El Mirandés acecha el liderato

CD LEALTAD 0 – 1 CD MIRANDÉS

Victoria de oficio del Mirandés en Les Caleyes, donde un solitario tanto a la salida de un córner de David Prieto en la segunda mitad, fue suficiente para tumbar a un Lealtad que vendió cara su derrota. Los rojillos se colocan a un punto del líder.

Los primeros compases del encuentro destacaron por la igualdad entre ambos contendientes. Apenas se notaba la diferencia entre uno y otro en la clasificación, ni los objetivos, totalmente opuestos, de locales y visitantes. Y es que mientras que los de Pablo Alfaro buscaban tres puntos que le situaran a tiro de la cabeza de la tabla, los de su homólogo Roberto Aguirre -con la moral por las nubes tras empatar precisamente ante el líder en la jornada anterior- necesitaban ganar para mantener las opciones de salvación intactas.

El choque, correspondiente a la jornada 31 y que fue aplazado el pasado 25 de marzo debido a las fuertes lluvias que azotaron tierras asturianas, vivió en la tarde de ayer otro capítulo de inclemencias meteorológicas. Y es que de nuevo un importante diluvio y un fuerte viento hicieron acto de presencia en Les Caleyes, algo que provocó que el fútbol no fluyera, las ocasiones tardaran en llegar y que el choque estuviese pasado por agua en algunas fases. En ese contexto, tanto asturianos como burgaleses disputaron un choque muy reñido en el que ninguno parecía querer llevar el peso del mismo.

La primera aproximación al área la protagonizó el Mirandés a los diez minutos. Borja Sánchez, tras superar en velocidad a Keko, golpeó con potencia el esférico, que terminó marchándose demasiado arriba de la portería de Tejero. Cinco minutos más tarde, tras una buena jugada colectiva fue Kijera quien, desde fuera del área, mandó el cuero lejos de los tres palos. Coincidieron los buenos minutos del cuadro burgalés con la mejor ocasión maliaya de la primera mitad, que llegó con un gran disparo de Chema Moreno que Kijera, sobre la misma línea de gol, evitó que se convirtiera en el 1-0.

Acto seguido, a la contra, los rojillos forzaron dos córners y en el segundo de ellos casi llega el gol olímpico, pero el guardameta local estuvo atento para despejar. Se iba animando el envite, con intercambio de golpes y alternancia en el dominio del balón. La lluvia dio una tregua y sin ella, la producción ofensiva no aumentó en exceso. Pito Camacho, justo antes de la media hora, lo probó con un buen lanzamiento que se marchó a córner. Y hasta el descanso, poca elaboración y mucho fútbol directo que tampoco se traducía en goles.

El Mirandés enfiló el camino a los vestuarios con la sensación de poder haber hecho más cosas en una primera entrega en la que fueron de más a menos y que finalizó con los negrillos merodeando con más constancia el área de Limones, que si bien no tuvo demasiado trabajo, siempre se mostró atento. Tras el pertinente cambio de campos, la decoración no varió mucho a pesar de lo que lo que se jugaban tanto los visitantes como los de casa. Los de Alfaro querían el balón, pero se encontraban con un rival que presionaba muy bien y que no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.

El guion fue muy similar al del primer tiempo, ya que las ocasiones al inicio se pudieron contar con los dedos de una mano. Echó mano del banquillo el técnico rojillo, dando entrada en el minuto 56 a Igor Martínez por un Pito Camacho que pese a sus intentonas no tuvo suerte en la tarde de ayer. Limones, mientras tanto, desviaba el balón a saque de esquina en un mano a mano con Álex Cruz. Incomodaba el Lealtad a los de Anduva, que mediante un disparo lejano de Undabarrena trataban de poner tierra de por medio. Medori, por encima del larguero, también quiso sorprender acto seguido.

Pasaban los minutos y ningún cerrojo parecía querer romperse. Sin embargo, Galiano evitó el tanto de Israel Puerto mandando el balón a córner. Y en el posterior saque de esquina David Prieto se anticipó a toda la zaga negrilla para situar la pelota en el fondo de las mallas de un Tejero que poco pudo hacer para evitar el 0-1. Fue un jarro de agua fría para un Lealtad que justo entonces estaba poniendo contra las cuerdas a los burgaleses, que de la mano de su veterano central consiguieron lo que estaba siendo un auténtico vía crucis: abrir la lata.

Faltaban poco más de 20 minutos para la conclusión y el cometido de los de Alfaro no era otro que administrar la renta hasta el epílogo sin renunciar a aumentar la brecha. Igor Martínez pudo aumentar la renta: primero con una volea y acto seguido con un buen zapatazo que desvió Tejero. En el córner, David Prieto casi firma el segundo pero un paradón de Tejero evitó que su cabezazo situara el segundo en el electrónico. El tanto en contra adormeció a un Lealtad que lo intentó con ahínco, sobre todo en el descuento.