El Real Burgos recobra la esperanza en la permanencia

El Real Burgos se aferra a la vida como a un clavo ardiendo. No está dispuesto a bajar los brazos hasta que las matemáticas le impidan seguir remando. Ayer volvió a sonreír al obtener una trabajada victoria sobre el Atlético Bembibre que le permite seguir soñando con la salvación.

Cualquier otro escenario, a tenor de los resultados de sus rivales más directos, hubiera sido un golpe letal para los rojipardillos. Los de San Amaro hicieron de tripas corazón para sumar tres puntos cuando peor pintaba la situación.

Se retiró al descanso con una cómoda ventaja en el marcador, que luego tiró por la borda en la reanudación. Con el encuentro completamente loco y el balón circulando sin freno de área a área supo aprovechar la ambición de los bercianos, que se volcaron con decisión en busca de la remontada, para asestar un mazazo definitivo a su oponente.

Los locales no estuvieron nada cómodos sobre el terreno de juego en el primer acto. Fallones en la creación y frágiles en la retaguardia. Sin embargo, de los rojipardillos fue la primera ocasión del partido, una volea de Rubén en un balón muerto que golpeó sin fe al centro de la portería sin problemas para Rubial.

El Bembibre, que llegaba a esta contienda con los deberes hechos, maniobraba a su antojo en la zona ancha. Y suyas eran todas las ocasiones de peligro. La réplica leonesa llegó de inmediato en un disparo de Óscar desde la frontal que se marchó rozando el poste.

Superado el cuarto de hora de juego Coco dispuso de un mano a mano con Pana, que repelió el esférico. El rechace cayó a los pies de José, que se precipitó y no acertó con los tres palos.

El Bembibre era dueño del partido y pudo adelantarse en el marcador en disparos desde la frontal de Cueto, Óscar y José Manuel, que no encontraron portería por muy poco.

Cosas del fútbol. El Real Burgos, que había sufrido lo indecible, acertó con la meta rival en su primera ocasión. Rubén peleó un balón en la derecha y centró al corazón del área, donde apareció Óscar para empujarlo sin oposición al fondo de las mallas.

Con el Bembibre tocado los burgaleses les dieron un nuevo bofetón tras sacar de centro. Jonathan persiguió con codicia un balón franco para la defensa y sacó petróleo. Sin ángulo para el disparo cedió el balón atrás. Y Javier lo empalmó desde la frontal para superar a Rubial.

Los bercianos quemaron todas sus naves tras el paso por los vestuarios. Acumularon más hombres en ataque y la jugada les salió a pedir de boca. En el 63 Willy se adelantó a su par en el primer palo para cabecear un saque de esquina que supuso el 2-1.

El tanto hizo despertar de nuevo al Real Burgos, que pudo golpear de nuevo en un mano a mano de Jonathan que salvó Rubial y en un disparo de Rubén desde el vértice del área grande.

Pero lo que llegó fue el 2-2 en el 76 en un magistral lanzamiento de falta botado por Óscar desde la corona del área grande por el exterior de la barrera. El choque enloqueció de ahí al final, con ocasiones claras en ambas porterías.

Los visitantes tuvieron el tercero en una veloz contra de Óscar que dejó a Coco solo ante Pana, pero su disparo salió demasiado cruzado. De inmediato Juli se plantó solo en el área rival, pero Rubial le ganó la partida para salvar el tanto.

No pudo hacer lo mismo con el tiempo a punto de concluir. Taborda centro desde la derecha. Rubén devolvió el balón al centro y Juli, en línea de gol, lo empujó de forma acrobática para hacer el 3-2.