Lo primero, la victoria

BURGOS

La cantera de la Penya es una fuente inagotable de talento y Álex Barrera es uno de esos diamantes pulidos en una de las plazas más importantes del baloncesto español: Badalona.

El ahora jugador del San Pablo Burgos regresa mañana a casa. Durante 10 años defendió la sagrada camiseta verde y negra, disputando un total de 88 partidos en ACB con el club campeón de Europa en 1994. Sin embargo, no tendrá margen para dejarse llevar por las emociones, puesto que tiene una misión que cumplir en un partido clave para el conjunto burgalés.

«Ya volví a Badalona hace dos años, cuando jugaba en Manresa. Siempre es especial jugar allí porque tengo muy buenos recuerdos», explica Barrera, quien asegura que el cariño es mutuo. «Me llevo muy bien con la afición y a ellos les parecerá bonito que vuelva», asegura. Eso sí, mañana solo importa el triunfo.

«Tenemos un objetivo claro», zanja el exterior. «Es una oportunidad que tenemos para ganar y solo pensamos en la victoria», añade un Álex Barrera que refleja el ánimo de un equipo burgalés

responsabilizado. «Todo lo que envuelve mi regreso está muy bien, pero una vez que el balón esté en el aire será un partido más e iremos a muerte para ganarlo», explica.

El San Pablo no puede fallar en este compromiso después de las «dura derrotas» sufridas frente al Gran Canaria y el Fuenlabrada. Barrera reconoce que los inicios de las semanas son complicados en estas circunstancias, pero los burgaleses ya están mentalizados para reconducir la situación. «Al principio todavía tienes en la cabeza el partido anterior y a medida que trabajas coges el ritmo otra vez», reconoce.

El escolta catalán asume que el proyecto burgalés encara un «momento clave en la temporada». «Lo asumimos con ganas de conseguir buenos resultados. No hay miedo», recalca, apoyado en el rendimiento ofrecido por el colectivo. «Ya merecimos la victoria en anteriores encuentros, pero no tuvimos suerte. Queremos demostrar que nuestro trabajo es bueno», indica.

Y es que Barrera, al igual que el resto del equipo, asume que el San Pablo aún está en pleno «proceso» de adaptación. «Al principio la diferencia en el marcador era muy amplia, ahora estamos en un punto en el competimos hasta el final y la experiencia adquirida en los últimos finales apretados nos servirá para hacerlo mejor. Vamos hacia arriba, seguro», subraya.

Además, el exterior confía en tener un papel protagonista después de varias semanas relegado a un papel residual (con la excepción vivida en Gran Canaria). «No se lleva muy bien», reconoce, sin perder ni el optimismo ni la sonrisa. «Mentalmente estoy preparado para jugar todos los partidos», añade, pero es Epi quien tiene la palabra. «Él decide las rotaciones», concluye.