Ramos envió un balón a las nubes en una buena transición a la contra.

Y Adrián, con el Burgos lanzado, a punto estuvo de engatillar en un balón peinado por Montero en el que Zabal, muy atento en la salida, salvó el 2-1 con el cuerpo.

Pero tanto fue el cántaro a la fuente que terminó por romperse. Y de forma merecida a tenor de lo acontecido desde el 0-1.

Álvaro Antón, que había mejorado sus prestaciones en el segundo acto, dejó patente la calidad de su golpeo en una falta lateral que lanzó de forma magistral en busca de un rematador que no encontró. Pero el envío llevaba buen marchamo y tras botar en el área chica se introdujo en la meta de la Arandina casi besando la madera desatando la euforia de su afición.

Tocaba entonces gestionar la ventaja. Y lo hizo con relativa solvencia el Burgos CF frente a un rival agotado y sin capacidad de respuesta. Menos aún cuando Carlos se autoexpulsó por dos cartulinas innecesarias en un minuto.

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