Congelado en el último aliento

Ya se veía en el bombo de los cuartos de final. Pero un tanto de Velasco cuando el partido agonizaba apeó al Burgos CF de la Copa Federación. Congelado se quedó el cuadro blanquinegro en el minuto 89. Tenía en sus manos avanzar de ronda, pero el Fuenlabrada, que jugó en inferioridad numérica la última media hora de partido, soltó un latigazo de rabia que le permitió proclamarse vencedor de la eliminatoria.

Los de El Plantío nadaron y guardaron la ropa en el primer acto, cuando los madrileños se mostraron más ambiciosos. Pero revirtieron el rumbo de los acontecimientos tras el paso por los vestuarios, sobre todo cuando se vieron en superioridad numérica. Tuvieron opciones, pero perdonaron y lo terminaron pagando.

Como no podía ser de otra forma en la delicada tesitura clasificatoria en la que se encuentra en Liga, Manix Mandiola reservó al mayor número posible de los habituales en su esquema táctico, disponiendo sobre el césped un equipo con tan solo 4 jugadores de los que saltaron de inicio al campo el pasado domingo.

Prácticamente similar fue el planteamiento con el que llegó el Fuenlabrada a El Plantío en una competición que no despertaba demasiadas ilusiones en ninguno de los contendientes.

Y la falta de motivación se dejaba sentir sobre el césped de salida. Tampoco un desapacible ambiente, con una gélida temperatura, ayudaba a la vistosidad del duelo.

De hecho, hasta superado el primer cuarto de hora de juego no pudieron ver los espectadores el primer lanzamiento a puerta de la contienda. Fue un disparo del ariete visitante Cervero desde la corona del área que se perdió por encima del marco de la meta de Aurreko.

Los blanquinegros cargaban su juego ofensivo por la izquierda, buscando las internadas de Germán, aunque todas sus intentonas morían indefectiblemente a los pies de la zaga madrileña.

El Fuenlabrada tenía más claridad y mayor presencia ofensiva. En el 24 lo intentó Borja Sánchez en acción personal culminada con un disparo a la media vuelta que tropezó en un defensor blanquinegro y llegó manso a las manos de Aurreko.

Los madrileños, mejor dotados técnicamente, fueron inclinando la balanza de su lado, volcando el partido en el terreno de juego de un Burgos CF muy espeso en la creación. Trató de desesperazarse el cuadro castellano en una contra entre Montero -el único que manejaba el esférico con cierto criterio- y Armiche que ni siquiera pudo ser culminada con disparo.

Así las cosas, el meta del Fuenlabrada, Pol Freixenet, era un espectador de lujo de la contienda y se retiró al vestuario sin haber tenido que intervenir en vista del más que discreto bagaje ofensivo de los blanquinegros.

La mejor acción del Burgos CF fue un centro desde la línea de fondo de Germán que fue rematado desviado en el primer palo Montero cuando la primera mitad agonizaba. La réplica de los madrileños llegó en una acción personal de Miguel Ángel por el centro. Su disparo desde la frontal salió muy centrado y fue detenido sin apuros por Aurreko.

Mejor pareció arrancar la segunda mitad para los intereses blanquinegros, pues un buen buen balón interior de Montero por encima de la defensa dejó solo ante Freixenet a Germán. Pero el canterano, con el balón botando y todo a su favor, estrelló el cuero en el cuerpo del cancerbero del Fuenlabrada.

El Burgos CF había dado un paso adelante. Y la cosa se le puso acto seguido muy favorable cuando los visitantes se quedaron con un jugador menos sobre el campo por la expulsión de Miguel Ángel.

El técnico del Fuenlabrada movió ficha para dar la vuelta a la eliminatoria con un doble cambio para refrescar su juego ofensivo. De inmediato respondió con la misma intención Mandiola dando entrada a Álvaro Antón por Germán.

La jugada pudo surtir efecto de inmediato en una acción preciosista entre Álvaro Antón y Carlos Ramos que concluyó con un centro de este último al área. Allí remató al fondo de las mallas Montero, aunque el tanto fue anulado por fuera de juego.

El Fuenlabrada dispuso de su mejor ocasión en una acción que arrancó con un mal golpeo de Aurreko y un rechace en el área que engatilló Cervero y el capitán blanquinegro atajó junto al palo.

En la siguiente transición fue el Burgos quien rozó el tanto en un fenomenal zapatazo desde la frontal de Montero que obligó a Freixenet a despejar a saque de esquina con la punta de los dedos.

De nuevo tuvo la sentencia el ariete local en el 80 al recibir un buen servicio interior. El madrileño se fue escorando y casi sin ángulo disparó flojo y cruzado, salvando el peligro Freixenet.

Con el tiempo casi cumplido una cabalgada de Xabi por el costado izquierdo terminó con un centro atrás que Carlos Ramos remató excesivamente cruzado.

Pero toda la alegría se esfumó en el último suspiro, con el tiempo reglamentado a punto de cumplirse, en una de las escasas aproximaciones de los madrileños al área del Burgos CF. Tras una larga jugada se produjo un barullo en el área y el balón quedo suelto en el punto de penalti. Allí apareció Velasco para conectar un zurdazo seco y raso que se alojó en el fondo de las mallas.