El Correo de Burgos

FUTBOL Segunda División B

Un gol de Cervero es suficiente

El Mirandés se impone por la mínima al Sporting B gracias a un gol del delantero ovetense y logra la primera victoria del curso / A los rojillos les tocó sufrir y es que el filial estuvo cerca del empate en la segunda mitad

Diego Cervero celebra el gol que le dio la victoria al CD Mirandés ante el Sporting B.-ALFONSO G. MARDONES

Diego Cervero celebra el gol que le dio la victoria al CD Mirandés ante el Sporting B.-ALFONSO G. MARDONES

Burgos

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CD MIRANDÉS 1

SPORTING B 0Gol: 0-1, min. 13: Cervero.

Árbitro: Pardeiro Puente (colegio cántabro). Mostró tarjeta amarilla a los locales Paris, Puerto y Prieto, así como a los visitantes Claudio, Cayarga, Juan Rodríguez y Víctor Ruiz.

CD Mirandés: Limones; Paris, Israel Puerto, David Prieto, Kijera; Rúper, Albistegi; Jaime Santos (Romero, min. 54), Borja Sánchez (Igor Martínez, min. 65), Yanis; Cervero (Melli, min. 85).

Sporting B: Dani Martín; Ramón, Juan Rodríguez, Víctor Ruiz, Cordero; Arellano, Cristian Salvador (Bertín, min. 73); Isma Cerro, Pedro (Sanabria, min. 79), Cayarga (Sandoval, min. 79); Claudio.Una diana de Cervero en los primeros compases del encuentro permitió al Mirandés sumar los tres puntos estrenando el casillero de victorias de la temporada. Pese a ello, el encuentro del Mirandés no fue todo lo bueno que se esperaba. Y es que el Sporting B le puso las cosas complicadas durante los 90 minutos.

El cuadro visitante fue superior en algunos momentos al cuadro rojillo. Dispuso de ocasiones en el segundo tiempo para haber podido sumar al menos un punto. Por fortuna, el gol tempranero fue suficiente y los puntos se quedaron en casa.

El encuentro arrancó con el Mirandés especialmente enchufado. Los rojillos, que se estrenaban de nuevo en la categoría de bronce ante su parroquia, comenzaron mandones ante un Sporting B que tampoco salió a especular sobre el tapete de Anduva.

Y eso que no tardó en meter el miedo en el cuerpo la escuadra de Pablo Alfaro al conjunto sportinguista. Yanis, uno de los refuerzos más destacados durante la pretemporada, centró al segundo palo y el testarazo de Jaime Santos, con pasado en la cantera de Mareo, se marchó ligeramente desviado.

Sólo se había cumplido un minuto y el Mirandés ya había dado su primer aviso. Pero los pupilos de José Miguel López no se descompusieron y siguieron jugando a lo mismo. Empezaron a estirar líneas, ganar metros y a ver cada vez más cerca la portería de Limones.

Así las cosas, Pedro estuvo cerca de adelantar a los asturianos en el minuto 6. El enganche le robó la cartera a David Prieto, en un despiste defensivo, y se plantó solo delante del cancerbero mirandesista que, en una intervención prodigiosa, desbarató el mano a mano.

El Mirandés sufría lo indecible para salir con el balón jugado desde atrás. Un Sporting B bien posicionado sobre el tapete cortocircuitaba por completo a unos jugadores rojillos que no eran capaces de combinar con fluidez y de generar peligro en las inmediaciones de Dani Martín.

Pero si algo tiene el conjunto de Alfaro es pegada. Capaz de hacer una ocasión de la nada, y un gol sin apenas generar peligro. Le bastó un centro desde el costado derecho de Paris, cabeceado por Cervero en el corazón del área, para perforar la meta de Dani y poner a los rojillos en ventaja en el marcador.

Tras el gol mirandesista y unos compases de dominio local, el filial volvió a meterse de lleno en el encuentro y a empezar a merodear las inmediaciones de Limones. Cristian Salvador y Cayarga fueron capaces de jugar en línea de tres cuartos, pero la falta de acierto en los últimos metros dificultó el avance de los asturianos.

El segundo acto comenzó con los visitantes bien plantados ante un Mirandés que parecía conformista con el marcador a favor. Sin apenas acciones de peligro, las imprecisiones eran la tónica habitual de dos conjuntos que eran incapaces de hilvanar juego. Los de Alfaro no se sentían nada cómodos sobre el verde, pero el Sporting B no acababa de crear peligro.

Isma Cerro emergió para echarse el equipo a sus espaldas y de sus botas llegaron las opciones más claras para la igualada. Primero, tras internarse por el costado derecho, aunque su remate forzado lo tapó perfectamente Limones. Y después, con un disparo desde la frontal que se marchó lamiendo la escuadra. Los sportinguistas perdonaron y Alfaro decidió meter a Melli, un central más, para aguantar el resultado y dejar los tres puntos en Miranda de Ebro.

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