El Correo de Burgos

BALONCESTO / FASE DE ASCENSO ACB

Para empezar, un final feliz

La defensa del San Pablo Inmobiliaria salva sobre la bocina el primer punto de la eliminatoria contra un batallador Melilla

Steinarsson pierde la posesión del balón ante Ott, ayer.-RAÚL OCHOA

Steinarsson pierde la posesión del balón ante Ott, ayer.-RAÚL OCHOA

Burgos

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SAN PABLO INMOLILIARIA 79

MELILLA 78

San Pablo Inmobiliaria: Aegir Steinarsson (5), Álex López (13), Brandon Brine (3), Javi Vega (14), Goran Huskic (14) -quinteto inicial- Mo Soluade (7), Edu Martínez (5), Filip Toncinic (5), Jorge García (-), Álex Barrera (13).

Melilla Baloncesto: Jorge Sanz (10), Óliver Arteaga (4), Héctor Manzano (8), Eloy Almazán (14), Alfredo Ott (16) -quinteto inicial- Edu Gatell (4), Marcos Suka-Umu (8), Kevin van Wijk (5), Pedro Rivero (9) y Massine Fall (-).

Árbitros: Pazos y Sánchez.

Eliminados: Arteaga (min. 35).

Parciales: 26-25, 39-45 (descanso), 60-61 y 79-78 (final).

El San Pablo Inmobiliaria ya siente el cosquilleo de un play off de ascenso, un torneo diferente en el que cada segundo cuenta. Los burgaleses lograron el primer punto de su eliminatoria contra el Melilla en una noche en la que tuvieron que superar la gran puesta en escena del rival para contener después el aliento en la última posesión. Salió cara y el futuro inmediato se ve de otra manera.

Sabe el cuadro de El Plantío que tiene por delante un emparejamiento temible. Son dos gallos frente a frente en una batalla en la que resulta fundamental el control del ritmo. Los locales necesitan el descontrol ordenado, mientras que los norteafricanos hacen de la pausa y la experiencia sus mejores virtudes. Y a punto estuvo el Melilla de tomar el mando.

Los burgaleses estaban preparados para un duelo exigente, pero el arranque protagonizado por el rival estaba fuera de cualquier guión previsto. ¿Quién hubiera imaginado que el Melilla se destaparía con cuatro triples casi consecutivos sin fallo en los dos primeros minutos?

El 5-14 firmado por los blancos en el amanecer marcó el desarrollo del envite porque obligó a los castellanos a jugar con ansiedad durante muchos minutos. Cierto es que los pupilos de Epi entraron en faena poco a poco para achicar agua en una situación incómoda pero Arteaga, faro del decano desde el poste bajo, tuvo barra libre en la pintura y movió a la defensa azul.

El juego físico de los visitantes obligó al San Pablo Inmobiliaria a adaptarse a las circunstancias y a buscar soluciones a través de las transiciones. Los nervios dieron paso a la precipitación y con ello, a los errores. Los azules, ya activados, echaron mano de su inagotable talento ofensivo para subsanar la pésima puesta en escena de Javi Vega y redujeron a ceniza cada escaramuza visitante para, con un parcial de 8-0, ponerse por delante.

Los burgaleses también encontraron el favor del triple para respirar aliviados con el 26-25 del final del primer cuarto. Parecía que lo peor ya había pasado y que aprovecharían el impulso para llevar la voz cantante sobre la pista. Sin embargo, el Melilla mantuvo su plan para generar de nuevo el desconcierto.

Tuvo la opción el bloque de Epi de situarse con una ventaja de puntos. El triple de Soluade se topó con el aro y a partir de ese momento todo a fue a peor. Dos malas decisiones, tanto en ataque como en defensa, allanaron el camino a un Melilla que penalizó cada indecisión azul. Con un parcial de 0-12 firmó la máxima del choque (30-40) y obligó a pedir tiempo muerto a un técnico local falto de reflejos en esta ocasión.

El San Pablo Inmobiliaria estaba en problemas. Su mejoría en defensa quedaba minimizada por las dobles y triples opciones gozadas por el Melilla en el rebote ofensivo. Los de El Plantío sudaban tinta para amarrar cada punto y el rival, en vista del doble rasero arbitral en los contactos, subió el nivel hasta que resultó imposible para los colegiados evadirse de lo que ocurría en pista. Y en pleno vaivén, los de Alcoba llegaron al intermedio con ventaja en el marcador y en el aspecto anímico (39-45).

Los de casa habían aprendido la lección y la aplicaron en el tercer cuarto. El San Pablo Inmobiliaria subió un punto más su intensidad y, por fin, vio cómo los árbitros bajaron el listón para castigar el juego físico del Melilla. Ello, unido a la esperada aparición en escena de Javi Vega, cambió el escenario. El madrileño, secundado por Álex López, lideró una nueva reacción burgalesa para culminar la remontada con el 52-50 mediado un tercer cuarto que aún dio de sí.

El rival, muy cargado de faltas por dentro, se encomendó al lanzamiento exterior y a los errores de los locales para recuperar la delantera antes del desenlace (60-61). Cada detalle contaba y el San Pablo Inmobiliaria ya sentía el cosquilleo de un play off. Había llegado la hora de la verdad y los azules se lanzaron en plancha en busca de un primer punto crucial en la eliminatoria.

Huskic dio un paso al frente en ataque y, a pesar de los apuros en el rebote, los de casa tenían la situación controlada en defensa. En esta tesitura, el 2+1 del serbio que significa el 72-66 era oro puro porque, además, se tradujo en la eliminación de Arteaga. Sin embargo, Ott salió al rescate de un decano que jamás perdió la compostura y que se agarró al triple para tener opción, incluso, de ponerse por delante.

Van Wijk falló bajo la canasta y el San Pablo Inmobiliaria acarició la victoria con los tiros libres de Álex López que significó el 79-74 a 1:30 del final. Pero este Melilla tiene más vidas que un gato y de nuevo se amparó en el triple para gastar su última bala. Suka-Umu acertó desde el arco y Gatell fijó el 79-78. Quedaban 40 segundos y había que gestionar la ansiedad ante un equipo experto como es el decano. Álex López jugó de la peor manera el último ataque local y, con todo en contra en la posesión decisiva, la defensa sobre Suka Umu amarró una victoria crucial. Mañana, más.

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