Fútbol / Segunda B
Empate insuficiente
La Arandina fue capaz de frenar la sangría de derrotas, pero solo sumó un punto que le sirve de muy poco ante un Osasuna B que dispuso de las mejores oportunidades de gol
Los ribereños siguen en una situación más que delicada-Alberto Calvo
ARANDINA CF 0 – OSASUNA B 0
Siete jornadas después la Arandina rompió su racha, aunque con un insuficiente empate. Al equipo ribereño sólo le valía la victoria. Pudo haber sido aún peor, porque el Osasuna B dispuso de mejores ocasiones para ganar. Con éste empate, el equipo de Ferreras sigue aún lejos de la salvación.
Después de un primer susto a los tres minutos con un remate de Barja, la Arandina fue ganando terreno para mandar sobre el Osasuna B, aunque fue el filial rojillo el que dispuso de dos nuevas oportunidades de gol.
Hasta la media hora no tuvo el equipo local su primera ocasión a través de un disparo de Ruba que detuvo Juan. Esa acción hizo crecer a la Arandina, que con arrojo y un fútbol cada vez más incisivo llegaba con más facilidad al área navarra, pero el filial no se conformaba con defender y seguía mostrando su peligro al contraataque.
De hecho, un remate de Barja que golpeó en el lateral de la red estuvo a punto de significar el primer gol del partido. Pero el equipo arandino, aunque no conseguía ser contundente en el área navarra, superaba a su rival en garra, intensidad y coraje. El equipo de Ferreras completaba una gran primera parte en la que lograba mantener el empate inicial pese a las buenas oportunidades del filial navarro.
Tras el descanso, el guión fue idéntico al de la primera parte, con una primera ocasión para el Osasuna B, a la que punto estuvo Diaz de convertir en gol. El filial rojillo seguía imponiendo respeto a una Arandina que tenía que actuar con precauciones para no verse por debajo en el marcador.
Intentaba rearmarse la Arandina y fue Ruba quien asumía protagonismo con sus intervenciones. Pero las acciones de la Arandina resultaban menos contundentes que las del Osasuna B, que cada vez que llegaba coqueteaba con el gol. Y tras un error defensivo, Nacho Zabal salvó los muebles para evitar el gol. El meta riojano intervino poco después despejando un remate de los navarros, que buscaban con insistencia el gol.
Ferreras hizo el primer movimiento dando entrada a Carlos buscando la reacción de su equipo. Apoyaba el público desde la grada buscando la mejoría de los suyos, pero la Arandina no se encontraba cómoda ante un rival que mantenía una actitud muy ofensiva. La lluvia, que arreció en la segunda parte, no ayudaba a la precisión y el partido se hizo cada vez más físico. La Arandina se adaptó a las circunstancias y Garcés pudo conectar un cabezazo que detuvo sin demasiados problemas el guardameta navarro.