El Correo de Burgos

FUTBOL Fase de ascenso a Segunda

Pito Camacho evita la debacle en Son Moix

Un gol del delantero andaluz dio vida al cuadro rojillo en un partido en el que llegó a perder por 3-0 / Anduva decidirá, aunque el Mallorca llega con ventaja

Yanis (derecha) trata de frenar a Sastre, uno de los destacados ayer.-JORDI AVELLÀ

Yanis (derecha) trata de frenar a Sastre, uno de los destacados ayer.-JORDI AVELLÀ

Burgos

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REAL MALLORCA 3

CD MIRANDÉS 1Árbitro: Alemán Pérez (comité canario). Amonestó al localSalva Sevilla, así como a los visitantes Rúper, Undabarrena y Prieto

Goles: 1-0, min. 3: Lago Junior. 2-0, min. 24: Raíllo. 3-0, min. 64: Aridai. 3-1, min. 75: Pito Camacho.

Real Mallorca: Manolo Reina, Joan Sastre, Bonilla, Raíllo, Xisco Campos, Pedraza, Aridai (Fernando Cano, min. 71), Salva Sevilla, Abdón Prats (Bustos, min. 58), Álex López (Dani Ndi, min. 85) y Lago Junior.

CD Mirandés: Limones, Paris, David Prieto, Melli, Kijera, Undabarrrena, Llorente (Peláez, min. 58), Rúper (Pito Camacho, min. 66), Yanis (Igor Martínez, min. 73), Cervero y Borja.El Mirandés salió vivo de Son Moix, lo que no es poco después de cómo transcurrió el encuentro. El gol de Pito Camacho en el 75 da esperanza a la escuadra burgalesa, que siempre fue a contracorriente. Para el minuto 3 ya perdía y antes de la primera media hora de juego encajaba el segundo. La llegada del tercero en los primeros minutos de la segunda mitad parecía la puntilla. Sin embargo, la diana de los rojillos hace que sus posibilidades aumenten y que la esperanza de ascenso siga viva.

Al Mirandés se le vieron las costuras ante un rival poderoso que mostró su pegada. La solidez defensiva de los burgaleses quedó en entredicho en varias acciones y el primer y el tercer gol son dos claros ejemplos. Lo que nunca perdió el cuadro castellano fue la fe. Fue mentalmente fuerte y se repuso de los mazazos que le asestó su oponente.

A los mirandesistas no les queda otra que aferrarse a Anduva y a la marea rojilla. La eliminatoria está cuesta arriba, pero podía haber sido mucho peor. El Mirandés debe apelar a la heroica, a la ventaja que supone jugar en casa, más cuando tienes detrás una afición como la de Miranda. El cuadro rojillo necesita un 2-0. Si complicado será que el equipo haga dos goles, evitar que los bermellones perforen la portería de Limones lo parece aún más. Lo que es seguro es que con lo ofrecido ayer en Son Moix no bastará.

LA PRIMERA EN LA FRENTE

El partido no pudo comenzar peor para la escuadra rojilla y es que cuando habían transcurrido poco más de dos minutos Lago Junior logró el primer gol de la eliminatoria. Sastre le robó la cartera a Kijera y puso un centro medido a Lago Junior, que batió a Limones sin oposición.

El choque se ponía cuesta arriba a las primeras de cambio.El gol aportó tranquilidad y confianza a los bermellones y tuvo el fecho contrario en el conjunto castellano. Los de Anduva buscaron la reacción de inmediato, pero fue más una intención que una realidad. El mando del partido estaba en manos del conjunto isleño, que mandaba y tenía más claras las ideas. Se jugaba en campo rojillo y el Mallorca se mostraba cómodo.

Las riendas estaban en manos mallorquinistas y en el 24 llegó el segundo disgusto. Salva Sevilla lanzó el saque de esquina y Raíllo remató en el punto de penalti. El central pudo hacer falta sobre su marcador pero el colegiado, muy cerca de la acción, no lo apreció así y dio validez al tanto. El choque y la eliminatoria se complicaban sobremanera. Los rojizos eran un mar de dudas ante un oponente al que el buen inicio le hizo crecer. El aspecto mental, tan importare este tipo de encuentros, estaba del lado insular y se dejaba notar sobre el terreno de juego.

El Mirandés tiró de orgullo para buscar la portería de Reina y estuvo cerca de sorprender al guardameta del Real Mallorca en una acción que, en principio, no suponía ningún peligro para los ayer locales. Undabarrena puso un balón defectuoso en el área, pero Cervero lo tocó con el tacón y lo desvió lo suficiente como para envenenarlo.Estuvo a punto de sorprender al portero del cuadro mallorquín.

El conjunto burgalés había dado un paso adelante. Con más corazón que cabeza buscaba un gol que cambiara el guión de la eliminatoria. No elaboraba su juego y confiaba en que Cervero o Yanis, sus dos máximos artilleros, cazaran algún balón que se convirtiera en el 2-1. Precisamente una jugada entre ambos supuso una buena oportunidad al borde del descanso para los de Anduva. El asturiano peinó el balón y el interior zurdo se revolvió en el área para disparar a las manos de Reina.

Llegó descanso sin que nada más sucediera sobre el terreno de juego. La balanza estaba desequilibrada hacia el lado del Mallorca y algo debía cambiar en la reanudación si los castellanos querían regresar a Miranda con posibilidades.

La dinámica fue la misma en el segundo periodo. El Mirandés empujaba más y buscaba la portería de su oponente. El juego era más trabado, pero la iniciativa correspondía a los rojillos. Tras un saque de esquina (minuto 52), Kijera se sacó un buen disparo en una posición complicada, pero no encontró portería. Dos minutos después, una buena llegada del lateral zurdo vasco por la izquierda la finalizó Cervero en el primer palo, aunque se encontró con Reina.

El partido estaba cambiando.El conjunto de Pablo Alfaro ganaba metros y no sufría para frenar a su oponente. El conjunto burgalés llevaba la batuta y lo intentaba, aunque le faltaba profundidad y precisión.

LLEGA EL TERCERO

Cuando parecía que el Mirandés entraba de lleno en el partido llegó el tercer mazazo. Una vez más, el conjunto mirandesista no estuvo fino en defensa. Un envío de Sastre por la derecha llegó a Bustos en el segundo palo, que tocó hacia el punto de penalti para que Aridai, libre de marca, fusilara con la cabeza a Limones.

La complicación era máxima. La efectividad bermellona había quedado clara en esta segunda mitad, en la que al Mallorca solo le hizo falta una oportunidad para perforar por tercera vez la meta de Limones. La reacción se antojaba imprescindible y Alfaro movió el banquillo buscando mayor mordiente. Rúper dejó el sitió a Pito Camacho y el cuadro castellano pasó a jugar con un 4-4-2.

Al Mirandés no le quedaba otra que mantener la fe y buscar la portería de su oponente. Asumió más riesgos y el Mallorca buscaba una contra que dejara la eliminatoria casi sentenciada. La insistencia rojilla logró su recompensa. Paris Adot llegó por banda derecha, puso un buen balón en el área que Cervero dejó pasar y Pito Camacho remató en el punto de penalti. La suerte estuvo de parte del delantero mirandesista. Su disparó golpeó en un defensa y entró en la portería de Reina.

La eliminatoria tomaba otro cariz y al Mirandés le cambiaba la cara. Volvía a creer en sus opciones y sabía que un segundo gol le podía poner en una disposición excelente de cara al partido de vuelta. Pero lo que estuvo cerca de llegar fue el cuarto del Mallorca. Otro ex rojillo, Álvaro Bustos fue el protagonista. Superó a los dos centrales y se plantó solo ante Limones.Su disparo se fue por encima del larguero.

Una tangana en el tramo final del choque provocó un parón en el juego que perjudicó al Mirandés. El final se acercaba y el cuadro burgalés optó por los balones largos y las jugadas de estrategia como vehículo para buscar el segundo. El Real Mallorca nadaba y guardaba la ropa mientras los rojillos insistían, aunque con menos empuje que en anteriores minutos.

La escuadra de Anduva lo intentó hasta el final, aunque su propia escasez de ideas y las tretas isleñas para hacer correr el cronómetro, impidieron que tuviera más ocasiones. Será el partido de vuelta el que dicte sentencia. La ventaja después de 90 minutos corresponde al Mallorca.

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