El Correo de Burgos

Fútbol / Segunda B

El Atrio se pone las pilas

El Bupolsa firma una gran remontada para tumbar al Cristo Atlético en el estreno en el banquillo de Santi Sedano

Viti trata de salvar la entrada de un jugador del Cristo Atlético ante la atenta mirada de Pablo-Raúl G. Ochoa

Viti trata de salvar la entrada de un jugador del Cristo Atlético ante la atenta mirada de Pablo-Raúl G. Ochoa

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DANIEL ORTEGA CEBRECOS
Burgos

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ATRIO BUPOLSA 3 – CRISTO ATLÉTICO 1

El Atrio Bupolsa se ha puesto las pilas. El combinado burgalés se reivindicó en el estreno en el banquillo de Santi Sedano. Firmó una convincente remontada frente al equipo revelación de la categoría, el Cristo Atlético, y recuperó la sonrisa en San Amaro.

Lo necesitaba como el comer para salir de una situación delicada, ya no tanto por la posición en la tabla sino por las sensaciones transmitidas. Y tras una semana un tanto convulsa, con cambio de entrenador y salida de jugadores incluida.

ElAtrio completó un choque redondo frente a un rival rocoso y solvente donde los haya. Fue capaz de reponerse al varapalo de verse por detrás en el marcador en una acción desafortunada y tiró de coraje y argumentos futbolísticos para enviar a la lona a su vertical oponente.

El cambio en la dirección del equipo no se tradujo en apenas variaciones en el once, pero sí en la intensidad y motivación de algunos futbolistas, deseosos de causar una buena impresión al nuevo inquilino del banquillo. Esta situación insufló una dosis extra de brío que se dejó sentir desde el pitido inicial.

Muy pronto avisaron de sus intenciones los burgaleses. Antes de que se cumpliera el minuto 5 Adri, muy dinámico entre líneas, puso la directa por el costado diestro. Y su disparo cruzado con la zurda desde la frontal lo repelió con problemas Guille.El rechace cayó a los pies de Átomo, quien cruzó en exceso el balón mandando al limbo una buena oportunidad.

De inmediato Marcos, un seguro en los balones aéreos, cabeceó desviado una falta lateral botada por el central Bellido.

El Cristo Atlético estaba muy incómodo sobre el terreno de juego, pero dejaba muestras de su peligrosidad con su mejor arma, el contragolpe. Superado el cuarto de hora de juego llegó la primera aproximación de los morados en una volea de Camilo desde la frontal que se perdió lamiendo el travesaño. Y acto seguido, los palentinos hicieron saltar las alarmas de la defensa local tras un error del debutante Josevi -por lo demás muy seguro- cuando salió a tapar un balón en banda.

Dani Burgos aprovechó la situación para poner un buen servicio al punto de penalti, donde lo empalmó con potencia Blanco. El esférico se marchó ligeramente desviado.

La réplica local llegó en una volea cruzada desde la derecha de Adri tras una dejada de Guti que sacó astillas al palo derecho de la portería de Guille.

El Atrio trataba de imponer su ley en la zona ancha, pero el Cristo demostraba su potencial en rápidas transiciones ofensivas. En apenas tres pases se plantaba en el área burgalesa. Como en una protagonizada por Alan que concluyó con un disparo raso ajustado al poste que Nacho tuvo que despejar a saque de esquina.

El partido enloqueció por momentos tras el paso por los vestuarios. Una acción desafortunada adelantó a los palentinos a la primera de cambio en un disparo de Blanco desde la frontal que tocó en Alan y mansamente se coló junto al palo derecho de Nacho.

Pero la reacción de los burgaleses al golpe recibido fue inmediata. Una internada de Adri por el costado izquierdo fue trabada en falta por Charly. El colegiado no dudo un instante y se fue al punto de penalti.

Dava fue el encargado de lanzar la pena máxima, pero Guille adivinó sus intenciones y repelió el esférico en primera instancia, aunque el centrocampista local se resarció de inmediato al recoger el rechace y enviarlo al fondo de las mallas para hacer el 1-1.

El tanto fue un bálsamo para el Atrio, que convirtió el resto del partido en un auténtico monólogo. Por intensidad y ambición. Y también por fútbol, encerrando alCristo en su propio campo.

Guti se encargó de fabricar el tanto de la remontada. Convirtió en oro un envió en profundidad de Bellido. Embolsó el esférico y destapó el frasco de las esencias para hacer un lío a los dos defensores que le encimaban. Y sirvió un balón perfecto al punto de penalti, donde apareció Átomo para poner el cuero junto a la base del poste sin que Guiller pudiera hacer nada para evitarlo.

Y con el choque a punto de concluir el extremo diestro puso la puntilla al Cristo Atlético con un cabezazo picado sin oposición tras una falta botada lateral botada por Bellido y que Víctor Abajo, en su intento de despeje, prolongó al segundo palo, dando un pase de oro al arandino.

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