El Correo de Burgos

Fútbol / Segunda B

Campeón de invierno

Trabajado triunfo del CD Mirandés frente a un Arenas que nunca se dio por vencido / Romero adelantó a los rojillos de falta directa y Cervero selló la victoria en Anduva

Yanis conduce un balón ante la presión de un jugador del Arenas en el choque de ayer en Anduva-Vivemiranda.com

Yanis conduce un balón ante la presión de un jugador del Arenas en el choque de ayer en Anduva-Vivemiranda.com

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Victoria con mucho sufrimiento para el líder Mirandés ante el Arenas de Getxo, que nunca dio su brazo a torcer y dejó impronta de gran equipo en Anduva. Tuvo que acudir al rescate el pichichi Diego Cervero con uno de sus goles habituales, metiendo la bota para cazar un rechace y poner la rúbrica a un hermoso encuentro de fútbol, con llegadas y buen juego para los dos conjuntos.

Los de Pablo Alfaro siguen líderes en solitario, con 42 puntos y sacando 6 al segundo. El partido tuvo un inicio trepidante, con dos escuadras muy verticales que buscaban el área rival sin solución de continuidad. El primero en probar fue el conjunto de Pablo Alfaro con un remate de Pito Camacho que se perdía por encima del travesaño.

Pero sorprendieron los vizcaínos en este primer tramo de la contienda, respondiendo Cristóbal con un peligroso zapatazo desde el vértice del área. Los dos equipos estaban embarcados en una ida y vuelta sin pausas en la medular, brillando Limones para atrapar un centro raso al que estaba a punto de llegar Jonxa Vidal.

Tras un cuarto de hora frenético en el arranque, el encuentro se calmó y poco a poco fueron los locales los que se hicieron con el dominio en la zona ancha, Rúper y Romero al mando. Yanis llevaba mucho peligro en dos jugadas consecutivas, la primera un centro que acabó atajando Txemi y la segunda un disparo envenenado a los 32 minutos que el veterano arquero del Arenas despejaba a saque de esquina.

También se envenenaba poco después un centro de Romero, obligando al portero visitante a rectificar para despejar con apuros a saque de esquina. Se intensificaba el acoso de un Mirandés ya dueño del choque con 6 saques de esquina a su favor apenas sobrepasada la media hora de encuentro.

Llegadas por ambas bandas, casi gol en un centro de Gorka Kijera que no halló rematador, buen juego y dominio para los rojillos, que volvieron a rozar el gol en un disparo de Pito Camacho que salió alto por muy poco. El que tuvo que estar bien despierto fue el cancerbero Limones, ya que el Arenas volvió a llegar con mucho peligro después de casi media hora sin pisar el área local. Luisma Villa lanzaba un trallazo que obligó al paradón a mano cambiada del portero daimieleño.

Salió con mucha fuerza el equipo de Pablo Alfaro en la reanudación, pero lo peor que le pudo suceder fue marcar pronto. Y es que en el 52 y después de haber forzado ya un par de buenas llegadas, un tiro de falta directa de Romero se alojó en el fondo de las mallas, justo premio a la superioridad rojilla. Pero el equipo se echó atrás y el Arenas fue el protagonista.

Primero, en un remate de cabeza de Aitor Ramos que se fue a la madera en el 57 y poco después con el tanto del empate en un contragolpe perfectamente culminado por Luisma Villa. Vuelta a empezar.

Reaccionaron bien los de Pablo Alfaro, que quitó del terreno a un luchador pero desafortunado Yanis para dar entrada a Borja Sánchez. De nuevo el balón estaba casi siempre en botas rojillas y Peláez probaba con un lanzamiento cargado de intención que se perdía cerca de la escuadra del marco getxotarra.

Era el anticipo de la habitual cita con el gol de Diego Cervero. El pichichi nunca falla. Borja Sánchez disparaba desde la frontal, Txemi no podía atajar el cuero y el más listo en el rechace fue, cómo no, el máximo realizador del grupo, metiendo la puntera para hacer el 2-1.

Los dos equipos disputaron unos 20 minutos finales vibrantes. El Arenas no se conformaba y adelantaba la línea de presión, mientras el Mirandés buscaba el repliegue y las contras veloces. En una de ellas tuvo el lateral Paris el tanto de la sentencia, pero su remate se perdía alto. Ya no hubo tiempo para más, y tres puntos importantes para el zurrón del primer clasificado.

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