Compuesto y sin novia

Hasta los últimos minutos del plazo de fichajes trabajó denodadamente el Burgos CF para cerrar su plantel con la llegada de un delantero que completara la punta de su ataque. Pero ninguna de las múltiples vías de negociación abiertas en las últimas semanas dio los frutos esperados.

Y tendrá que afrontar la temporada, al menos hasta que se abra una nueva ventana de incorporaciones en enero, con los jugadores que iniciaron el curso hace 15 días. Una cuestión que no debería suponer un grave contratiempo para el cuerpo técnico, pues la directiva del club considera que se ha conformado una plantilla «muy competitiva». Del mismo modo que reconoce que se le ha quedado clavada una espinita que tratará de sacarse en la segunda vuelta -para lo que han reservado recursos en caso de que sea necesario la llegada de refuerzos-.

Muchos han sido los problemas que se ha encontrado la dirección deportiva para hacerse con los servicios de un ariete que pusiera la guinda al bloque blanquinegro. Desde hace dos meses se lanzaron con decisión en el mercado en busca de un punta que pudiera marcar las diferencias.

Apostaron de inicio por Aketxe -firmó por el Cartagena-, trataron de convencer al Lugo para que dejara salir a Mario Barco, se sumaron a última hora a la puja por Pito Camacho -no pudieron competir con la oferta económica del Mirandés- y han echado el resto por Gorka Santamaría -a pesar del visto bueno del Athletic de Bilbao el jugador prefirió recalar en el Recreativo de Huelva-.

Esta misma semana habían alcanzado el acuerdo con un delantero, pero a última hora su club de procedencia no le permitió salir de la entidad.

Era la última bala en el cartucho de los blanquinegros. El tiempo se les echaba encima y no había margen de maniobra en un mercado tan reducido como el de los arietes sub 23 -el Burgos CF tiene ya cubiertas las 16 fichas senior-.

Si bien la reglamentación de competición abre una posibilidad de fichaje más allá del plazo regular: la de la contratación de un jugador profesional que se encuentre en el paro.

Sea como fuera, Patxi Salinas, que ha venido solicitando en los últimos días la llegada de refuerzos para la punta del ataque asegurando que tenía una plantilla «corta» de efectivos, tendrá que hacer frente a la situación con los efectivos que tiene actualmente.

En lo que hace referencia a la línea que quería completar, la delantera, el técnico bilbaíno cuenta actualmente con dos arietes disponibles, Carlos Álvarez e Iker Hernández. Y tendrá que esperar varias semanas para que pueda incorporarse al grupo de trabajo Adrián Hernández por sus molestias en el pubis.