El Correo de Burgos

Fútbol / Segunda B

Remontada para seguir creyendo

Carlos Álvarez permite al Burgos CF aferrarse al sueño del play-off con un tanto en el 94 / Antes Adrián había empatado de penalti

Adrián Hernández recoge el balón tras anotar el gol del empate desde el punto de penalti.-Raúl G. Ochoa

Adrián Hernández recoge el balón tras anotar el gol del empate desde el punto de penalti.-Raúl G. Ochoa

Publicado por
DANIEL ORTEGA CEBRECOS
Burgos

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BURGOS CF 2 – CD LEALTAD 1

El Burgos CF parecía condenado a un nuevo empate con sabor a despedida. Hasta que apareció Carlos Álvarez para salvar el pellejo a su técnico y colocar al equipo a tan solo 1 punto del play-off. Fue un triunfo agónico ante el Lealtad certificado cuando ya estaban a punto de agotarse los 4 minutos de prolongación. Tres puntos de oro para seguir creyendo.

Hasta ese preciso momento el proyecto de Patxi Salinas parecía agotado. El cuadro de El Plantío tuvo que jugar a contracorriente desde el pitido inicial, pero nunca perdió la fe. Adrián Hernández igualó la contienda y puso a la escuadra en el camino del milagro.

No pudo comenzar peor el encuentro para los intereses blanquinegros. No se había consumido el segundo minuto de juego cuando Julio Rico, en un carrera para cortar un transición por la banda de Montero, se fue al suelo entre evidentes signos de dolor. Y tuvo que ser sustituido de inmediato por Ayoze.

A pesar del contratiempo el Burgos CF no iba a permitir que ningún obstáculo se interpusiera en su camino hacia la victoria. Y de inmediato, en un balón en largo desde la línea defensiva, Adrián Hernández recogió un balón en carrera partiendo desde el costado izquierdo. Pero se entretuvo demasiado en su intento de recortar a Roza, que le robó la cartera en el interior del área.

Los castellanos se mostraban muy voluntariosos y con ganas de congraciarse con una afición cada vez más desencantada por los últimos resultados. Y trataban de esmerarse en la creación, alternando un juego vertical con otro más pausado y combinativo en busca de los agujeros de la bien plantada zaga asturiana.

Al cuarto de hora de juego una larga acción ofensiva de los locales concluyó con un centro de Eneko desde la derecha que remató muy forzado en el punto de penalti Ramón Blázquez. Su cabezazo se marchó ligeramente desviado.

Lo peor estaba todavía por llegar. Cumplido el minuto 25 la tragedia comenzó a ganar fuerza. Y viendo el devenir de los acontecimientos no podía ser de otra manera. Una incursión de Robert Martínez por la izquierda concluyó con un potente centro al corazón del área. Allí metió la pierna Borda para despejar el centro. La mala fortuna quiso que se convirtiera en un preciso disparo que superó a un sorprendido Mikel Saizar para hacer subir el 0-1 al tanteador.

Un puñetazo en la boca del estómago de un Burgos CF muy tocado.

El tanto dio alas al Lealtad, que en los siguientes minutos, aprovechando que los anfitriones estaban todavía lamiendo sus heridas, trataron de poner coto a la portería de Saizar. Primero con un disparo lejano de Álex Blanco que detuvo sin complicaciones el ‘zamora’ del Grupo 2. Y acto seguido con una peligrosa incursión de Medori que fue abortada con valentía por el cancerbero guipuzcoano arrojándose a los pies del delantero asturiano.

Tardó en reaccionar el cuadro de Patxi Salinas, que veía cómo se le escapaba el tren del play-off. Lo hizo en el 33 en una cabalgada de David Martín por la izquierda. El extremo ganó la línea de fondo y puso un buen centro al área al que no llegó por centímetros Adrián.

El tanto del Caudal echó por tierra el plan preconcebido por el Burgos CF. Y la precipitación no era el mejor compañero de viaje para enderezar el rumbo. El balón quemaba en los pies de los futbolistas. El ambiente era gélido en las gradas. La resignación había ganado la partida. Y el juego directo parecía el único recurso.

En el peor de los escenarios posibles se reanudaba el duelo para los intereses castellanos, obligados a desempeñar un rol en el que no se encuentran demasiado cómodos. Necesitaban posesión y control para intentar quebrar la poblada de efectivos retaguardia del Lealtad.

Saltó con brío el Burgos CF. Y no tardó en avisar de sus intenciones con un disparo raso y lejano de Cusi que detuvo con problemas Tejero en dos tiempos.

No le quedaba otra que arriesgar a Patxi Salinas, que dio entrada de inmediato a Iker en el puesto de Pablo Blázquez. El Burgos se había hecho con el control de la situación, aunque sin demasiada claridad frente a un cuadro asturiano bien replegado atrás y que se desprotegía solo en acciones a la contra.

Salinas agotó sus cambio con media hora por delante. Carlos Álvarez ocupó el puesto de Beobide. Quemaba todos su cartuchos para dar la vuelta al tanteador. Y le salió bien la jugada en esta ocasión. Un centro desde el costado izquierdo de David Martín fue cortado con la mano por un defensor del Lealtad. El trencilla no lo dudó y señaló el punto de penalti.

Adrián Hernández fue el encargado de transformar la pena máxima para abrir una puerta a la esperanza. Y el partido enloqueció, convirtiéndose en un correcalles.

Los asturianos pudieron golpear de nuevo dos minutos después en un saque de esquina que Robert Martínez peinó en el primer palo y a punto estuvo de introducir en el marco castellano.

La réplica local llegó en una rápida transición bien conducida por Andrés por el centro del campo que concluyó con un precioso pase interior sobre la incorporación de Carlos Álvarez, que en el mano a mano con Tejero no supo definir.

En la siguiente acción la tuvo Adrián Hernández tras un mal despeje del meta del Lealtad. Su volea, potente y cruzada, la despejó a saque de esquina el meta visitante.

Entre medias, en un error en cadena de la zaga burgalesa, Mikel Saizar salvó una vez más a los suyos ante un disparo de Montero.

En el 83 rozó la victoria el cuadro anfitrión en un cabezazo de Borda a la salida de un saque de esquina. Y poco después fue David Martín quien lo intentó con un derechazo cruzado que atajó sin problemas Tejero. De nuevo la tuvo el extremo tras un centro de Carlos Álvarez, aunque ya agotado, le faltó claridad en la definición.

Y cuando ya pasaban 4 minutos del tiempo reglamentado Carlos Álvarez recogió un pase interior de Abel para armar su pierna derecha y conectar un potente disparo cruzado que significó el 2-1.

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