El Correo de Burgos

BALONCESTO LEB Oro

Con Huskic todo es más fácil

El San Pablo Inmobiliaria logró la victoria ante el Araberri gracias a un gran tercer cuarto en el que brilló el pívot serbio y la defensa burgalesa asfixió a su oponente

Álex López se dispone a realizar una bandeja en presencia de Hearts.-MARÍA GONZÁLEZ / CBM

Álex López se dispone a realizar una bandeja en presencia de Hearts.-MARÍA GONZÁLEZ / CBM

Burgos

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ARABERRI 70

SAN PABLO INMOBILIARIA 87Árbitros: Prados y Sánchez

Parciales: 19-27, 35-39 (descanso), 47-66 y 70-87 (final).

Araberri: Alvarado (-), Berhanemeskel (14), García (9), Cvetinovic (11), Hearts (19) -quinteto inicial-, Lorenzo (2), Dedovic (9), Gilchrist (4) y Buesa (2)

San Pablo Inmobiliaria: Steinarsson (9), Álex López (8), Brine (5), Vega (12), Huskic (18) -quinteto inicial-, Edu Martínez (9), Álex Barrera (15), Jorge García (9) y Toncinic (-), Akodo (-) y Genjac (-).Goran Huskic volvió a marcar la diferencia. El serbio allanó el camino hacia una nueva victoria en tierras vitorianas. Araberri aguantó hasta que el conjunto burgalés sacó el rodillo en el tercer cuarto. La defensa burgalesa ahogó a un oponente al que no le bastó con la aportación de Hearts y Berhanemeskel , otra vez los más destacados del cuadro vasco.

El conjunto castellano comenzó bien el partido y tomó ventaja en el primer cuarto.Pero enseñó su peor cara en la segunda manga. Las rotaciones no estuvieron a la altura y las dudas planearon sobre un equipo acostumbrado a vivir en una montaña rusa en la que lo mejor y lo peor conviven continuamente.

Pero tras el descanso solo hubo un equipo sobre la cancha. La confianza de los azules fue en aumento de la misma forma que Araberri iba muriendo por asfixia. El último cuarto sobró.

El San Pablo se mantiene en la brecha y tiene ya una victoria más que Oviedo, que ayer cayó ante Gipuzkoa, equipo que continúa comandando la clasificación.

Fueron los vitorianos los que anotaron la primera canasta, pero a partir de ese momento siempre estuvieron por detrás en el marcador. La calidad ofensiva del conjunto azul hizo que pronto la balanza se desequilibrara. Huskic dominaba la zona y Araberri no lograba frenarle.

Así las cosas, pronto llegaron las primeras diferencias (6-12). Araberri trataba de aferrarse al partido, pero el CB Miraflores pasaba por un momento dulce y cada balón que tocaba acababa en la canasta contraria. La máxima llegó con el 10-21. El torrente burgalés hacía que los vitorianos temieran que el choque se rompiera a las primeras de cambio.

La fluidez del San Pablo desmoronaba a su oponente, que con el 15-26 pidió el primer tiempo muerto. El técnico de la escuadra vasco tocó la tecla adecuada.

Fue entonces cuando surgió la peor cara del San Pablo, esa que a veces suele mostrar. Llegaron las dudas y los continuos errores en ataque. Acabó el primer cuarto (19-27) con malas sensaciones, que continuaron en el segundo acto.

Como era de esperar, Hearts y Berhanemeskel tiraban del carro vitoriano y la distancia en el marcador se estrechó (28-30). Las ideas escaseaban en el bando burgalés. Las rotaciones habían provocado que el nivel del San Pablo descendiera de forma ostensible.

Araberri volvió a ponerse a dos puntos (35-37) y aumentaba las dudas de un equipo castellano con un ataque deslavazado y en el que cada uno hacía la guerra por su cuenta. Volaban los triples imposibles y el juego interior era nulo con Jorge García y Tonsinic en pista. Miraflores no encontraba el camino y vivía de las rentas. Se llegó al descanso con un inquietante 35-39.

Las sensaciones fueron otras en el inicio de la segunda mitad. El San Pablo dio una vuelta más de tuerca a su defensa. La intensidad aumentó, lo que dificultó sobremanera el ataque vitoriano.

Sin embargo, el problema para los de Burgos seguía en ataque. No acababan de ver aro y fue Huskic el que asumió la responsabilidad. Pese a que a las dificultades, la confianza aumentó en el bando azul y en cuanto a los burgaleses les entraron dos canastas consecutivas las cosas volvieron a su sitio (39-48).

Con Huskic en la cancha todo era más fácil. Llegó un parcial de 0-12 y el panorama cambió. Las dudas se instalaron en Araberri, que buscaba desesperadamente a Hearts y Berhanemeskel.

El partido se rompió definitivamente. La defensa burgalesa ahogaba a un oponente cada vez más a la deriva. La brecha en el marcador fue aumentando y es que el acierto vino unido al buen trabajo defensivo. El tercer acto concluyó con un triple desde el centro del campo de Edu Martínez que dejó el marcador en 47-66. El choque estaba más que encarrilado para el Miraflores.

Los últimos 10 minutos fueron de auténtico relleno.Los dos equipos asumieron que el choque estaba visto para sentencia. Araberri no se dejó ir y luchó cada balón hasta el final, mientras que el cuadro burgalés se siguió divirtiendo.

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