El Atrio Bupolsa se desmelena

ATRIO BUPOLSA 5 – ATLÉTICO TORDESILLAS 0

El Atrio se ha soltado la melena. Por pegada, más que por fútbol, pero envió a la lona a un Tordesillas que salió KO de San Amaro. El combinado vallisoletano pagó los platos rotos de un combinado, el anfitrión, deseoso de recobrar su versión como local para arreglar su falta de contundencia a domicilio.

Los de Santi Sedano, que cuenta por victorias sus actuaciones en el feudo burgalés desde que se hiciera cargo de las riendas del equipo, sacaron petróleo de los errores cometidos en la retaguardia por su oponente de turno, un rival con una trayectoria similar a la del Bupolsa y que se desinfla lejos de Las Salinas.

Los vallisoletanos salieron magullados del envite condenados por sus imprecisiones, que el Atrio supo convertir en oro para sentenciar el choque por la vía rápida cuando peor parecían pintar las cosas para sus intereses.

Y es que el cuadro burgalés saltó muy bien plantado al terreno de juego, generando mucho peligro por el costado diestro con un Átomo muy activo. Antes de que se cumpliera el minuto 3 de la contienda ya habían buscado la meta de un fallón Chuchi Guti, con un disparo desde la frontal que no encontró los tres palos, y Adri, cuyo cabezazo fue repelido por el defensor visitante Ruiz.

Superado el cuarto de hora de juego, con el Atrio llevando la manija del choque, Jony evitó un remate franco de Adri a centro de Átomo desde la derecha.

Pero a partir de ese momento cambió considerablemente la decoración del partido. El Tordesillas dio un paso adelante y ganó metros sobre el césped, volcando el encuentro en el área burgalesa.

Adalia fue el encargado de desatar las hostilidades en una buena diagonal partiendo desde la derecha que concluyó con un zurdazo raso y ajustado al poste que atajó bien Mario. Y acto seguido, tras un balón rechazado en un saque de esquina, Héctor conectó un potente derechazo desde el vértice del área grande que repelió Mario con apuros. Y poco después, desde idéntica posición fue Quique quien disparó cruzado muy cerca del poste.

Sin embargo, el choque cambió de rumbo de inmediato pues a la media hora de juego el Atrio aprovechó una acción que transcurrió a trompicones por el costado diestro. Allí Átomo sirvió un balón al corazón del área que se paseó por la línea de gol sin que lo acertara a despejar ni la zaga ni el portero. Y el esférico llegó al segundo palo, donde David Fernández metió la puntera para enviar el balón al fondo de las mallas.

La réplica del Tordesillas fue inmediata. El ariete Rubo, muy combativo todo el partido, se sacó un derechazo con rosca desde la frontal del área que se estrelló en la cruceta de la meta de Mario.

La contienda se puso cuesta abajo para el Bupolsa en la primera jugada de la reanudación. El central Viti se confió en la salida del balón lo que permitió al Atrio montar una rápida contra lanzando un balón sobre Guti, que ganó la partida a su par y con la frialdad de un asesino del área puso el balón lejos del alcance de Chuchi con un derechazo raso que tocó en la base del poste y superó la línea de gol.

Pero el duelo pudo cambiar acto seguido cuando el colegiado se sacó de la chistera un presunto penalti cometido por Josevi sobre Rubo que el delantero vallisoletano lanzó con potencia. Pero Mario, providencial, adivinó sus intenciones y despejó el balón a saque de esquina en una acción de mucho mérito que allanó el camino hacia el triunfo.

Ahí comenzó el principio del fin para el Tordesillas. La acción dio ánimos renovados a los anfitriones. Átomo probó fortuna acto seguido con un disparo con rosca desde el vértice del área grande que se perdió por encima del larguero.

Y poco después un buen centro desde la derecha de Bellido generó zozobra en el área pucelana con su guardameta como una estatua bajo palos. Pero Juan no llegó por centímetros para empujar el esférico.

El veloz atacante arandino encontró su premio en la siguiente acción. Mario, un baluarte bajo palos, estuvo muy atento para resolver una acción de ataque del Tordesillas. Vio la posición adelantada de Juan y le sirvió un balón en profundidad en el que ganó la partida a Chuchi en plena salida. Y con todo a su favor anotó el tercero.

Con el choque ya decidido Guti, siempre un incordio para las zagas rivales, robó la cartera a su defensor y cedió el balón sobre la incorporación de Átomo, quien de primeras definió a la perfección con un zurdazo a media altura ajustado al palo.

Todavía tuvieron arrestos los vallisoletanos de plantarse en un par de ocasiones en la meta de Mario, ambas saldadas sin consecuencias. Y cuando el choque agonizaba Guti volvió a reencontrarse con el gol. En esta ocasión escondió el balón a su par, le hizo el lío y ajustó el punto de mira para enviar su derechazo junto a la cepa del poste.