El Correo de Burgos

FÚTBOL / Segunda B

La Arandina merece más, pero encaja otra derrota

Los blanquiazules generaron claras ocasiones de gol antes del descanso, pero no tuvieron la pegada necesaria / El Valladolid B fue de menos a más y navegó a favor de corriente

Charly pelea la posesión con un contrario, ayer.-Miguel Ángel Santos / Photogenic

Charly pelea la posesión con un contrario, ayer.-Miguel Ángel Santos / Photogenic

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VALLADOLID B  1

ARANDINA  0Real Valladolid B: Dani Hernández; Arroyo, Calero, Rai, Mario; Manel Royo (Corral, min. 84), Anuar (Renzo, min. 68); Mayoral, Dani Vega, Samanes; Iván Martín (Miguel Marí, min. 53).Arandina CF: Nacho Zabal; Edu Payá, Charlie, Sergio Noche, Ruba (Jefté, min. 73); Rubén Garcés, Leo Ramírez; Saúl (Omar, min. 73), Carlos, Rubén Arroyo; Edgar.Árbitro: Muñiz Ruiz, colegio gallego. Amarilla a Manel Royo; Edu Payá, Edgar y Sergio Noche, expulsado por doble amonestación en el minuto 74.

Gol: 1-0, min. 33: Samanes.VALLADOLID

Cuando un equipo está situado en la zona baja le cuesta el doble de esfuerzo obtener un resultado positivo. No se puede explicar de otra manera qué le ocurre a la Arandina. El bloque ribereño está sumido en una crisis que le llevó a encadenar ayer su séptima derrota consecutiva, pero lo cierto es que el cuadro blanquiazul no mereció perder ante un Valladolid B que marcó la diferencia con su pegada.

Los visitantes hicieron todo lo posible por llevarse el gato al agua, sobre todo en una primera media hora de juego en la que encerraron al rival en su campo. El conjunto burgalés generó varias ocasiones de gol que, sin embargo, no supo materializar.

Por ahí pasan todos los males del cuadro dirigido por Emilio Ferreras. Al término del encuentro, el técnico reconoció sentirse con fuerzas para revertir esta situación y llevar el barco a buen puerto. Desde luego, por actitud no será, ya que en los Anexos del José Zorrilla la plantilla demostró que está con su entrenador.

Al final, bastó en Pucela un tanto de Samanes para decantar la balanza del lado blanquivioleta. El gol llegó en el tramo final de la primera parte, cuando la Arandina estaba desplegando su mejor fútbol y cercaba la portería de Dani Hernández.

La prueba de que se hicieron las cosas bien durante muchos momentos es que el portero blanquivioleta se erigió como el mejor jugador del filial sin ningún generó de dudas. Por momentos, pareció tocado por una varita mágica, sacando de quicio a los jugadores de la Arandina con un recital bajo palos. El colmo de la desesperación fue la doble parada que protagonizó ante Edgar y Saúl en sendos balones que llevaban el sello del gol y que no encontraron la red.

Llegó el mazazo a diez minutos del descanso y a partir de ese momento la decoración del partido cambió por completo. En una falta muy protestada por la Arandina, Samanes firmó el 1-0 y el tanto pesó como una losa en la parroquia ribereña. Para colmo, pudo llegar el segundo dos minutos después en un remate de Dani Vega que se estrelló en el poste.

Tras el descanso el Valladolid B salió mucho más entonado y a punto estuvo de dejar el partido visto para sentencia, pero Nacho Zabal respondió con un paradón al disparo de Manel Royo. Poco después fue Iván Martín quien rozó el 2-0 tras un centro desde la izquierda de Samanes. Charly, el mejor jugador de la Arandina ayer, le estorbó y evitó lo peor.

El partido se convirtió entonces en un correcalles y los cambios mejoraron a la Arandina. El bloque burgalés se volcó en los últimos minutos sobre la portería de Dani Hernández, sin premio.

El Valladolid B, incluso, pudo poner la puntilla a los ribereños a la contra. Primero a través de una salida eléctrica de Renzo desde atrás y después tuvo otra de Mayoral que el propio Renzo no acertó a culminar. Para entonces, la Arandina había asumido su cruel destino.

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