El Correo de Burgos

BALONCESTO / LEB Oro

La fe del San Pablo Inmobiliaria puede con todo

Los azules mantienen vivas sus opciones de lograr el primer puesto tras vencer al FC Barcelona B y superar otra grotesca actuación arbitral

Jorge García supera bajo los aros a Trias y Diagne, ayer, en El Plantío.-RAÚL OCHOA

Jorge García supera bajo los aros a Trias y Diagne, ayer, en El Plantío.-RAÚL OCHOA

Burgos

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SAN PABLO INMOBILIARIA  85

BARCELONA B  77San Pablo Inmobiliaria: Brandon Brine (-), Aegir Steinarsson (9), Álex Barrera (11), Javi Vega (19), Goran Huskic (2) -quinteto inicial- Mo Soluade (11), Álex López (4), Edu Martínez (13), Jorge García (4), Filip Toncinic (12).FC Barcelona B: Dago Peña (18), Jordi Trias (9), Aleix Font (17), Atoumane Diagne (2), Víctor Sada (3) -quinteto inicial- Stefan Peno (11), Màxim Esteban (-), Pol Figueras (-), Sergi Martínez (4), Volodymyr Gerun (13).Árbitros: Gómez y Torres.Eliminados: Soluade (min. 38).Parciales: 16-24, 44-46 (descanso), 67-62 y 85-77 (final).BURGOSPase lo que pase al final de la temporada, este San Pablo Inmobiliaria se merece todo el reconocimiento y el tratamiento de grande de la liga. El conjunto burgalés superó en la noche de ayer uno de los escollos más complicados de esta fase final del calendario, mostró las virtudes de un campeón y tuvo la sangre fría necesaria para evadirse del efecto de otra grotesca actuación arbitral. Los burgaleses siguen vivos en la lucha por el título y, de paso, se beneficiaron de la derrota del Palencia.El partido de ayer puede resultar decisivo para la suerte del proyecto local. La importancia de la victoria en juego y la entidad del rival pusieron a prueba el aplomo de un equipo maduro capaz de resolver cuantos problemas encontró en una noche llena de emociones.Puede que le pesara la responsabilidad o que, simplemente, el Barcelona B decidiera no esperar ni un segundo para ofrecer su mejor versión ofensiva. El caso es que al conjunto burgalés le costó un mundo coger el tranquillo a un partido que se puso cuesta arriba en el arranque.El filial azulgrana gobernó la situación con ritmo y acierto. La circulación de balón era fluida y el talento hizo el resto para complicar la vida a los burgaleses. En tres minutos los catalanes se situaron con un inquietante 5-12 y las sensaciones eran peores de lo que reflejaba el marcador. Se trataba de incomodar a Peña en el lanzamiento y el exterior anotaba a placer. Había que controlar el rebote y los azulgranas disfrutaron de segundas opciones... mal asunto.Para colmo, el ataque dependía de forma exclusiva de Álex Barrera, la novedad en el quinteto inicial. Los puntos del escolta eran oxígeno puro para un San Pablo Inmobiliaria a remolque. El lenguaje corporal de los azules reflejaba la incomodidad del momento. Y es que el control de las pérdidas, otra premisa innegociable, fue otra pesada losa en un primer cuarto negativo. Nada salió como se esperaba y, además, no faltó el picante de una actuación arbitral que ya no debe sorprender en El Plantío.El despropósito de Gómez y Torres sirvió, al menos, para conectar a la grada. Las ventajas del Barcelona B rondaban los 10 puntos y los recursos del rival eran inagotables. Huérfano de jugadores clave como Vega y Huskic, los burgaleses tocaron fondo con el 20-31 a 7:30 del descanso.Y fue ahí cuando el San Pablo Inmobiliaria despertó. Los pupilos de Julbe estaban a un paso de romper el partido, pero la reacción llegó a tiempo de la mano de Edu Martínez. Los azules se la jugaron desde el triple y el riojano dio un paso al frente para anotar 10 puntos casi consecutivos.Esta racha, unida a un tiro libre de Soluade, permitió a los burgaleses igualar el partido (31-31). El bloque de Epi echaba leña al fuego ante un Barcelona que mostró la madurez impropia de un filial para mantener la delantera. El triple socorrió a los visitantes y Gerun demostró lo buen jugador que es para llevar al Barça con ventaja al descanso (44-46).El San Pablo Inmobiliaria estaba de vuelta, aunque los del silbato echaron el resto en el inicio del tercer periodo. La actuación de Gómez, incalificable dentro de unos parámetros lógicos, a punto estuvo de sacar a los locales del partido con el 47-54. Sin embargo, el rival no anduvo tan fluido como en el arranque y dos triples de Steinarsson frenaron el ímpetu arbitral.Afortunadamente, en ese momento tan delicado apareció Javi Vega. Bienvenido fue el madrileño, un coloso en el tercer cuarto. El ala pívot puso a los burgaleses por delante por primera vez en el partido con el 55-54 y a partir de entonces cada canasta se cotizaba a precio de oro. El Barcelona quiso sobrevivir apoyado en su talento, pero el signo del juego había cambiado y los burgaleses se estiraron hasta el 69-62 del inicio del último cuarto.El nivel defensivo mostrado por los de Epi en la segunda parte invitaba al optimismo. Sobre todo cuando Soluade clavó el 74-64 desde el arco. Sea como fuere, quedaban 6:45 para el final y el Barcelona no había dicho su última palabra.Los burgaleses lo tenían en la mano y no querían desaprovechar la ocasión. Solo concedieron puntos desde el tiro libre y en ataque rascaban de ahí y de allá para acercarse al objetivo, hasta que Edu Martínez salió liberado de un bloqueo para clavar el triple que debía sentenciar el partido con el 81-69 a 3:55 para el final. La victoria estaba en el saco y, a falta de cuatro jornadas, los de Epi están más vivos que nunca.

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